lunes, 20 de marzo de 2017

NEUROEDUCACIÓN. FRANCISCO MORA

Me gusta mucho leer libros de divulgación científica, sobre temas que me interesan y que estén contados para que las que, como yo, somos de letras puras, podamos entenderlo sin problema. En un par de conferencias de Mar Romera ella recomendaba el libro de Francisco Mora del que hoy os hablo, así que fue ella la que me llevó a él y a la que agradezco que lo haya hecho, porque me ha gustado mucho, me ha hecho pensar e incluso replantear cosas que creía y que no estaban en absoluto al día. La verdad es que viene muy bien refrescar y leer sobre temas como el de la pedagogía o psicología infantiles, que tanto han evolucionado en las últimas décadas, porque tenemos muchas creencias equivocadas.
La neuroeducación está dando todavía sus primeros pasos, y todavía hay más preguntas que respuestas, pero sin lugar a dudas el avance en el estudio del cerebro siempre tiene que suponer cambios en la forma de motivar y de enseñar a los niños.
"Cognición-emoción es un binomio indisoluble que nos lleva a concebir de cierto que no hay razón sin emoción. Binomio cardinal para entender la esencia de lo que es enseñar y aprender". (pág. 42)
Con esta premisa, el autor nos plantea la importancia que tiene que un profesor de cualquier nivel sepa activar la emoción, la curiosidad, sepa comunicar bien esos conocimientos y llegar al alumno, para que en este se produzcan los procesos necesarios para el aprendizaje, incluso para activar la memoria.
"Hoy se habla de tres de esas habilidades sociales que se aprenden pronto. Habilidades que, por otra parte, serán de importancia sobresaliente para el proceso subsiguiente de educación y aprendizaje en el colegio. La primera es la imitación; la segunda, la atención compartida, y la tercera, la comprensión empática. Los niños aprenden de los demás por imitación". (pág. 47)
"En nuestra cultura, en los colegios, incluso a los niños pequeños, se les enseñan conceptos cognitivamente complejos de modo aséptico, desconexionados tantas veces de significado emocional. Y esto es un error, pues nada se puede llegar a conocer más que aquello que se ama, aquello que nos dice algo." (pág. 67)
¿Tenéis asociado algún conocimento de vuestra infancia a algún momento especial? Yo sí. Recuerdo la tabla periódica de los elementos, que aprendí en 8º de E.G.B. porque el estudio de esta tabla periódica era un momento compartido con mi padre, de los pocos que tengo, porque trabajaba mucho.
De hecho siempre me ha gustado mucho la química, quizá sea en parte por esto que os cuento.
"Hoy comenzamos a saber que nadie puede aprender nada, y menos de una manera abstracta, a menos que aquello que se vaya a aprender le motive, le diga algo, posea algún significado que encienda su curiosidad. (...) Jugar es un medio, una excusa, a través de la cual se aprende porque cada percepción, seguida de un acto motor, es siempre nueva, sobresale de la anterior, y refuerza así la curiosidad. El juego es un invento poderoso de la naturaleza". (pág. 74)

Francisco Mora. Foto: www.elcultural.com
Esto como madre lo tengo clarísimo, jugar, jugar y jugar, sin que haya un adulto que dirija, en todo caso que se integre y siga la pauta del niño. La etapa del juego simbólico, que tanto nos empeñamos en acortar, ha de alargarse al máximo. Me da pena escuchar a las madres de niños de la edad del mío que los suyos ya no juegan nunca.
El libro está más enfocado hacia los profesionales de la educación, y habla mucho del papel del colegio, pero creo que a los padres y madres nos viene muy bien leerlo también, porque al final el colegio, su papel y su forma de funcionar, depende de toda la comunidad, los docentes no han de estar solos.
"En la escuela se aprende no solo a leer, escribir y hacer cálculo y matemáticas, sino a convivir, a vivir temprano en sociedad y sacar con ello otros aprendizajes que son los que permiten luego una buena adaptación social. Por eso se dice que la función de las escuelas no es solo instructiva, sino educativa. Aprender, memorizar y relacionarse con los demás es adquirir capacidades y habilidades que sirvan dentro y fuera del colegio". (pág. 110)
Os recomiendo esta lectura si en vuestra vida o vuestra profesión, tenéis contacto con niños, seguro que en algún momento habrá una frase, un comentario, una experiencia, que os ayudará a relacionaros con ellos o a repensar cómo lo hacéis.
Y repito, soy de letras puras y lo he leído sin problema, así que no es una disculpa no saber nada de estos temas.

1 comentario:

  1. Pues hala, por lo que se ve yo tampoco tendría la disculpa de las letras puras.

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