MESÓN O ADRO. BRIÓN

Este pequeño restaurante familiar situado en Brión es el típico lugar "de siempre" al que acudimos los lugareños, sobre todo los domingos, día en el que no cabe un alfiler.
Es un lugar pequeño y sencillo donde una escueta carta nos sugiere una cocina sencilla, donde las carnes tienen el mayor protagonismo y la fama, pues es muy apreciado el churrasco de aquí, junto con los callos de los domingos, de los que no puedo opinar porque es un plato que no suelo pedir (es que sólo me como los garbanzos y el chorizo...)

Entre los entrantes, ensaladas, pulpo, croquetas caseras (fabulosas), chipirones y oreja. Como plato principal, además del churrasco de cerdo o ternera, acompañado de chorizos criollos o caseros al gusto y con una buena fuente de patatas de las de verdad, el solomillo o la croca no son malas opciones en absoluto. Para los que prefieren el pescado hay menos opciones: bacalao y merluza.
Si os queda sitio y os apetece un postre, tienen varios caseros, el que más me gusta es el flan, os lo recomiendo.
De lunes a viernes tenemos un menú de dos platos, postre, café y bebida por tan solo ocho euros. También se puede encargar la comida para llevar a casa.
Aviso a navegantes, las raciones son muy abundantes.

La última vez que estuvimos aquí, el domingo pasado, acudimos con un amigo, de manera que éramos 3 adultos y un niño. Nos decantamos por unas croquetas para el peque y churrasco mixto con chorizo criollo, patatas y ensalada para los mayores, acompañados de refrescos y vino de la casa. Pedimos 2 raciones y comimos perfectamente los tres.
A la hora del postre, mousse de chocolate y flan, terminando con un café.
El local estaba abarrotado, como todos los domingos, por lo que tuvimos que esperar un rato largo por la comida, pero eso es algo con lo que hay que contar cuando se va aquí.
Comimos muy bien, fueron muy agradables, cariñosos con el niño y la cuenta sumó 50 €, buena relación calidad-cantidad-precio.