EL CONTENIDO DEL SILENCIO

Con la escritora Lucía Etxebarría tengo una relación amor-odio desde que leí su primera novela. He leído varias de sus novelas y un par de ensayos, y la verdad es que en mi opinión escribe muy bien, pero sus historias resultan muy irregulares, tiene algunas fantásticas y otras que no hay por dónde cogerlas, pero he de reconocer que cuando me gustan, me gustan tanto que cuando saca nuevo libro al menos miro a ver si lo hay en la biblioteca, como me pasó con su última publicación El Contenido del Silencio.



ARGUMENTO DE LA NOVELA


Gabriel vive en Londres con su novia, que pronto se convertirá en su esposa, con una vida anodina, tranquila y sin aspiraciones, hasta que un buen día recibe una extraña llamada telefónica: Su hermana, de la que no ha sabido nada en los últimos diez años, ha desaparecido en Tenerife. Se sospecha que ha tomado parte en un suicidio colectivo de una extraña secta relacionada con el neonazismo.

Llevado por un impulso, Gabriel coge el primer avión a la isla para saber qué ha pasado con su hermana Cordelia.
El viaje de Gabriel no será un simple traslado de un país a otro, será mucho, mucho más... Conoce a Helena, la íntima amiga de su hermana que vivía con ella y de su mano irá recorriendo los lugares en los que Cordelia había estado con Heidi, la creadora de la secta.

Gabriel realizará un viaje interior que dará a su vida un giro de 180 grados, se da cuenta de que está atado a una relación que en el fondo no le interesa, reflexiona sobre su familia, su hermana, a la que perdió en un momento dado por algo que no quiere recordar, algo que está muy aparcado en la memoria.
Helena y Gabriel irán tras los pasos de Cordelia, convencidos de que puede estar viva y escondida con Heidi en algún lugar de Fuerteventura. Su acompañante en este viaje será Virgilio, un guía turístico muy peculiar... No es todo lo que parece.

A través de Virgilio conoceremos la historia de varias organizaciones nazis que operaban en Canarias y su conexión con la secta de Heidi.



MI LECTURA



Algo que me gusta mucho de Lucía Etxebarría es su enorme sensibilidad cuando escribe, sabe transmitir muy bien la ternura, la fragilidad, el amor, el desamor... Sus personajes son complejos, como cualquiera de nosotros, con varias capas que vamos descubriendo con el discurrir de las hojas del libro. Personajes sólidos y muy bien creados, a los que resulta fácil imaginar, cómo hablan, cómo gesticulan...


En este caso los personajes son bien diferentes entre sí, pero en el fondo son todos ellos personas inseguras, con historias difíciles vividas años antes y que todavía no se han parado a pensar y a lamerse las heridas para dejar que cicatricen. El viaje en busca de Cordelia hará posible que salga lo que llevan dentro.
El recorrido por las islas de Fuerteventura y Lanzarote es fabuloso, la propia escritora reconoce su debilidad por Canarias y su amplio conocimiento de las islas, ayudada para el libro por personas que las conocen aún mejor que ella, y la verdad es que los parajes que describe y cómo los describe llaman al lector a querer conocerlos en primera persona, sentir ese viento en las mejillas, experimentar el vértigo de los altos acantilados...

El telón de fondo de las historias personales de los personajes es principalmente el de las sectas destructivas, "en Canarias existen, contabilizadas por la policía española, unas cuarenta sectas destructivas", nos comenta la propia Lucía. Los grupos neonazis la presencia en nuestro país de numerosos simpatizantes huídos de Alemania y otros países y los grupos católicos extremistas, que funcionan prácticamente como una secta.
Se nos explica al final del libro que todo es ficción, pero siempre basado en acontecimientos reales y organizaciones que han existido pero no se han visto reflejadas tal y como son. De hecho la labor documental, de dos años, es fantástica y se ve el gran trabajo de Lucía aquí.

La única pega que le pondría a esta novela es que el ritmo es bastante variable, algo que ha hecho que para mí no sea una historia redonda, por momentos muy trepidante, pero en alguna ocasión se me ha hecho un poco pesado, sobre todo cuando Virgilio, el guía, se ponía a explicar cosas de historia de la isla de Fuerteventura, que está muy bien y que venían a cuento, pero que reconozco que me hubiera gustado que las "parrafadas" hubieran sido menos largas.
Por lo demás, un libro muy recomendable de una escritora que no suele dejar indiferente. Para muestra un botón, os pongo una frase que me ha gustado mucho:


"Hay cuatro cosas que no vuelven atrás: la piedra una vez lanzada, la palabra tras ser dicha, el instante que ha pasado y la oportunidad perdida" (pág. 234).