lunes, 9 de mayo de 2011

OCEANARIO. LISBOA


Una de las visitas imprescindibles cuando se visita Lisboa con niños sin duda es el Oceanario, el gran acuario lisboeta ubicado en el Parque de las Naciones y creado con motivo de la Expo de Lisboa en el 98.

El acceso es muy fácil en metro, la estación de Oriente nos deja a un paseo de unos diez minutos que además se hace muy agradable. El acuario está junto al Pabellón del Conocimiento y tiene un enorme lago enfrente. Si vais en coche propio, hay un aparcamiento subterráneo semicubierto (algo caro también).

Cuando se adquieren los tickets de entrada se puede optar por visitar todo el recinto, sólo la exposición permanente o sólo la temporal, que cuando nosotros fuimos estaba dedicada a las tortugas.

Es un lugar muy accesible, pensado para todos los públicos. El recorrido está marcado por unas flechas amarillas y no resulta difícil seguirlo y no perderse nada. Sin duda la máxima atracción es el inmenso acuario central, que puede verse desde las tres alturas del acuario, y donde nadan especies atlánticas, rayas de gran tamaño, varios tipos de tiburones, peces de roca, morenas... es realmente espectacular y puede verse con bastante tranquilidad.

Durante todo el recorrido vamos viendo acuarios de distintos tamaños con crustáceos, bancos de peces, anfibios de todas las latitudes, huevos de tiburón... algunos paneles explicativos (escasos a mi modo de ver), pero ningún cartel donde pusiera qué especies había en todos los acuarios, algunas no llegamos a saber qué eran, una pena, la información escrita era realmente escasa.

Para reponer fuerzas una cafetería con autoservicio y terraza cubierta pero muy aireada. Hicimos una parada allí y no nos pareció nada caro. Una pena que lloviera tanto, porque hay buenas vistas.

Lo que nos decepcionó bastante fue la exposición de las tortugas, que costaba casi 4 euros y desde luego no los valía, muy pobre y tan sólo una tortuga... el resto paneles explicativos, pantallas con documentales y una salita bastante curiosa donde nos sentamos en unos sofás y teníamos el acuario pegadito a nosotros (lástima que el acuario fuera tan pobre, la idea era buena...)

Haciendo balance, pasamos muy buena tarde en familia, nos gustó mucho y el niño lo pasó genial, lo único que nos pesó fue haber pagado la exposición temporal, no sé si será así siempre, pero realmente no valió la pena.




ALGUNAS IDEAS MÁS...



El Parque de las Naciones ofrece mucho más que el Oceanario, y para pasar el tiempo en familia, prácticamente podemos darle un día entero. Justo enfrente de la estación de Oriente hay un parque comercial, Vasco da Gama, donde poder ir si nos apetece hacer alguna compra o comer algo, aunque la oferta gastronómica en la zona es de lo más atractiva y a unos precios estupendos.

Junto al Oceanario se encuentra el Pabellón del Conocimiento, que también puede visitarse y cuenta con una parte de exposición permanente y otra temporal. Desde esta zona es posible acercarse a la Torre Vasco da Gama, con mirador en su parte alta, con el funicular, una experiencia muy recomendable, las vistas son preciosas y el viaje muy divertido con niños.

Hay además zonas verdes y de esparcimiento con atractivo para los más pequeños, el Parque de la Música, con instrumentos enormes, otro parque en el que pueden experimentar y ver cómo se forman por ejemplo los remolinos, ver cascadas... actividades que sin duda gustarán a los pequeños de la casa y a los no tan pequeños también.

Una zona de Lisboa que os recomiendo conocer y con grandes posibilidades de ocio.

2 comentarios:

  1. Yo no iba con niños pero la verdad es que fue una visita que nos encantó.

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  2. Yo he ido hace 3 días y seguía la exposición temporal de las tortugas, y como dices no vale la pena.

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