martes, 29 de abril de 2014

BICO DE XEADO. HELADOS GALLEGOS


Ayer pudimos asistir en un lugar maravilloso como es el Museo do Pobo Galego a la presentación de Bico de Xeado, la marca bajo la cual Granxa O Cancelo ha elaborado unos helados muy especiales.
¿Por qué especiales? Pues porque la leche ecológica con la que se fabrican, la apuesta por los productos de la tierra y el alto estándar de calidad impuesto por la empresa, ponen en el mercado unos helados que, como muy bien nos explicó el cocinero Chechu Rey, se prestan a que los metamos en la cocina y elaboremos con ellos platos dulces o salados fantásticos, no tanto como los que él presentó ayer, eso seguro, pero nos dio muchas ideas y sobre todo supo transmitir que cuando el helado es como este, poco aireado y con una leche de tantísima calidad, con calentarlo al baño maría, obtenemos una crema con la que dejar volar nuestra imaginación y no limitarnos a la bolita de helado en verano. Chechu combinó el helado de nata con queso San Simón, el de fresa con unas pieles de naranja y fresas naturales en vinagre de módena, el de licor café  con hinojo aderezado con unas cookies elaboradas con él mismo, e incluso el guacamole tuvo cabida en sus propuestas, que además de explicarnos pudimos degustar.
Bico de Xeado oferta una gama de sabores amplísima: fresa, plátano (elaborado con Plátano de Canarias), chocolate, limón, manzana, vainilla, turrón de Jijona, yogur, licor café, nata o dulce de leche.

Las propuestas de Chechu Rey
Podéis consumir estos helados en varios formatos, desde la tarrina de 155 ml hasta la de 2 litros. En la web están los puntos de venta, que van aumentando en toda Galicia y ojalá pronto en el resto de España, porque cuando se apuesta por la calidad el éxito está asegurado.
Os animo a probarlos y estoy segura de que no os defraudarán, yo ya he fichado el punto de venta más próximo a mi trabajo en La Cesta, Rúa do Franco, Santiago de Compostela, y más de una tarde de vuelta a casa me pasaré por allí para darme un gusto al cuerpo, seguro!
La idea de confeccionar algún postre con la crema de helado también me la he apuntado porque algo haré... Me rondan varias ideas con el de licor café.


Degustación para el público asistente


miércoles, 23 de abril de 2014

UN ABRIL ENCANTADO

A raíz de la recomendación de Carmen, del blog Carmen y amig@s, me fijé en este libro y tu título evocador. No así la portada, lo confieso, que me resultó un poco ñoña... Tuve la suerte de que en mi biblioteca habitual lo tenían, así que no lo dudé y me sumergí en las páginas de Un Abril Encantado, y qué mejor día para compartir esta lectura que hoy, el Día del Libro.
Elizabeth Von Armin nos traslada a los años veinte, que fue cuando se publicó la novela y cuando transcurre la historia que se cuenta en ella. 
El protagonismo recae sobre varias mujeres que tienen algo en común: desean, por diferentes motivos, evadirse, huir de su vida cotidiana en Inglaterra.
Lottie Wilkins es una mujer casada que ronda los cuarenta años y que resulta invisible para su marido, un reputado abogado volcado en su trabajo y en su vida social sin ella. Un buen día Lottie ve en el periódico un anuncio que llama mucho su atención: Se alquila castillo medieval en Italia durante el mes de abril. Se incluye personal de servicio y la oferta es tentadora. El concepto de Italia en primavera, tiempo para ella, es realmente seductor, pero no se atreve ni económicamente puede ir sola.
Habla con Mrs. Arbuthnot, ayudante del vicario del pueblo, a la que apenas conoce, pero que intuye que al igual que ella, Rose vive una vida gris de la que querría desprenderse un tiempo.
Como entre las dos no podrán costear el alquiler, se atreven a poner un anuncio para buscar más inquilinas y así no tener que renunciar a su sueño, un acto impensable en la época en la que se desarrolla la historia, lo que es signo de la cierta "desesperación" de estas mujeres por poner tierra de por medio.
Finalmente se reúne un grupo de cuatro mujeres, pues se unen Mrs. Fisher, una mujer bastante mayor y asocial que sólo desea estar sola y tranquila y Lady Caroline Dexter, una joven hermosísima de familia adinerada que sólo desea ser anónima por un tiempo y que ningún hombre le tire los tejos.
Una vez llegan a Italia, poco a poco el ambiente se va adueñando de todas ellas. El sol, el aroma de las flores, la tranquilidad, la vida relajada, hace que poco a poco se vayan abriendo un poco más, dándose cuenta de lo importante, relativizando, de manera que su relación, tirante en un principio, se va tornando más armoniosa, y realmente se sienten felices en la campiña italiana.
Elizabeth von Arnim
Lottie incluso cae en la cuenta de las virtudes de su marido, al que echa de menos y llega a invitar al castillo para compartir con él estas nuevas sensaciones.
En Un Abril Encantado digamos que no pasan cosas al modo habitual, lo que pasa es el tiempo y el tiempo obra cambios en cada una de las mujeres que habitan el castillo. Es una narración pausada, tranquila, que se apoya mucho en todo lo sensorial, sonidos, olores, colores, sabores... y en los pensamientos y evolución interior de los personajes, con caracteres muy marcados y muy diferentes entre sí, pero que finalmente consiguen un buen entendimiento.
Es una lectura entretenida y agradable, una historia que podría tener lugar en cualquier otro momento porque las mujeres aquí presentes representan estereotipos que todavía se dan ahora o se han dado hace treinta años.
En fin, un descubrimiento grato que sin apasionarme, ha sido una lectura muy evocadora y agradable.
La novela fue llevada al cine, con el mismo título, en el año 1992. 

