viernes, 24 de febrero de 2012

TEXTURAS GALEGAS. RESTAURANTE COMPOSTELANO


La semana pasada tuvimos ocasión de ir a comer al restaurante Texturas Galegas, del que hacía unos meses que habíamos oído hablar muy bien y al que nos apetecía muchísimo ir. ¿La disculpa? Nuestro aniversario, seis años ya desde aquel "sí quiero" y un día inolvidable.


El jueves a mediodía nos acercamos hasta allí, y nos dieron la opción de acomodarnos en cualquiera de los dos ambientes que tiene el restaurante. Al local se accede bien desde el hotel Algalia o bien directamente desde la calle. La zona a la que se accede desde el hotel está más recogida y la otra, en la que está la barra y la zona de vinos, es algo más bulliciosa, aunque cuando nosotros estuvimos la verdad es que el ambiente era muy tranquilo, un par de parejas y tres o cuatro mesas más de comidas de trabajo, además de tres personas tomándose un vino.


Teníamos, además de la opción de comer a la carta como es tradicional en cualquier restaurante, el plato del día por 12 euros o bien el menú degustación para dos por 27 euros. En ambos casos, la bebida se paga aparte.


NUESTRA ELECCIÓN



Nos decantamos por el menú degustación, que podía ser o bien entrantes fríos y los platos calientes elegidos por nosotros, o bien a elección del chef. Escogimos esta segunda opción, nos apeteció por ser más original y por el factor sorpresa, claro.



Comimos ensaladilla de gambas y carpaccio de salmón y gambas con queso San Simón de entrantes, y como platos calientes nos pusieron unas zamburiñas (4 unidades muy generosas), hechas al horno, una sartén "gallega", que llevaba revuelto de huevo, grelos, jamón y lacón, zorza con patatas panadera. Todas las raciones eran para compartir y nos resultaron más que suficiente.



A la hora del postre, sí nos sirvieron uno para cada uno, un vaso con macedonia, tarta de queso y espuma de coco, formando unas capas, y con un adornito de caramelo sólido. Muy bueno, fresquito y original.


Todo lo que nos sirvieron nos gustó mucho, estaba perfectamente cocinado y el servicio fue excelente, sin espera entre plato y plato pero tampoco con el siguiente plato antes de terminar el anterior, justo como tenía que ser.
La camarera estuvo pendiente sin agobiar, nos preguntaba a cada plato qué nos iba pareciendo, y la verdad es que nos sentimos muy cómodos.

El restaurante nos gustó mucho, con paredes de piedra, las mesas de madera y unas sillas muy mullidas y comodísimas. Los baños, impecables y sonaba en el ambiente una música de fondo muy agradable que no molestaba en ningún momento.

A la hora de pagar, nos cobraron por el menú y las bebidas (agua y cerveza) un total de 31 euros, nos pareció que la relación calidad-precio fue estupenda, así que os recomiendo este restaurante si tenéis ocasión de visitar Compostela.

El establecimiento está en el casco histórico, peatonal, así que no podemos llegar hasta allí con nuestro vehículo, pero si estamos ya paseando por la ciudad, el llegar hasta allí, por poneros un ejemplo, desde la misma catedral, nos supone unos diez minutos andando, lo que no supone más que un corto paseo.

5 comentarios:

  1. Bueno, bueno, que descripción, se me hace la boca agua.
    Me apunto el nombre, pues en Santiago aun no tengo restaurante de referencia a pesar de haber comido allí unas cuantas veces siempre me ha tocado pagar la "turistada". Aunque ahora que conozco tu blog, antes de salir de casa lo consultaré.
    Feliz aniversario

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  2. Esta muy bien el menú degustación, lo que os cobraron para dos normalmente suele ser el precio de un comensal. No conocía la Tixola, saludos

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  3. Como ya te dije por otros lares, me gustaría pasarme por allí solo para comer lo que comentas, pero ahora viendo las fotos... madre mía!! Lo malo es que me queda taaaan lejos... :(

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