Antes de visitar Arequipa jamás había oído hablar del afamado chef peruano Gastón Acurio. Si me permitís la licencia os haré un breve comentario sobre él: este chef nacido en Lima ha dado a conocer la cocina peruana en el mundo, a través de sus restaurantes, artículos en prensa especializada, libros de cocina y programas de televisión. En la actualidad tiene varios restaurantes en Perú y en el extranjero, uno de ellos en Madrid y otro desde septiembre de 2012 en Barcelona.
Lo que propone este Gastón Acurio y que hemos podido comprobar en Arequipa en el restaurante Chicha, es una versión modernizada de la comida peruana tradicional, centrándose en la zona en la que se ubican sus restaurantes y elaborando sus platos con ingredientes locales.
Lo primero que nos llamó la atención es que esta nueva cocina peruana poco tiene que ver con la nueva cocina española más conocida, tan sofisticada, minimalista y a veces incluso difícil de entender. A mí personalmente su estilo me recordó a algunos restaurantes de mi región, Galicia, que hacen una cocina moderna sin olvidar las raíces y la generosidad (sin pasarse) en las raciones.
La bodega del restaurante es muy amplia, ofreciéndose todo tipo de caldos nacionales y extranjeros. Podemos incluso verla y pasearnos por ella, acompañados o no del sumiller del local.
El establecimiento es muy acogedor y tiene distintos ambientes. Está situado en la Casona de Santa Catalina, realizada en piedra sillar, que es la piedra blanca típica de esta zona, y la rehabilitación está muy bien hecha. Podemos optar por el patio (calefactado) o uno de los comedores, como fue nuestro caso.
Nuestra experiencia culinaria
No podíamos dejar de ir a este restaurante, recomendadísimo por todos aquellos que conocían un poco Arequipa.
Conservo la factura, pero no vienen los platos exactamente como en el menú, así que os pido disculpas porque no recuerdo los nombres.
Empezamos picoteando torrejas de chicha, una especie de buñuelos de verduras pequeñitos muy buenos, nuestro niño se tomó unos cuantos. Venían acompañados de dos salsas aparte que los hacían aún más deliciosos.
De segundo, yo pedí causa cóctel, que es el típico cóctel de gambas con su aguacate, salsa rosa y huevo de codorniz, montado en dos rodajas de la típica causa peruana. Un plato muy ligero y muy bueno.
Mi marido pidió camarones con almendras. Venían acompañados de arroz en blanco, aceitunas moradas y una salsita muy buena.
Rematamos la jugada con dos postres muy diferentes, uno de ellos muy típico y el otro original del restaurante. El primero, los buñuelos arequipeños, una delicia, acompañados de miel, y el segundo, rocotito relleno. El rocoto es un pimiento muuuuuy picante, pero en este restaurante los ponen en almíbar para este postre y el resultado es muy bueno.
Probamos un vino tinto peruano que se llama Tacama. La verdad, fue lo que menos nos convenció, en eso ganan los chilenos, pero nos apetecía probar un vinito local. En comparación, salió carísimo, mucho más que cualquier plato de la carta.
El servicio fue magnífico, muy amables, atentos, nos aconsejaron y estuvieron pendientes de nosotros en todo momento, no tuvimos que mover un dedo ni servirnos un solo vaso de agua o vino. Impecable.
La factura ascendió a 209 soles, lo que vienen siendo unos 52 euros, lo que teniendo en cuenta el lugar en el que estábamos es un precio más que bueno, no podíamos dejar escapar la ocasión de una cena así, más que asequible y de gran calidad. Estuvimos aquí en el año 2009, en diciembre, así que ya ha llovido un poquito, pero no quería dejar pasar la ocasión de hablaros de mi pequeña experiencia con la comida peruana, que nos sorprendió muy gratamente. Pronto más restaurantes, aún quedan dos en el tintero.
La Chicha es una bebida típicamente peruana, hecha con maíz. Hay distintos tipos, según el maíz que se utilice, y puede ser con o sin alcohol. En nuestro viaje a Perú se la dimos a nuestro niño varias veces, además de un montón de zumos naturales, unas opciones fantásticas a los clásicos refrescos. En este restaurante nos ofrecieron la chicha que llaman colorada, que es la que se hace con maíz morado, muy buena, os animo a probarla si se os presenta la ocasión.
Nunca he probado la chicha, pero si recuerdo aquella canción de Victor Jara que decía: Usted no es ná, no es chicha ni limoná..
ResponderEliminarPues seguramente se refería a esta bebida! En tu ciudad hay restaurantes peruanos, anímate! Besos
EliminarUf, qué buena pinta tiene todo...
ResponderEliminarY no veas lo bueno que estaba! :)
Eliminar