miércoles, 16 de abril de 2014

A ILLA DE AROUSA EN AUTOCARAVANA

El pasado fin de semana por fin llegó a Galicia la tan ansiada primavera, con un maravilloso regalo en forma de cielo azul y 25 grados de temperatura. No podíamos quedarnos en casa! El niño se moría por ir a la playa, así que aprovechamos para hacer una escapadita a una maravillosa isla en la ría de Arousa a la que debíamos una visita en condiciones. 
La última vez que estuvimos fue el pasado mes de septiembre, cuando por cortesía de Amare Turismo pudimos disfrutar de la Ruta de las Artes de Pesca y maravillarnos con el entorno natural de este rincón de Galicia. Como en aquella ocasión el tiempo no acompañaba, se nos quedó en el tintero volver y lo hemos hecho.

Puerto de Xufre

Fuimos en autocaravana, y una vez allí, optamos por estacionar y pasar la noche cerca del puerto de Xufre, pero hay otras muchas opciones para autocaravanistas. Junto al puerto deportivo hay una gran explanada donde se puede pernoctar, y la Playa de O Bao es perfecta para ir con niños pequeños: tiene un amplio aparcamiento pegadito a la playa y un enorme parque infantil. A lo largo de sus 700 metros una pasarela de madera posibilita también el paseo, y pasa por aquí el carril bici, que recorre unos 9 km en toda la isla.

Playa de O Bao
Además de los cámpings de A Illa de Arousa, junto a la playa de O Bao hay un área privada de autocaravanas, una gran explanada de hierba de 10.000 metros cuadrados con todos los servicios, donde había el pasado fin de semana al menos 20 autocaravanas aparcadas. Se llama "Arosa Surfcamp".
Una vez instalados, tenemos múltiples opciones de rutas y deportes náuticos. La empresa Piragüilla cuenta con muchas actividades para todas las edades. Os recomiendo la ruta en kayak a la isla Areoso. 
Si llevamos la bicicleta, como os decía antes, hay un carril bici y el terreno es muy fácil de recorrer. Un paseo maravilloso junto al mar disfrutando de la belleza de los arenales de A Illa de Arousa.

Parque Natural de Carreirón
Para los aficionados al senderismo el Parque Natural de Carreirón es una cita imprescindible, con sus pequeñas playas de arena blanca, sus pinares, las aves que lo habitan (hay dos casetas para observarlas) y ese espacio intermareal espectacular y riquísimo en biodiversidad.
El Mirador de Con do Forno o el Faro de Punta Cabalo también merecen una visita.

Cena en A Meca
Y como no podía ser menos, la gastronomía aquí no puede pasarse por alto, con unos pescados y mariscos de primerísima categoría. Como amantes de la buena mesa que somos, nos acercamos a dos locales: el sábado cenamos junto al puerto de Xufre, en A Meca, una taberna marinera que ofrece los productos del día con una sencilla elaboración: tomamos pulpo á feira, navajas y salpicón de rape. Todo buenísimo, aunque una pequeña pega sí encontramos, y es que para estar en Galicia las raciones nos parecieron justitas. De postre, el tan alabado flan de queso y mi marido se tomó un flan de orujo que estaba más rico si cabe. El trato encantador, muy familiar, nos sentimos muy a gusto.
Este establecimiento nos ofrece la opción de encargar la comida para llevar, una opción estupenda para autocaravanistas.
Croquetas de pez espada y langostinos y parrillada en La Salga

