PARRILLA TANGO. O GROVE

Cuando fuimos a pasar el puente de las Letras Gallegas a O Grove, pregunté a mis contactos twitteros por sitios para comer, y uno de ellos (mil gracias Jose!) me recomendó este sitio que ya conocía y que me pareció una opción fantástica en un día soleado para ir en familia.

El local está a pie de playa, en Area Grande, sólo les separan una carretera estrechita de un solo carril. Hay señalización en la carretera para llegar hasta aquí, no sólo del restaurante sino también de la playa, de manera que si queréis ir no hay pérdida posible. Nosotros pudimos dejar el coche al lado del restaurante, pero imagino que en temporada alta no será tarea fácil y habrá que dejarlo en una explanada que se encuentra a unos 300 metros, antes de llegar aquí.

Es un lugar sencillo, con zona de terraza con sombrillas y una parte interior dividida en dos y separada por la barra. Los muebles son de madera y hay fotografías y marcos con fotografías alusivas de Buenos Aires y del tango. De fondo, música de tango todo el tiempo, de ahí el nombre, está claro...

Lo típico de este restaurante parrilla es pedirse una carne a la brasa: churrasco, pollo, buey... y eso hicimos, pedimos pulpo á feira de entrada y churrasco de cerdo y de ternera de segundo.
El pulpo estaba fabuloso y el pimentón no demasiado picante, perfecto, la verdad. Llegó el segundo, servido en unas bandejitas alargadas y como no se sirve el churrasco con guarnición (algo que nos sorprendió mucho), pedimos a mayores una ensalada mixta con atún y una ración de patatas.

A la hora del postre nos ofrecieron varias opciones caseras y optamos por el flan de dulce de leche, especialidad de la casa, buenísimo y nuestro niño se tomó un helado.

Para beber tinto de verano, agua y un refresco. Dos cafés y la cuenta 59 euros, no es barato, está claro que un restaurante a pie de playa en zona turística no lo será, pero tampoco nos pareció desorbitado y la comida nos gustó muchísimo.
El servicio fantástico, estuvieron rápidos y muy atentos, cuando nos íbamos el cocinero estuvo bromeando con nuestro niño y le regaló una chuche y todo!

Tuvimos la suerte de que el día acompañaba, y aunque no conseguimos mesa en la terraza, sí pudimos disfrutar de vistas a la playa con un ambiente muy tranquilo y relajante, un lugar que ya queda fichado para posteriores visitas a la zona.

Recomendado si tenéis ocasión de pasaros por O Grove. Tened en cuenta que en esta época del año solamente abren los fines de semana. En verano abren todos los días, y en invierno... descanso.