lunes, 30 de mayo de 2011

RESTAURANTE FILIGRANA, CON LOS CINCO SENTIDOS


En el año 2009 abría sus puertas en Compostela, a unos 3 km del centro, un hotel de 4 estrellas ubicado en una antigua fábrica de curtidos y próximo a una tranquila urbanización de adosados, Quinta da Auga.
Parte de mi infancia transcurrió en esa zona, donde vivía mi abuela, así que en cuanto supe de la apertura de este local, tomé buena nota para ir a conocerlo en cuanto tuviera ocasión, para lo que esperé unos cuatro meses.
Mi primera visita fue en familia, con mi padre, mi hermana y su pareja, mis sobrinos, mi marido y mi niño. Me gustó tanto que repetí con mi marido y mi niño en otra ocasión y me gustaría compartir con vosotros mi experiencia en un lugar con muchísimo encanto y que os aconsejo sin dudar.

El hotel como os comentaba está en una antigua fábrica de curtidos. La restauranción del edificio me pareció perfecta, la decoración acertadísima y el ambiente maravilloso, con espacios verdes, estancias amplias y muy acogedoras, piedra vista, maderas...
El personal, amabilísimo y muy dispuesto a contestar a cualquier curiosidad. Nos dejaron ver parte de las instalaciones sin ningún problema.


EL RESTAURANTE


La carta no es extensa, pero lo cierto es que todo lo que probamos estaba exquisito, lo que hacen lo hacen de forma espléndida.
El restaurante tiene zona de fumadores y no fumadores, totalmente apartadas y sin interferencias. Tienen trona para bebés, algo importante para los que vamos en familia, y el ambiente es de lo más tranquilo y acogedor, con colores suaves, muebles de madera, varios espejos y piedra a la vista. Una mezcla de lo moderno con lo rústico de lo más acertada.

A la hora de comer, el día que fuimos toda la familia optamos por pedir unas croquetas caseras de lacón, empanada de maíz y ensalada de tomate raff y queso fresco artesano para empezar. De segundo, arroz con rape y almejas para todos. Y de postre, filloas rellenas de arroz con leche, tarta de queso y bizcocho de chocolate con helado de té.

Nos pusieron una tarrina de salpicón de pulpo y unas mantequillas variadas caseras mientras esperábamos.
Todo estaba delicioso, dimos buena cuenta de la comida, acompañada de un par de cañas, aguas y una botella pequeña de albariño.
Por todo ello pagamos 127 €. Eramos 4 personas, así que no me pareció un precio en absoluto excesivo para lo bien que comimos y el lugar en el que estábamos. El servicio muy bueno y pendiente de nosotros y nuestros peques (íbamos con 3 enanos!!)

El hotel se encuentra junto a un río, al que nos podemos acercar por un senderito, y al lado de una urbanización muy tranquila, por lo que el descanso está completamente asegurado.
Se puede llegar hasta las proximidades (calculo que a unos 100 metros) con autobús urbano.
Los dos días que estuvimos aquí había bastante gente, muchas parejas con niños, familias, grupos de amigos de mediana edad, bastante animado pero tranquilo, realmente agradable, un lugar para tener en cuenta en la visita a Compostela.

viernes, 27 de mayo de 2011

HOTEL REAL PALÁCIO, LISBOA. FANTÁSTICO


El pasado mes de abril tuvimos ocasión de alojarnos durante tres noches, en régimen de alojamiento y desayuno, en este hotel de cinco estrellas de la capital portuguesa. No era el hotel que habíamos reservado en primera instancia, pero por problemas surgidos en el hotel al que íbamos (el famoso overbooking que os comenté en otra opinión) , terminamos en este del que os hablo mi marido, mi niño de tres años y yo misma. El hotel era de la misma cadena que el que teníamos reservado, sólo que el nuestro no era de cinco, era de cuatro... En eso salimos ganando, pero vaya, que no nos hizo ninguna gracia llegar a Lisboa a las once de la noche y encontrarnos con tener que cambiar de hotel.



