LA TERRAZA DE CHICOLINO, EXQUISITO

Hace tres años se inauguró en el edificio del mercado en Pobra do Caramiñal el restaurante La Terraza de Chicolino. Pertenece a los mismos dueños del restaurante Chicolino, lugar muy afamado de celebración de bodas, bautizos, comuniones y festejos en general con abundancia y calidad de pescados y mariscos.

La Terraza de Chicolino, a diferencia de su "hermano mayor", es un restaurante pequeño, con gran encanto, tiene una zona de cafetería, y una terraza muy tranquila con vistas a la playa y al puerto, realmente es una gozada sentarse en ella cuando el tiempo acompaña.

Hace dos años tuvimos ocasión de conocer este establecimiento, gracias a una promoción especial de Arousa Norte, consistente en un menú basado en los productos de la zona a un precio de 25€ que incluía bebidas y cafés.

Comimos fenomenal, podréis ver las fotos de los platos: Revuelto de frutos del mar en canastilla de vieira, Ensalada de sardinillas con espuma de patata, Merluza a la romana con filloa de marisco, cebolla caramelizada y crema de guisantes, Carrillera de cerdo con milhoja de patata y bacon y de postre fondant de chocolate con helado de mandarina




A diario ofrecen un menú semanal de 18 € (se elige entre 6 primeros, 5 segundos y 4 postres e incluye bebida, pan y café), el menú degustación de 50€ y la posibilidad de comer a la carta (tienen una excelente selección de arroces). Cuentan con una amplia bodega.

El menú degustación solamente se puede pedir por mesas completas. El que tienen en este momento es el siguiente (os lo pongo para que os hagáis una idea del tipo de comida que se ofrece):

Langostinos fritos en pan chino con salsa ali-oli
Vieiras a la plancha con cous-cous de quinoa y cebolla caramelizada
Pimientos rellenos de salmón y langostinos con salsa de erizos
Salmón al horno con espinacas al ajillo y mousse de cachelos
Tournedós de cerdo ibérico y bacon con foie asado
Tocinillo de cielo con fresas confitadas y helado de piña
Fundente tibio de chocolate relleno de vainilla con helado de mandarina

El ambiente es tranquilo, muy acogedor y el servicio impecable. Salimos con muy buen sabor de boca y ganas de repetir... y vaya si hemos repetido! Este domingo pasado fue el cumpleaños de mi marido, y como hacía un día de primavera precioso decidimos pasarlo fuera, comer y dedicar la tarde a alguna excursión con nuestro niño.

No nos defraudó en absoluto la segunda visita a este local. Esta vez escogimos comer a la carta, era un día especial que merecía un menú especial: Comenzamos con unas croquetas de marisco que prácticamente se comió el peque, le encantaron! y unas navajas a la plancha que además de estar buenísimas eran de un tamaño muy respetable.

Mientras dábamos buena cuenta de los entrantes, acompañados de agua y un Viña Costeira, en la cocina nos preparaban el plato estrella, un arroz con bogavante que estaba de fábula, en su justo punto para poder degustarlo y repetir sin que se pasara, nos encantó a los tres. La ración fue muy generosa, nos tomamos plato y medio los mayores y medio plato el niño.



A la hora de los postres, elegimos una mousse de chocolate y una filloa rellena de crema y toffee que estaban magníficos.

Sin dudarlo os recomiendo este lugar para una velada tranquila, con una comida de excelente calidad y un servicio impecable. Además la zona nos ofrece opciones de ocio para pasar todo el día por allí: justo detrás del restaurante está el museo dedicado a Valle Inclán, frente al local, una playa urbana y un parque con columpios.
Cogiendo el coche podemos subir al Monte Curota, desde donde tenemos unas vistas privilegiadas de la Ría de Arosa o si nos gusta caminar, acercarnos a las piscinas naturales del Río Pedras o las Dunas de Corrubedo.