miércoles, 25 de abril de 2012
EL TALLER DE LOS LIBROS PROHIBIDOS
"La reproducción más rápida de un libro hará que se disipe el dominio de que ejerce sobre él, sobre su historia y su recorrido. Perderá su exclusividad (...) Pero a cambio ayudará a que personas con pocos recursos tengan la posibilidad de leerlo, de que el saber se transmita sin que nadie manipule su difusión, de que ni el dinero ni la religión corten las alas del que quiera aprender" (págs 458 y 459)
"Un mundo lleno de libros, ¡de todo tipo y en cualquier lugar! Ese es el mundo que quiero para mi hija: un mundo donde la verdad esté al alcance de todos" (pág. 534)
Estas frases que os dejo están en mi última lectura, El Taller de los Libros Prohibidos, una novela descubierta gracias a otras blogueras y usuarias de webs en las que también opino y que ha sido un descubrimiento fabuloso.
EDUARDO ROCA
Esta novela es la primera de su autor, Eduardo Roca, que como nos comenta él mismo en su web, nació en Barcelona en 1963, es ingeniero industrial, investigador y profesor con residencia actual en Heidelberg (Alemania).
EL TALLER DE LOS LIBROS PROHIBIDOS
La historia que aquí se cuenta nos traslada a la ciudad alemana de Colonia en el siglo XV, una época en la que empiezan a gestarse en Europa los aires de cambio que ya se empiezan a intuir entre la inquieta población, harta ya del dominio de la Iglesia en sus vidas.
El personaje principal es Lorenz Block, un orfebre de enorme talento que ha enviudado y tiene que hacerse cargo de su hija Erika, una niña que camina con paso firme hacia la adolescencia.
Lorenz trabaja en el taller de su suegro, que lo trata con gran dureza porque en el fondo lo considera culpable de la muerte de su hija en un trágico incendio en su casa. Lorenz logró salvar a su hija, pero no pudo regresar a rescatar a su mujer.
Tras una serie de incidentes, Lorenz abandona el taller de su suegro y dedica su tiempo a lo que hasta entonces era una invención a la que dedicaba sus pocos ratos libres con ayuda de su hija: la reproducción mecánica de libros, algo impensable hasta ese momento, cuando talleres de copistas dentro y fuera de los monasterios copiaban a mano pacientemente las obras autorizadas para su lectura, por lo general religiosas.
Su amistad con el librero Johann Buchmann, que además de animarle como amigo, logra su primer cliente para que pueda costear el material de su invento, marca un antes y un después. El sacerdote Martin Wahrheit le encomienda la reproducción de sencillos documentos para su iglesia. Todos aquellos que conocen la actividad de Lorenz corren grave peligro y lo saben, pero el deseo de que la cultura y el conocimiento puedan llegar al pueblo, hace que sigan adelante en esto aún arriesgando sus vidas.
El camino no será fácil para Lorenz, Nikolas Fisher, acaudalado propietario de un taller de copistas laico, que además tiene un taller clandestino en el que copia libros prohibidos para los ricos y poderosos, se entera de lo que Lorenz está haciendo y tramará un plan para hacerse con toda la información sobre esta nueva máquina.
Aunque estos son los personajes principales, también la historia de la hija de Lorenz, que descubre el amor en el joven Alonso, tendrá su importancia en la trama principal, así como Ilse, la mujer que conseguirá que Lorenz recupere la ilusión en el amor.
LEYENDO, LEYENDO
Esta novela me ha enganchado ya no desde la primera página, sino desde la portada, me gusta mucho leer, desde que mi madre me enseñó con apenas cuatro años, he cultivado esta afición, con momentos de más o menos tiempo dedicado a la lectura, pero siempre con algún libro en mi mesilla de noche.
Los libros como protagonistas, como ejes principales de una historia no suelen defraudar, tienen un gran atractivo en sí mismos, y en esta ocasión la pasión de Eduardo Roca por los libros se nota desde el primer momento y resulta maravilloso, son ellos el motivo de que gentes humildes lo den todo, de que hombres y mujeres arriesguen su vida, vayan contra el poder establecido y traten de darles difusión, de que los libros consigan llegar a todo aquel que desee tenerlos.
El ambiente histórico está perfectamente construido, aunque con ciertas licencias que el propio autor nos explica, nos sumergimos en las calles de la Colonia medieval sin dificultades, olemos sus rincones, podemos ver la humildad de las casas de obradores, artesanos, la opulencia de los poderosos, la Iglesia y la nobleza, el miedo del pueblo ante la opresión que sufre pero su incansable lucha por la supervivencia y contra la injusticia.
Unos personajes perfectamente construidos y que el lector conseguirá visualizar sin ningún problema hacen que la historia cobre mucha más entidad, y realmente pueda conocerles, meterse en su piel, odiarlos, quererlos comprender sus reacciones ante las distintas situaciones que se van presentando... Un ritmo muy logrado, el adecuado en cada momento, por momentos más pausado, otros mucho más vertiginoso, logran que esta novela enganche y se lea con mucha agilidad, más de 600 páginas que no deberían ser un obstáculo para nadie porque la historia las requiere, no sobra ninguna y no se hace un libro complicado en ningún momento.
Sin duda Eduardo Roca consigue una novela muy sólida que os recomiendo muchísimo a la vez que espero que no sea la única de este autor que ha sido todo un descubrimiento.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Efectivamente, estoy de acuerdo contigo. Al libro no le sobra ni una hoja y además, a pesar de su grosor se lee solo. Desde luego es una historia que enganchará a cualquiera, pero sobre todo a los amantes de los libros.
ResponderEliminarUn saludín!
Lo tengo en la estantería y a pesar de que quiero leerlo desde que salió a la venta todavía no he podido hacerle un hueco, estoy segura de que me va a gustar porque siendo novela histórica y tratando de libros...
ResponderEliminarbesos
Huy, pues por lo que cuentas yo creo que me iba a enganchar también desde el principio, porque la portada ya tengo claro que sí...
ResponderEliminarLe tengo echado el ojo desde hace tiempo y más desde que leí una reseña de Carmina, y con la tuya me han entrado más ganas todavía.
ResponderEliminarA mí se me había escapado. No me suena el título pero pinta muy bien: creo que esas novelas sobre libros o libreros tienen siempre un encanto especial para cualquier lector asiduo. Mi última experiencia ha sido: 84 Charing Cross Road, y me he quedado tan ilusionada como tu. ¡Muchas gracias por compartirlo!
ResponderEliminarMe encanta cómo describes la vida real, de hoy en día ...ver la humildad de las casas de obradores, artesanos, la opulencia de los poderosos, la Iglesia y la nobleza, el miedo del pueblo ante la opresión que sufre pero su incansable lucha por la supervivencia y contra la injusticia... Así vivimos hoy, como en le Edad Media. Aprovecharé la "feira do libro" para compralo ;-)
ResponderEliminar