NUESTRA HABITACIÓN


La habitación era muy acogedora y amplísima. Teníamos instalada la cuna del niño y aún así sobraba espacio para moverse por la habitación. A pesar de estar el suelo enmoquetado, algo que no suele gustarme porque soy alérgica a los ácaros, puedo decir que en el tema limpieza todo fenomenal.

Teníamos una mesa de escritorio donde estaba puesta la tele, de tamaño normalito, podía ser un poquito más grande... (en esto los hoteles en general fallan bastante) y donde se encontraba la conexión a Internet, por cable. No tienen wifi en las habitaciones. En nuestro caso no tenía importancia porque tampoco necesitábamos el portátil a todas horas, íbamos de turismo, pero es algo incómodo porque el cable no llegaba ni para sentarse en la cama.
El cuarto de baño era bastante amplio también, con la única pega de que la bañera tenía cortina, un detalle que no me gusta, me parece mucho más higiénica la mampara. La grifería no era modernísima, ya iba pidiendo un cambio, aunque funcionó a la perfección. Las amenities correctas, iban reponiendo todos los días. Me llamó la atención que sólo pusieran un botecito de gel por día, teniendo en cuenta el tamaño y que éramos tres en la habitación... tuvimos que usar el que llevábamos nosotros.

La cama, además de grande, era muy cómoda, el colchón firme sin resultar duro y las almohadas perfectas. Había carta de almohadas en caso de no gustarnos las que nos habían puesto.
El hotel era precioso, con varias zonas comunes muy confortables y acogedoras (nos encantó la sala de lectura), así como un patio interior donde había mesas de la cafetería y que estaba destinado a fumadores, de manera que no se recargaba en absoluto el ambiente.

En recepción el trato fue fantástico y el personal realmente eficaz y amabilísimo.



GASTRONOMÍA EN EL HOTEL


El desayuno de diez, al llegar había una persona en la puerta del comedor que tomaba nota del número de personas y nos acomodaban en una mesa, a la que se nos acompañaba.
Podíamos utilizar trona para el niño, aunque no nos hizo falta.
En cuanto a la variedad, para todos los gustos, tanto en dulce como en salado, variedad de frutas frescas, panes, bollería, tortitas y dulces caseros, yogures, fiambres, quesos (conté hasta ocho diferentes, mi niño se puso las botas, es muy quesero!), revueltos, tortillas de varios tipos, salchichas, bacon... Vamos, que realmente había para todos los gustos y colores y abundantísimo.
Los cafés, tés, chocolate, infusiones... se servían en la mesa, pero también había la opción de acudir a uno de los termos y servirse uno mismo.
Desayunamos fenomenal, muy bien atendidos y en un salón precioso.
Utilizamos la cafetería del hotel para cenar en una ocasión algo ligero y, aunque nos gustó mucho la comida, el servicio, siempre amable, resultó lentísimo, ya no sólo para un hotel de esta categoría, en términos generales. Tardamos casi dos horas en poder cenar unas ensaladas y una sopa para el niño, vamos, lo que se tarda en dos platos, postre y sobremesa.

Una noche cenamos en el restaurante del hotel. Ofrecen una cocina tradicional pero modernizada y aligerada. Nos dejamos aconsejar en cuanto al vino y realmente nos aconsejaron bien. El niño quiso un puré de verduras, que no estaba en la carta, y no hubo inconveniente en que nos lo hicieran, llegaron con un puré de zanahorias buenísimo, un detalle que es de agradecer.
Nosotros nos decantamos por un pescado que no podía estar más fresco y a la hora de los postres, triunfó la selección de dulces conventuales. Fenomenal, pero de nuevo el servicio fue muy lento, y eso que solamente había tres mesas ocupadas.



SITUACIÓN DEL HOTEL


El hotel está muy bien situado si se busca tranquilidad cerca del centro. Las calles que rodeaban al establecimiento la verdad es que estéticamente no eran gran cosa, pero estábamos a tres minutos a pie del metro, de un centro comercial y varios restaurantes.
Si se quiere, incluso se puede ir dando un agradable paseo al centro de la ciudad, no llevaría más de media hora. Muy cerquita del hotel hay también un gran parque, que desafortunadamente no pudimos conocer porque la lluvia no nos lo permitió...

