miércoles, 27 de noviembre de 2013

RESTAURANTE MANSO. COMPOSTELA

Hacía tiempo que tenía ganas de probar este restaurante. El año pasado me quedé con las ganas de acercarme con motivo de la celebración del concurso de tapas, y me quedó esa espinita clavada. Un año después por fin pude conocer al establecimiento que actualmente ocupa el local que hace unos años era el Anexo Vilas, en la Avenida de Vilagarcía.
Al entrar en el restaurante Manso, nos encontramos con dos zonas bien diferenciadas, en la planta baja, vinos y tapas y en la entreplanta, separadas por varios escalones, el comedor, amplio, luminoso y muy acogedor.
Aunque las referencias que tenía de este local eran que su punto fuerte estaba en las carnes, lo cierto es que cuando llegó la carta, nos costó muchísimo elegir qué comeríamos, porque en ella había muchas propuestas de lo más apetecible, con toques patrios y alguno que otro más exótico.
Al final nos decantamos por compartir un primero que resultó muy sorprendente, por sabroso, por diferente y por la enorme calidad de las verduras: Verduras
recuperadas de Galicia, pak choi  y huevo encurtido.
Las verduras, como nos comentó el camarero, eran provenientes de La Finca Los Cuervos, que está haciendo un fabuloso trabajo proveyendo a restaurantes de toda Galicia de verduras difíciles de encontrar y cultivadas de manera ecológica. Y vaya si se nota!
Como segundo plato mi marido se decantó por el pescado y eligió un taco de bacalao a la brasa con brandada y guisantes del que no quedó ni media miga.


Yo no quería irme de allí sin probar su tan afamada carne, así que entre las opciones que había en la carta, a cada cual más tentadora, opté por las brochetas de vaca de Bandeira adobadas y hechas a la brasa con espuma de patata y patata chip, maravillosas, una carne tiernísima, jugosa, en su punto justo... una delicia.







Llegada la hora del postre, ya con apenas sitio para nada más porque aparte de los platos fantásticos de los que dimos buena cuenta, llegó una cestita con unos bollitos de pan estupendos y todavía calentitos, imaginaos!

En fin, que nos pedimos un café y lo acompañamos de una cajita de trufas caseras que estaban como el resto, de lujo.



Sólo me queda recomendaros que no dejéis pasar la ocasión de acercaros a este restaurante compostelano, porque realmente vale la pena, y mucho.

6 comentarios:

  1. Me encanta. Me gusta tu tierra, su gastronomía tradicional, pero también esa nueva gastronomía renovada :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es fantástico lo que están haciendo algunos restaurantes por aquí, vale mucho la pena darlo a conocer. Bss!!

      Eliminar
  2. Ea, pues ya te has quitado la espinita. ;-)

    ResponderEliminar
  3. Totalmente de acuerdo contigo, un lugar muy a tener en cuenta!! Bicos.

    ResponderEliminar