lunes, 28 de marzo de 2011

AREQUIPA, LA CIUDAD BLANCA

En nuestra estancia en Perú visitamos las ciudades de Lima y Arequipa y esta última nos gustó muy especialmente. La elegimos porque nos pareció muy abordable para pasar tres o cuatro días con nuestro niño pequeño y por su interés cultural y paisajístico. Nuestra visita aquí se produjo en los primeros días del mes de diciembre de 2009.

AREQUIPA

La ciudad de Arequipa, con casi 800.000 habitantes, es la segunda ciudad del país y es conocida como "la ciudad blanca" porque los edificios que cuentan con cierta solera y los monumentos han sido construidos con sillar, una piedra blanca de la zona. Su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000, y he de deciros que no me extraña, porque realmente vale la pena.

Paseando por Arequipa
El centro neurálgico de la ciudad lo constituye la PLAZA DE ARMAS, que además ser el centro de la zona histórica, es punto de reunión de lugareños y foráneos y el lugar en el que se realizan todas las manifestaciones festivas, reivindicativas o de cualquier otro tipo y que tienen lugar en la ciudad.
Es una plaza que siempre está llena de vida, de la mañana a la noche, con gente paseando por su parte central ajardinada, o sentada en alguno de sus bancos, viendo pasar a los vendedores ambulantes de helados, globos para niños, refrescos...
Desde el punto de vista turístico y artístico, la Plaza de Armas es uno de los lugares de mayor interés en la ciudad:
Es una plaza de forma cuadrada, con zona verde en su interior y en el centro de ésta, una fuente de cuatro pisos y una estatua que representa a un soldado del siglo XVI llamado Tuturuto y que era el encargado de dar las noticias a los ciudadanos de Arequipa.
Los lados de este cuadrado están formados por la catedral, que ocupa todo un lateral, y los tres lados que restan presentan soportales en dos pisos: la planta baja suele estar dedicada a comercio y la superior a restaurantes o cafeterías, que ofrecen una vista singular y sin duda digna de ser disfrutada. Os aconsejo que os toméis un refresco, porque en estos restaurantes no se suele comer demasiado bien.
Aquí también se sitúan algunos hoteles pequeños, varios de ellos de cierta categoría, tres o cuatro estrellas.
El lado opuesto a la catedral está ocupado en su mayor parte por el Ayuntamiento de la ciudad, que no es visitable.
Todas las edificaciones situadas en esta plaza están realizadas en piedra sillar, la piedra blanca típica de esta zona.
Por la noche la Plaza adquiere un tono anaranjado con la luz artificial, que también merece la pena conocer, de todas formas y de cualquier color, constituye uno de los lugares más bellos de Arequipa.

LA CATEDRAL


Sin dudas es el monumento de referencia en una visita a Arequipa. El edificio que podemos contemplar hoy día es fruto de varias reconstrucciones, debidas a un incendio, en 1844, un terremoto en 1868 y otro terremoto en el año 2001 en el que una de las torres se derrumbó.
Hoy día luce espléndida y sin marcas de las distintas reconstrucciones sufridas. Tiene una gran puerta de entrada, con una fachada sencilla de estilo neo-renacentista, acompañada por dos torres con campanas, y una de ellas con reloj.
En el interior, nos recibe una nave central y dos laterales en las que predomina la sencillez de las líneas y la calidez de los colores, amarillo suave, blanco y maderas nobles. Hay diversas joyas y ornamentos procedentes de diferentes donaciones europeas.
Una hermosísima catedral que vale la pena visitar, aunque os diré que no lo ponen fácil. A pesar de que la información que consta en guías y páginas web nos hacen pensar en un amplio horario, no es así. Hay muchas misas diarias, y durante las mismas la visita no es posible.
Cuando estuvimos nosotros, la semana pasada, se podía entrar por la puerta del Pasaje de la Catedral (en el lateral derecho) de 11,30 a 13 horas y por la puerta principal de 16 a 17,30 horas, así que si tenéis pensado conocer este templo, ojo al horario.
La entrada es gratuita, y se puede entregar un donativo si se desea.

MONASTERIO DE SANTA CATALINA

Es otro de los "must" de Arequipa. Os aconsejo reservar al menos medio día para esta visita, pues vale la pena, además de que las dimensiones así lo requieren. ocupa toda una manzana de la ciudad, un total de 20.000 metros cuadrados. Una pequeña ciudadela rodeada de un alto muro dentro de la ciudad.
Doña María de Guzmán, una viúda muy adinerada, funda el monasterio en 1580. Las primeras monjas que se unen a la vida monacal provienen de familias muy adineradas, por lo que incluso dentro de los muros del monasterio tienen privilegios, como personal de servicio, y pueden llevar prácticamente el mismo ritmo de vida que antes de ingresar, incluso organizar fiestas.
Hacia 1870 la responsable del monasterio cambia estas antiguas prácticas, en favor de un tipo de vida más austera, más propia de la vida religiosa.
El monasterio, como os decía, una pequeña ciudad, consta de varias estancias, iglesia, capilla, claustros de diferentes usos (por ejemplo hay uno de uso exclusivo de las novicias), huerto, lavandería, cocinas de diferentes tamaños y estrechas callejuelas en las que se sitúan las celdas de las monjas y que tienen nombres de ciudades españolas: Sevilla, Toledo, Granada...
El lugar es sin duda bellísimo, muy cuidado, cuajado de flores, muy tranquilo... En él predominan dos colores: el azul y el rojo. Este primer color correspondía a las zonas de la estancia dedicadas al servicio y las rojas a zonas públicas. Se dice que el motivo principal de la pintura azul es que espantaba las moscas y las zonas de servicios eran las que estaban más sucias debido sobre todo a los animales.
La visita puede realizarse por libre o guiada.

Además de estos lugares que os comento, numerosas iglesias y casonas conforman un casco histórico que vale muchísimo la pena, destacando por ejemplo el Museo del Convento de Santa Teresa, o la Casa del Moral. El barrio de San Lázaro, con sus callejuelas estrechas, es de lo más típico y una vez vista la ciudad, podemos realizar numerosas excursiones a los alrededores, desde la campiña arequipeña al volcán Misti, pasando por el Valle del Colca.
Esta zona de Perú es muy concurrida por los amantes de los deportes de aventura, el senderismo y el montañismo, aunque ya os digo que nosotros fuimos en familia con un peque de dos añitos y disfrutamos un montón.
En cuanto a la seguridad en la ciudad, nos movimos por el centro en todo momento y nos sentimos muy tranquilos, incluso saliendo a cenar fuera. El ambiente es agradable, los arequipeños muy amables y aunque pueda parecer lo contrario por el número de habitantes, el centro histórico es bastante tranquilo.

Sin dudas os recomiendo esta ciudad peruana, quizá poco conocida, pero que vale muchísimo la pena.

Nota: También comimos de fábula, os pongo un par de fotos ilustrativas

4 comentarios:

  1. Tiene que ser un sitio precioso, desde luego.

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  2. Que bonito, no conocía ni siquiera el nombre fíjate....desde luego que por las fotos merece la pena conocer.

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  3. A nosotros tambien nos encanto Arequipa, tuvimos la oportunidad de hacer 2 dias de Trekking en el Canon del Colca, fue barbaro hay que tener mucha resistencia fisica! y la comida tipica arequipena que es una delicia.

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