En resumen, un hotel en el que estuvimos muy cómodos y que como única pega pondría que el servicio es muy lento.
No puedo deciros nada del precio, al no ser éste el hotel al que íbamos. A nosotros nos salió genial, claro, porque nos respetaron las condiciones del hotel anterior y nos salió en poco más de cincuenta euros la noche, una ganga para este hotel, desde luego!!

martes, 24 de mayo de 2011

ME GUSTA TU BLOG!


Me ha hecho muchísima ilusión el premio otorgado por mi fielísima seguidora Espe desde su blog tabernaliteraria. Nada menos que "Me encanta tu blog", que por supuesto es correspondido.

Este premio me obliga a contestar un cuestionario que os dejo encantada aquí:


1. ¿POR QUÉ CREASTE EL BLOG?


Me gusta mucho compartir mis experiencias en lugares nuevos, mis impresiones sobre libros, obras de teatro (sobre todo infantiles, que son las que frecuento) y otros temas. Por eso desde hace un par de años más o menos soy usuaria de páginas como Ciao y Trivago. Se me ocurrió lo del blog para organizar todas estas cosas y a la vez salir del círculo de usuarios de estas páginas y llegar a más personas.


2. ¿QUÉ TIPO DE BLOGS SIGUES?


Pues un poco de todo, literarios, de temática infantil, por supuesto los de amigos, de viajes...


3. ¿TIENES ALGUNA MARCA PREFERIDA DE MAQUILLAJE?


Bueno, yo de estas cosillas tampoco ando muy puesta, la verdad, me gusta probar y no soy nada fiel a ninguna marca, como baratita ELF, alguna cosilla buena a buen precio, de Tous, YSL, Vichy...


4. ¿Y DE ROPA?


Pues la verdad es que no, me gustan muchas marcas y también "no marcas", quiero decir que puedo ir a tiendas donde me gusta la ropa y que no sean de marca conocida. En general busco estar cómoda, sentirme bien y disimular defectillos, imagino que como todo el mundo.


5. ¿TU PRODUCTO DE MAQUILLAJE IMPRESCINDIBLE?


Lo único que llevo siempre es labial, últimamente gloss


6. ¿TU COLOR FAVORITO?


Para vestir me decanto mucho por los azules, en otras cosas me gusta mucho el rojo.


7. ¿TU PERFUME?


Varío mucho de perfume, según la estación del año, mi estado de ánimo, si voy más o menos arreglada... en general me gustan las fragancias frescas, los cítricos, los florales (sin pasarse, claro)


8. ¿LA PELÍCULA QUE MÁS TE HA GUSTADO?


La verdad es no soy demasiado cinéfila, hay actores y actrices que me gustan mucho y a los que procuro ver, pero soy la típica que ve una película, la disfruta si le gusta, pero después me olvido de ella, no me ocurre como con los libros, que sí los recuerdo, puedo recomendar a amigos...


9. ¿QUÉ PAÍSES TE GUSTARÍA CONOCER Y POR QUÉ?


Me ha fascinado Perú, y me quedé con ganas de conocerlo más, Costa Rica, por su naturaleza maravillosa, Egipto, no hará falta explicar más..., Argentina de cabo a rabo, sobre todo la zona de glaciares, que me llama poderosamente la atención por su silencio, sus colores, por ese paisaje tan distinto a todo...


10. ¿CUÁL ES EL SECRETO DE LA FELICIDAD?


Precisamente ayer me lo decía mi marido, que no hay que buscar la felicidad con mayúsculas, sino disfrutar de los pequeños momentos que la vida nos va regalando, una tarde en buena compañía, la última ocurrencia de nuestro hijo, ese restaurante fabuloso en el que comimos tan bien, la primera flor del camelio de nuestro pequeño jardín...



11. LA ÚLTIMA PREGUNTA ES LIBRE... COPIARÉ A ESPE, QUE HABLÓ DE SUS HOBBIES, ME GUSTA EL TEMA


La lectura sin duda es una de mis pasiones, durante una temporada con un bebé por casa la verdad es que apenas leía, pero ahora he retomado y estoy encantada, no me van a llegar todos los años que viva para leer todo lo que me interesa, estoy acabando un libro y ya tengo tres o cuatro añadidos a la interminable lista de libros que quiero leer!