Al día siguiente comimos en A Salga, un restaurante cuya especialidad es el pez espada, que probamos en croquetas con langostinos y nos encantó, unas croquetas que jamás habíamos probado y que pasarán a la amplísima colección familiar, porque es un plato imprescindible para el peque.
Tras las croquetas pedimos una parrillada de pescados y mariscos para compartir, estupenda y muy abundante. Comimos los tres perfectamente con esto. Y sí, lo confieso, pedimos postre ya por gula... Me tomé una tarta de queso casera que os recomiendo encarecidamente.
Como podéis ver, un lugar con muchísimas posibilidades, y que no debéis dejar pasar en vuestra visita a Galicia, seguro que os enamoráis como nosotros.






martes, 8 de abril de 2014

EL PACIENTE

Hace unas semanas leí el último libro de Juan Gómez-Jurado, un regalo de Navidad de una amiga, que desde luego acertó de pleno.
Conocía a este autor por haber leído El Emblema del Traidor, y no tenía duda alguna de que su última propuesta literaria iba a gustarme. Necesitaba una lectura entretenida y fácil y me pareció una apuesta segura.
La acción de El Paciente transcurre en Estados Unidos (un país en el que el autor tiene muchísimo éxito con sus novelas), donde el neurocirujano David Evans, que hace poco que ha perdido a su esposa, además de tratar de reorganizar su vida con su niña pequeña, se ve metido en un dilema tremendo: Ha sido secuestrada Julia, su única hija, y el que la retiene no dudará en asesinarla si el Dr. Evans no accede a asesinar al presidente del país en una mesa de operaciones.
La novela transcurre en tan sólo unos días, en los que viviremos hora tras hora la creciente desesperación del doctor, que intenta por todos los medios salvar a Julia sin que nadie tenga que morir.
Además de esta historia principal, conoceremos la relación de David con sus suegros, que en cierto modo le considera responsable del fallecimiento de su mujer, el brete en el que pone a su cuñada, agente del FBI, al pedirle ayuda, y su debate interno por sentirse culpable por no pasar todo el tiempo que debería con su pequeña.
Los personajes son muy veraces, así como la relación entre ellos, y el autor sabe configurarlos a la perfección, así como narrar con un estilo muy cinematográfico que hace que enseguida nos metamos en la trama y vayamos queriendo saber más y más. Aunque solamente he leído una novela de Gómez-Jurado antes de esta, creo que precisamente en eso destaca este escritor a la hora de plantear sus historias.
La narración parte del doctor Evans, que sabemos desde un principio que se encuentra en el corredor de la muerte, aunque esto no resta un ápice de emoción al relato y aporta su reflexión a toro pasado de lo acontecido, así como su vivencia y sus pensamientos cuando sucedían los hechos.

Una lectura amena, con una reflexión de fondo que no resulta nada fácil: ¿de verdad valoramos a la familia en el día a día? ¿lo darías todo por un hijo y a costa de qué?
Está muy bien documentada (de hecho el autor agradece la ayuda de especialistas en neurocirugía) y que no dudo en recomendaros, os hará pasar unas horas muy entretenidas.
En la página web del autor, podemos leer además que en Hollywood se hará una versión de esta novela para la gran pantalla. Si lo hacen bien, será una película para no perdérsela, creo que se presta para una película muy emocionante y entretenida.
Si os apetece comentarle al autor vuestras impresiones, ha tenido el detalle de incluir al final del libro su cuenta de Twitter y su correo electrónico, como os decía, una persona a la que es fácil llegar.

domingo, 6 de abril de 2014

EN AUTOCARAVANA. CASTRO CALDELAS Y OURENSE

Este año por tierras gallegas ha sido más que generoso en nieve, un motivo más que bueno para pasar un par de días autocaravaneando... camino de Manzaneda. Se puede pernoctar en la Estación de Montaña sin problema, siempre y cuando no necesitemos vaciar depósitos de aguas, aunque optamos por instalarnos en el área de autocaravanas de Castro Caldelas, a menos de una hora de Manzaneda.

Vista del AC desde las escaleras de acceso al pueblo
En la pequeña población de Castro Caldelas encontraremos el área en una zona muy tranquila, a un paso del centro, al que se puede acceder por unas escaleras directamente desde la zona de aparcamiento. Tiene servicio de vaciado de aguas negras y grises y llenado de agua limpia, cuenta con ocho plazas disponibles.
Fuimos en el mes de febrero y no sé si de cara a la temporada alta la zona estará un poco mejor mantenida, pero el alumbrado público no funcionaba y se veía la zona un poco descuidada. Pegado aquí hay un parque infantil, que también necesitaba un lavado de cara, y sale un sendero perfectamente señalizado que recorre el Parque Natural A Devesa, con una pintaza, aunque no pudimos comprobarlo porque el tiempo no acompañó nada de nada...
Para llegar aquí os aconsejo que os fijéis bien en la señalización, pues a la entrada del pueblo aparece el cartel en un formato, el clásico azul, y luego nos indican el desvío con una señal más pequeña y que nos hizo despistarnos en un principio.

