lunes, 18 de marzo de 2013

FESTIVAL ATLÁNTICA: MARATÓN DE CUENTOS INFANTILES

Este sábado pude asistir con mi niño a una de las propuestas culturales del Festival Atlántica. La primera fue la visita a Compostela de la mano de Xurxo Ayán de la que ya os hablé hace unos días. Esta vez se trataba de una Maratón de cuentos en el Salón Teatro, en la Rúa do Vilar.
Se está notando muchísimo la reducción de inversión pública en la oferta cultural y la destinada al público infantil no se libra, ni muchísimo menos. Siempre me ha gustado ir con mi hijo al teatro, a conciertos, a los títeres, magia, cuentacuentos... y este año apenas hay opciones, en lo que llevamos de curso escolar hemos ido a tres o cuatro cosas, cuando habitualmente al menos un par de veces al mes había algo a lo que ir. En fin, una lástima... Cuando vi que la programación del Festival Atlántica no se había olvidado de los pequeños de la casa me llevé una enorme alegría y a mi niño le apeteció muchísimo ir a este cuentacuentos.
Os adelanto que seguramente me dejaré a algún narrador en el tintero porque no pude tomar nota de los nombres, he estado indagando en la web del festival y no están todos, así que mis disculpas por adelantado.
No recuerdo el orden exacto de las intervenciones, pero mi intención es más compartir con vosotros la experiencia que relataros punto por punto el espectáculo.

En un pequeño escenario sin ningún tipo de apoyo visual, fuimos disfrutando de los narradores, a los que iba presentando Soledad Felloza, cuentacuentos nacida en Uruguay y que ahora vive en tierras gallegas. Muchos niños de los que estaban en el teatro ya la conocían por sus actuaciones en centros socioculturales compostelanos.
Enseguida se hizo con el público y condujo el espectáculo con agilidad y las tablas que da la experiencia. Tengo que decir también que con un gallego fantástico.

Pedro Brandariz, que se define como actor, clown, monologuista, cuentacuentos y cabaretero, propuso a los niños una historia sobre un paraguas amarillo en un mundo de paraguas de colores tristes, un paraguas que soñaba con empaparse de lluvia, que creía que con ello sería el paraguas más feliz, hasta que descubrió que el destino que para él había pensado su dueño era todavía más hermoso: ser el sol en una función circense. Con muchísimo desparpajo y toques de humor tanto para niños como para adultos, nos fue guiando por una historia sencilla pero con mucho fondo sobre el que pensar.

Con Felipe Díaz, Caxoto, vivimos la historia de un lápiz rojo que vivía en una caja de doce lápices y un buen día se dio cuenta de que no había tenido ocasión de hablar jamás con el lápiz negro, que estaba en el otro extremo. Un buen día decidió acercarse a conocerle, para lo cual debía ir negociando con el resto de los lápices para que le cambiasen de sitio e ir así, uno a uno, avanzando hasta el negro. De este modo conoció a todos los colores y se dio cuenta de que todos ellos tenían algo que les hacía diferentes, cualidades que no conocía antes porque nunca había tenido ocasión de relacionarse con ellos. La moraleja es bastante evidente: conozcamos a cuantas más personas mejor, pues todas nos aportarán algo.

Desde Portugal llegaron dos narradoras, una de ellas nos contó la historia de un país en el que las palabras estaban a la venta, y solo algunos privilegiados podían comprar las más bellas... Una historia que me gustó mucho pero que no consiguió llegar demasiado a los niños, quizá porque la edad media era un poquito más baja de lo requerido por la historia y también porque la narradora estuvo muy pendiente de decir la palabra exacta para hacerse entender y cortó un poco el ritmo. Quizá este fue el momento más flojo de la maratón. Nos gustó mucho la otra narradora lusófona, Clara Haddad, cuya impresionante expresividad hizo que su historia fuese todavía más divertida si cabe. Nos contó el cuento de tres cabritos, uno pequeño, otro mediano y otro grande, que con mucho ingenio consiguieron engañar a un lobo para conseguir atravesar el puente que custodiaba. Nos gustó muchísimo su intervención.

