Por lo general cuando leo un libro éste llega a mis manos porque lo compro, me lo regalan o lo busco en la biblioteca, llevada por alguna opinión favorable, por alguna intuición o curiosidad, porque es de algún escritor que suele gustarme, pero con este libro la historia es bien diferente: Ha sido un regalo, pero un regalo de alguien que no me conoce y que no me ha visto nunca, toda una sorpresa!
Me llegó de la mano de Offuscatio, una de las blogueras que participó en una iniciativa fantástica del blog de Kayena. Se propuso jugar al bloguero invisible, ofreciendo enviar un título a quien tocase por sorteo y recibir otro de alguien elegido por el azar. Blogueros y autores tomamos parte de esta iniciativa y tuve la suerte de que llegase a mis manos este libro, además del libro de Darío Vilas, Piezas Desequilibradas, mi primer libro dedicado!!!
En fin, tras haberos contado la curiosa historia de cómo el libro llegó a mis manos, me gustaría hablaros de la lectura en sí.
SAMUEL GOTTLIEB
El autor del libro es estadounidense, según se puede leer en la contraportada es un psicólogo y comunicador que cuenta con un programa de radio propio, además de colaborar con el periódico Philadelphia Enquirer. Samuel no es un personaje imaginario, es su único nieto y Samuel Gottlieb dona los beneficios obtenidos por la venta del libro a asociaciones que investigan enfermedades infantiles y autismo.
CARTAS A SAMUEL
El libro recoge en seis partes varias cartas del abuelo a su nieto autista, recopiladas por temas: Bienvenido al mundo, Acerca de tu familia, Tú y yo, Sam, Tu cuerpo, tu mente y tu espíritu, El camino por delante y Tu lugar en el mundo.
Sin ningún tipo de tapujo, se tratan todos los temas, desde reflexiones personales, vivencias familiares o preocupaciones e inquietudes: la felicidad, el sexo, la pérdida de un ser querido... Daniel no sabe si algún día Sam podrá leer sus cartas, pero siente la necesidad de expresar todo lo que siente y sobre todo enviar el mensaje de que la vida vale la pena vivirla, remotar las dificultades y seguir adelante, aunque parezca que no hay luz al final del camino.
Un libro cargado de reflexiones, de historias familiares emotivas, de muchísimo amor hacia Sam y que sin duda vale la pena leer para pararse un poco en esas pequeñas cosas que hacen que los días sean diferentes unos de otros aunque en ocasiones no nos percatemos de ello: la felicidad está en pequeñas dosis y siempre contenida en estos pequeño detalles.
No suelo poner muchas frases de los libros que leo, pero en esta ocasión no he podido resistirme porque es un tipo de lectura que se presta mucho a ello y está lleno de comentarios para la reflexión:
"Cuando estoy sumido en un túnel oscuro, deseo estar con personas que me quieran lo suficiente para sentarse a mi lado en la oscuridad, y no afuera diciéndome cómo salir" (pág. 74)
"Cada pérdida es un golpe. Pero también representa una oportunidad: (...) Cuando el corazón llora por lo que ha perdido, el alma se alegra por lo que ha ganado" (pág. 100)
"Sam, no sé si yo estaré allí cuando te gradúes (...). Pero , independientemente del modo en que tu currículo mida tu éxito, espero que recuerdes lo que necesita tu alma, (...) la responsabilidad adulta de amar a alguien cada día un poco más de lo que lo amabas el día anterior" (pág. 117)
"Muchos de los adultos sufrimos porque intentamos vivir la vida que tuvimos en el pasado o la que deseamos tener. Tú, aquel día, me recordarse que la vida es mucho más dulce cuando la vivimos en el presente" (pág. 145)
¿LO RECOMIENDO?
Me ha resultado una lectura muy tierna, me cautiva la figura del abuelo. Tuve una relación maravillosa con una de mis abuelas y esto también hace que las cartas de Daniel me lleguen mucho al corazón.
La forma de escribir, como se puede desprender de los fragmentos que he copiado, es sencilla y nada rebuscada, por lo que la lectura es ágil y fácil. No estoy de acuerdo en calificarlo como un libro de autoayuda, desde luego a mí no me lo ha parecido en absoluto, lo veo más bien como un libro que invita a la reflexión, un libro que desnuda sentimientos y se abre a Sam y al lector que se adentre en sus páginas, llenas de amor hacia ese nieto tan especial, ese nieto autista que despierta unos sentimientos tan profundos.
He disfrutado con la lectura, me ha encantado que este libro me tocase en suerte, no sé si de otro modo hubiese llegado a leerlo. Gracias Offuscatio por enviármelo, gracias Kayena por hacerlo posible.
¡Cómo me alegro! Me siento realmente recompensada por haber participado en la iniciativa del bloguero invisible. La verdad es que conocí este libro en un grupo de Facebook, pero no conseguí posteriormente encontrar en sus páginas algo que respondiera en totalidad a mis expectativas. Lo que si es cierto es que ese primero fragmento que transcribes también me ha llegado al corazón; me parece una reflexión muy sabia, y que no se debería olvidar.
ResponderEliminarQué envidia me dais, que yo llegué tarde al bloguero invisible :(. Me alegra mucho que te gustara, creo que yo también tuve una muy buena relación con mi abuela materna, así que creo que esos sentimientos muy bien podrían aflorar también en mí si llego a leerlo.
ResponderEliminarUn beso!!
Yo tuve una relación muy especial con mi abuelo así que seguro que me gustaría leer este libro.
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