Detalle del AC de Castro Caldelas
Pasamos dos noches aquí, ambas tranquilísimas. La primera de ellas estuvimos solos y la segunda éramos ya cuatro familias autocaravanistas. Se ve que con la llegada del carnaval muchos nos animamos a salir a la carretera a pesar del tiempo.
Por cierto, no dejéis Castro Caldelas sin daros un paseo por el centro y sin probar la bica artesana que se hace aquí y que venden en varios establecimientos.

Ya de vuelta a casa hicimos una parada en Ourense, ciudad que todavía no cuenta con área de autocaravanas, aunque todas se sitúan en la misma zona: a orillas del miño justo frente a las Termas de Outariz, a las que se puede acceder por un pequeño puente. La zona es bastante amplia y lisa, no necesitaremos los calzos, y también estuvimos muy tranquilos. Aquí sí notamos mucha afluencia, éramos no menos de una docena de autocaravanistas. A pocos metros si os apetece no cocinar, hay un restaurante llamado La Bull, con zona exterior y parque infantil.
Pasamos una jornada fantástica, con baño nocturno en las termas y paseo matinal junto al Miño, que este año iba llenísimo.

Instalados en Ourense
Para acceder a esta zona que os comento, tenéis que seguir la señalización a la zona de aparcamiento de las Termas de Outariz, pues donde están ubicadas está prohibido acercarse con el coche y hay que aparcar del otro lado del río. Por lo que nos comentaban, todo el año suele haber aquí autocaravanas estacionadas, y es fácil llegar.
Si necesitáis vaciar aguas o llenar, en la gasolinera que está junto a este aparcamiento os ofrecen estos servicios de manera gratuita siempre y cuando hagáis algún tipo de compra en la tienda, repostaje, bombonas...

martes, 1 de abril de 2014

UNA SEMANA DE VACACIONES

En una de mis visitas a la biblioteca, me llamó la atención la portada y el título de esta brevísima novela. A Christine Angot no la había leído antes, ni siquiera conocía su afamada novela El Incesto. Seguramente de haber sabido de ella no hubiese llegado a mis manos esta otra de la que hoy os hablo porque, lo reconozco, no soy amante de la literatura erótica, no me llama la atención el género como tal, pero en las apenas 100 páginas de esta novela, Christine Angot hace mucho más que literatura erótica.
Si bien es cierto que el sexo es el personaje principal de la novela y está presente en todo momento de una forma explícita y con todo detalle, también lo es que la historia nos cuenta sin hacerlo cómo son y cómo se relacionan los personajes, un hombre en la cincuentena que pasa una semana de vacaciones en un pequeño pueblo francés con una chiquilla de apenas veinte años, sobre la que ejerce un dominio mental absoluto que lleva al plano físico.
La escritora sufrió abusos por parte de su padre cuando era niña, por lo cual, tanto en El Incesto como en Una Semana de Vacaciones pone en primer plano esas relaciones en las que uno de los implicados está en un plano de inferioridad y en las que el otro ejerce su poder sin apenas restricciones. Él quiere que ella le llame papá ¿son padre e hija? No queda claro, pero lo que sí está claro es que, incestuosa o no, esta relación no se produce en un plano de igualdad.
Él no deja de adularla, llevarla a restaurantes caros y comparar sus carnes prietas y suaves con las de su mujer, en las que se nota ya el paso de los años. Le susurra al oído que todas las cosas que le está enseñando sobre su propio cuerpo y el placer que puede dar, son un tesoro que le hará más feliz en el futuro... Pero ella "Planea, para la mañana siguiente, durante el desayuno, en el momento en que él se fume el primer cigarrillo, en la cocina, pedirle como prueba de amor que no haya gestos físicos en todo el día" (pág. 65). Y esto no ocurrirá, por supuesto, porque en su papel de dominador, además de todas estas frases también le recuerda que es una cría inmadura e ignorante que no está a su altura ni lo estará nunca.

Un texto que la autora confiesa haber escrito casi del tirón, que se lee con el corazón en un puño, con los cinco sentidos y sintiendo admiración por la maestría de la pluma a la vez que angustia por el sufrimiento de una mujer que empieza su vida.
«Un texto asombroso, una experiencia de lectura extraordinaria. En el instante de cerrar este breve volumen, tenemos la certeza de haber leído un libro inmenso» (Sylvain Bourmeau, Libération).
«Un texto poderoso, que lleva la prosa hasta los límites de lo que puede ser dicho» (Nelly Kaprièlian, Les Inrockuptibles).
«La escritora explora a fondo la perversidad de su padre. Una historia implacable y alucinante... Un libro duro, metálico, que nos atrapa hasta el final. Sin duda, el mejor que ha escrito hasta la fecha» (C. Ono-dit-Biot, Le Point).