Nos entusiasmaron las contadoras Paula Carballeira, que colabora con la compañía teatral  Berrobambán en las obras infantiles “Bicharada”, “A folla máis alta” y “O refugallo”. Tiene un dominio del escenario asombroso y con una pequeña cancioncilla que luego mi niño no paraba de repetir al salir del teatro, contó a los pequeños cómo Xan y su hermana Xiana lograron vencer al  Señor de la oscuridad, interactuando con niños y mayores, modulando muy bien la voz e incluso bajando del escenario. Fantástica.


Fátima Fernández fue otra de las narradoras que nos gustó mucho. Fue in crescendo en el escenario, ganándose cada vez más a los pequeños y lo que en un principio parecía un cuento muy anodino resultó ser una historia disparatada y de lo más simpática que nos hizo reír un montón. Un rey con un gran secreto que nadie podía contar y que finalmente fue revelado de una manera totalmente inesperada.


Raquel Queizas fue otra narradora de nuestras favoritas en esta ocasión. Esta actriz, filóloga y contadora de historias nos relató cómo un dinosaurio estaba muy triste porque no conseguía tener amigos: era tan, tan glotón que acababa comiéndoselos y claro, así es imposible mantener una amistad… Un buen día se topa con un ratón cocinero que le cambia la vida, por un lado porque cocina para él y eso evita que se lo coma, y por otro porque logra mostrarle que por un amigo todo es posible, incluso aguantarse las ganas de comérselo!! Varias frases que se repetían y que los niños ya decían solos, al igual que en el cuento anterior o el de Paula Carballeira con su canción, hicieron que los pequeños participasen y se metiesen totalmente en la historia.



Al margen de gustos personales, el ambiente entre los niños fue fantástico, se notó que disfrutaron muchísimo con la velada. El nivel artístico de los participantes fue excelente y nos quedamos encantados de haber asistido. Muchísimas gracias al festival por pensar en los niños y por traernos a tan grandes artistas, espero que haya muchas más ocasiones de disfrutar de su talento sobre el escenario.

15 comentarios:

  1. Una velada que tuvo que ser fantástica! Y a veces disfrutamos más hasta los padres, viendo la cara de ilusión de nuestros pequeños, ¿verdad?
    Besotes!!!

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  2. Desde luego! Siempre miro al escenario y a mi niño, para ver cómo lo pasa, además el mío es de lo más expresivo, se le nota mucho el entusiasmo :)

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  3. Me encantan los cuentos...casi más que a los niños jeje
    Un lástima que se notara la reducción de presupuesto...
    Un beso!

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    1. La verdad es que es una pena, ahora es complicado poder ir al teatro o a conciertos infantiles, hasta hace un año íbamos al menos un par de veces al mes...

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  4. Qué maravilla, a mi estas actividades me encantan!! Para disfrutar como enanos!!
    Besos

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  5. Matiba, en nombre de toda Atlántica, un gracias enorme, por hacerte eco de una tarde preciosa. Ojalá te encontremos cada año y lo sigas contando.
    Un abrazo oceánico

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    1. Gracias a vosotros por el enorme esfuerzo de llevar adelante esta iniciativa y por hacerlo con grandes profesionales. Seguiremos acudiendo a la cita! Un abrazo compostelano!

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  6. Desde luego lo tuvisteis que pasar genial. :-)

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  7. Muchas veces cuando iba con mi hija a algunos eventos para niños (ya está hecha toda una universitaria) me llevaba una buena sorpresa y me pasaba un buen rato, tanto por ver cómo disfrutaba ella como por gustarme a mi el espectáculo que fuera. Y este espectáculo de cuentacuentos que hoy nos traes parece, sin duda, muy atractivo. Besos.

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  9. Ya te dije por otros lares que me parece una iniciativa cultural maravillosa y un dinero muy bien invertido :)

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