Si hay algo que Luis Zueco sabe hacer a través de sus novelas, es contagiar su pasión por los castillos. Ya lo hizo en El escalón 33, y con El castillo vuelve a confirmar su capacidad de conseguir que los lectores no solamente se metan de lleno en la historia del castillo, visualicen sus torres, muros... Sino que realmente apetezca visitar estas misteriosas edificaciones y ver cómo están hoy día. Os puedo asegurar que tras haber leído las 700 páginas de la novela, me hubiese ido a Loarre sin pensarlo dos veces (¡qué lástima que esté tan lejos!)
Además de la construcción de esta fortaleza militar, ordenada por Sancho III El Mayor, la novela nos va desgranando el día a día de constructores y pobladores de este lugar, así como los enfrentamientos con aquellos que no quieren que Loarre se finalice y gracias a él se consiga avanzar en la conquista de nuevas tierras.
No solamente evolucionan los protagonistas de la historia durante las décadas que se describen (1027 al 1082), sino también los sistemas constructivos y el estilo de bóvedas, capiteles...
"La actividad era frenética en el castillo de Loarre. En pocos días desbrozaron la zona circundante al recinto por su lado interior, donde empezó a construirse la segunda de las torres, la que debía ser exenta. Picar la roca madre para que sirviera de cimientos no fue tarea fácil, y numerosos trabajadores se dejaron gran parte de sus fuerzas en ello. Esa torre albarrana era la que más hombres requería, se estaban movilizando enormes cantidades de sillarejos y mampostería para asentar su base. (pág. 157)
"La clave de toda muralla, torre, castillo, o cualquier otro edificio, es la solidez. Sucede lo mismo en los hombres, unos pueden ser más rápidos, más hábiles, más fuertes, más inteligentes; pero al final, es la solidez de su espíritu la que determina su futuro en la vida". (pág. 157)
"Los días se hicieron eternos, el trabajo era repetitivo y poco agradable, los religiosos hablaban poco, siempre orando. Las gentes que trabajaban las tierras y ayudaban en las obras eran oscuras y poco amigables, incluso había un pobre desgraciado que padecía algún tipo de locura, andaba siempre saltando y riendo." (pág. 316)
"Loarre es más que un castillo, es el castillo, el que debe defender un nuevo reino, el que nos permitirá tomar las ricas tierras del sur que nos arrebataron hace siglos unos infieles, el que devolverá la fe a miles de almas." (pág. 335)
"Fortún miró al cielo en busca de Su Señor, Él debía marcarle el camino. La construcción de aquel castillo era su forma de complacerle, sabía que era su voluntad y por esa razón trabajaba hasta desfallecer. Era Él quien le guiaba cada día, quien dirigía su mano sobre los planos de los pergaminos y le daba fuerzas para dirigir a los hombres a su mando." (pág. 617)
Castillo de Loarre. Foto: www.romanicoaragones.es |
Reconozco que me costó un poco meterme en la historia, y que hasta la mitad del libro la verdad es que Loarre no había conseguido enamorarme, pero termino el libro, como os comentaba, deseando poder verlo y no solamente eso, apreciando lo que supuso para los hombres y mujeres de la época levantar este lugar, el gran esfuerzo, las vidas perdidas, la entrega al trabajo, las motivaciones de todos, nobles, religiosos y pueblo llano. No sólo el cómo sino el por qué de Loarre. Un pedazo de historia y una fortaleza emblemática de la que apenas conocía el nombre y su ubicación.
Os recomiendo no solamente esta novela, sino que sigáis a Luis Zueco, tanto si os gustan los castillos como si no os llaman la atención, porque os hará apreciar lo que significan, algunos de sus secretos, misterios y valor histórico y artístico.
Ya lo creo que merece la pena leerlo. También me entraron ganas de visitar este casstillo. Bss.
ResponderEliminarSin duda, tengo que leer este libro.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Ay! ¡Con lo que a mí me gustan los castillos! Tiene pinta de que me va a gustar. Por lo de ahora, esa foto de Loarre que has puesto, ya me enamoró. XD
ResponderEliminarGracias por compartir tu opinión. Es muy probable que acabe leyéndolo.
Besotes.
Ostras, pues con las ganas que tengo de conocer el castillo de Loarre, tengo que hacerme con este libro seguro; claro, ya sabiendo que me entrarán ganas de visitar el castillo inmediatamente después, jeje.
ResponderEliminarMe gustó mucho este libro. Además como ya conocía el castillo de Loarre lo disfruté el doble.
ResponderEliminarUn saludo.