lunes, 28 de mayo de 2012

PARQUE ARQUEOLÓGICO DE ARTE RUPESTRE DE CAMPO LAMEIRO


Aprovechando un viaje desde Pontevedra hasta Ourense, decidimos desviarnos a conocer el Parque Arqueológico de Arte Rupestre de Ponte Lameiro, un lugar abierto el pasado año y que nos apetecía muchísimo visitar.

La llegada hasta aquí no es fácil, pues la carretera, aunque tiene buen firme, tiene muchísimas curvas, algunas de ellas cerradas, por lo que hemos de tener paciencia y precaución en el camino. La única manera de llegar es con coche propio y la señalización podría ser sensiblemente mejor.


Una vez que hemos llegado, hay una zona de aparcamiento bastante amplia, con la única pega de no contar con ninguna zona de sombra, y un pequeño camino que nos lleva al amplio y moderno edificio del Parque. Tiene dos partes, la derecha contiene la taquilla, baños y la zona museística, donde a través de paneles, vídeos y recreaciones diversas, así como algunas cerámicas y herramientas de la época, se muestra cómo era Campo Lameiro en la Edad del Bronce: sus habitantes y sus viviendas, la fauna y flora que aquí había, el descubrimiento de este lugar y su descubridor... Bastante interesante a nivel divulgativo, muy sencillo, los entendidos lo encontrarán escaso, para ir en familia resulta didáctico y en absoluto aburrido para los más pequeños, en esto sin duda un acierto.
No me gustó que las explicaciones estuviesen solamente en español y gallego, creo que aunque el folleto que se entrega al comprar la entrada se puede pedir en varios idiomas, los carteles de la exposición deberían estar al menos en inglés.

Una vez visitado el museo, volvemos a salir al exterior, cubiertos por un tejado (nos libró esto de una buena mojadura, pues al llegar llovía copiosamente) y podemos acercarnos a la otra parte del edificio: la tienda y la cafetería. La tienda es muy pobre, camisetas, paraguas y poco más... Eché de menos un buen fondo bibliográfico sobre el tema del que trata el Parque Arqueológico.
Tras tomar un café a la espera de que dejase de llover, salimos a la zona exterior, con el folleto que nos habían dado y en el que figura un esquema del recorrido. La verdad es que se puede prescindir de él porque está perfectamente señalizado. Lo que veremos durante unos 3 km son diferentes petroglifos y signos grabados en las rocas (para esto en ocasiones resulta muy útil el cartel que acompaña a cada grabado explicando en qué parte de la roca se encuentra, algunos son difíciles de ver), así como una recreación de un poblado de la Era del Bronce de acceso libre..

El paseo apenas tiene sombras y es aconsejable llevar calzado cómodo, ya que pasaremos por senderos de guijarros que en ocasiones pueden ser resbaladizos, zonas de tablones de madera y partes de caminos de tierra. Alguna de las cuestas es bastante pronunciada y las vistas desde el mirador más alto, maravillosas.

Una visita que resulta de lo más recomendable. Eso sí, no os recomiendo en absoluto comer aquí, nosotros lo hicimos porque se nos echó encima la hora e íbamos con un niño pequeño pero fue desastroso, nos pusieron croquetas congeladas, lasaña precocinada y una pasta con una salsa que sin duda era de bote... una pena...

Si os apetece la visita y queréis ampliar la información, la web del Parque Arqueológico está AQUÍ

4 comentarios:

  1. Pues a pesar de las curvas tiene que ser un camino bien bonito. Lástima de señalización...

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  2. La señalización fatal pero merece la pena

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  3. La señalización fatal pero merece la pena

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