EL HAIKU DE LAS PALABRAS PERDIDAS

haiku (俳句): poema japonés de diecisiete sílabas; destello fugaz que nos muestra la esencia de las cosas.(extraído de la web del autor)

Cuando supe que Andrés Pascual tenía una nueva novela en las librerías, pedí inmediatamente a la biblioteca su compra. Tuve la inmensa suerte de que la adquirieron enseguida y pude disfrutar de su lectura sin demasiada demora.

Descubrí a este autor con su primer libro, El Guardián de la Flor de Loto, que fue un gran éxito editorial aunque cuando yo lo compré todavía no era conocido. Fue el típico caso de que una novela me pinta fenomenal, tengo la sensación de que va a gustarme aunque no conozca de nada al autor y la compro. Todo un acierto, no sólo la compré para mí sino que también la regalé y siempre la recomiendo. Han sido adquiridos los derechos en Estados Unidos para llevarla al cine, espero que con acierto, porque la verdad es que puede resultar un peliculón.
Su segunda novela, El Compositor de Tormentas también me gustó mucho, por eso me apetecía tanto conocer esta segunda propuesta del escritor de Logroño.

ANDRÉS PASCUAL, EL AUTOR

Podemos leer en su propia web, www.andrespascual.com, que el novelista nació en la ciudad de Logroño en 1969 y estudió derecho. Además de ejercer como abogado, es pianista y cantante de rock. Como viajero infatigable ha tenido ocasión de conocer medio mundo y en esta última novela se confiesa un apasionado del país del sol naciente.
Es además coordinador del Aula de Cultura de La Rioja y colaborador de radio.

EL HAIKU DE LAS PALABRAS PERDIDAS

En la novela tenemos dos historias que transcurren en dos momentos diferentes y en dos lugares diferentes en Japón y que en el transcurso de la obra irán discurriendo en paralelo, desvelando la primera cosas que necesitamos para la segunda y viceversa.

La primera tiene lugar en la ciudad de Nagasaki, donde viven Kazuo, un adolescente de origen holandés que ha sido adoptado por un médico japonés tras la muerte de sus padres en un accidente, y Junko, una hermosa muchacha hija de la diseñadora de ikebana y conocida por su enorme belleza. Ambos jóvenes se sienten fuertemente atraídos y comienzan un juego a través de unos haikus que justo terminaba con su primera cita el 9 de agosto, cuando poco antes de la hora en que habían quedado en verse una inmensa luz iluminó el cielo para dejar paso después a un intenso gris y un paisaje lleno de destrucción y muerte: había estallado la segunda bomba atómica sobre el país, truncando las vidas de unos y los planes de otros.

En el año 2010 Emilian llega a la ciudad de Tokio por trabajo. Es un arquitecto de origen suizo y eminencia en temas de energía nuclear.
Tiene un gran proyecto de energía nuclear para la ciudad de Tokio en el que ha invertido todo su dinero y los dos últimos años de su vida, dejando atrás amigos, familia y una relación personal.
Todo se desmorona cuando por una información no veraz filtrada por un colaborador el alcalde se echa atrás y decide no llevar a cabo el proyecto. Entonces conoce a una enigmática mujer, dueña de una galería de arte, que le propone una búsqueda que hará que Emilian decida cambiar el rumbo en todos los sentidos.

MI OPINIÓN COMO LECTORA

Esta vez la novela de Andrés Pascual no me ha llegado tanto como las anteriores, quizá sea porque en algunos momentos se recrea en ceremoniales japoneses que me resultan muy desconocidos y se me hace un poco más difícil seguirle, aunque afortunadamente son muy pocos pasajes y él los explica con bastante detalle. Quiso la casualidad que la novela de Andrés Pascual estuviese ya en proceso de corrección cuando tuvo lugar el terrible terremoto y el tsunami, con los problemas en la central nuclear de Fukushima que nos tuvieron en vilo durante semanas. El autor duda ante la publicación de la novela, pero finalmente decide seguir adelante y homenajear a las víctimas de aquella bomba y de esta nueva tragedia.

Nos encontramos así ante dos historias muy diferentes, la primera con el amor como principal protagonista, con la angustia de Kazuo que necesita encontrar a Junko por encima de todo, la incertidumbre, la impotencia por una situación que desborda a todos y su amor que logra sobrevivir.
En la segunda historia, la contemporánea, tiene mucho más peso el protagonista, Emilian, y su viaje interior, sus dudas ante su trabajo, ante las decisiones que ha ido tomando a lo largo de su vida, las personas que ha dejado atrás, las personas nuevas que llegan y le hacen sentir cosas que desconocía hasta el momento, el amor verdadero, el sufrimiento de décadas y la búsqueda sin descanso...

Andrés Pascual logra dar un giro final a una historia que por momentos parecía previsible y afortunadamente no lo es.
Los personajes, sobre todo Kazuo y Junko, resultan fabulosos, a mí personalmente me han cautivado ambos, quizá más aún ella que él, pero ambos me han resultado tremendamente tiernos y fuertes a la vez, muy bien construidos por parte del autor. La prosa de Andrés Pascual resulta fácil, aún sin ser un page turner ni mucho menos, el ritmo es bastante ligero y resulta una lectura amena y muy agradable, con pinceladas del Japón de antes y el de ahora, más el de antes, en las que logra contagiar al lector su entusiasmo por la cultura japonesa aunque en algunos momentos, como os comentaba antes, se haga un poco pesada tanta información para los que no conocemos el tema.

Una lectura que os recomiendo, está publicado en Plaza & Janés y tiene casi 600 páginas, pero no se os hará complicado haceros con ella, una novela a la que le doy cuatro estrellas sobre cinco y que estoy segura que vivirá también un merecido éxito editorial.