Viajar me fascina, me encantaría poder hacerlo mucho más, procuro hacerlo todo lo que puedo, excursiones, escapaditas o viajes más largos o al extranjero... me vale todo!! Me encanta conocer sitios, cambiar de aires, hablar otros idiomas, probar comidas...

Y desde luego esto de Internet me encanta, tengo mi humilde blog, soy usuaria de varias páginas de opinión, estoy en Facebook y gracias a Internet también he conocido a gente estupenda, sobre todo a mis mamis! siempre están ahí, apoyándome, aconsejándome, ayudándome...


Y por último mis nominados:

Ainhoatodoamano Unas manos maravillosas
Devoradoradelibros Fuente inagotable de buenas lecturas
Espemigratoria Anécdotas, viajes
Librosquehayqueleer-Laky Cómo no, libros y más libros!
Mamisybebes Todo el mundo de los más pequeños, con ideas maravillosas y útiles para todas las mamás
Rodricano Más manos maravillosas

lunes, 23 de mayo de 2011

TARA ROAD, UNA CASA EN IRLANDA


Este libro llegó a mis manos a través de Bookmooch y lo pedí porque me llamó mucho la atención el título y la portada. Como no perdía nada al pedirlo (es gratis total), y a pesar de no tener referencia alguna, decidí hacerlo.

Me gustan mucho las historias protagonizadas por mujeres y Tara Road lo está por partida doble, a uno y otro lado del Atlántico, dos mujeres muy diferentes, con una manera de entender la vida totalmente dispar, pero que contra pronóstico se unirán y cada una de ellas terminará siendo muy importante para la otra.


MAEVE BINCHY



Esta es la escritora que nos regala la historia de Ria y Marilyn. No la conocía en absoluto, aunque ha escrito varios libros más. Nació en Dublín, donde sitúa a una de las mujeres de esta historia, y antes de dedicarse a la literatura ejerció como maestra y periodista.
La mayoría de sus historias se sitúan en su tierra natal y escribe novelas, relatos cortos, ensayos y obras de teatro. Sin duda fue Tara Road (del año 2004) su mayor éxito editorial, con los primeros puestos de ventas en Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. Fue además llevada al cine en 2007, protagonizada por Andie Mac Dowell y Olivia Williams, aunque la verdad es que el estreno debió ser bastante discreto, yo no recuerdo en absoluto haber oído nada sobre esta película...



TARA ROAD: UNA CASA EN IRLANDA



Maria Lynch, Ria para todos sus amigos y conocidos, vive en una enorme casa de estilo victoriano en un barrio de Dublín que cada día que pasa se va revalorizando y adquiriendo prestigio. Vive con su marido, Daniel, que trabaja en el negocio inmobiliario, y con sus dos hijos, Annie, una rebelde adolescente y Brian, blanco de las burlas de su hermana continuamente, el incomprendido hermano menor y bastante bocazas.
Ria vive feliz en Tara Road, su marido trabaja duro para poder ir poco a poco arreglando la casa, llenándola de muebles antiguos que a ambos les gustan, con la cocina llena de amigos entrando y saliendo y una excelente relación con todo el vecindario.

Pero resulta que un buen día todo el mundo de Ria se desmorona cuando su marido le confiesa que tiene otra relación y la abandona. Ria se siente completamente perdida, no entiende qué ha podido suceder, por qué no ha visto venir las cosas, ella ama profundamente a Daniel y en ningún momento había sospechado que él no fuera feliz en Tara Road.

Marilyn Vine es estadounidense, una mujer algo más madura en años que Ria, independiente, muy celosa de su intimidad, con muy poca relación con vecinos y compañeros de trabajo en la Universidad, donde es profesora. Centrada en su vida profesional y bastante aparta de la vida social.

Marilyn sufre un terrible revés con la pérdida de su único hijo, de la que se siente profundamente culpable. Se distancia enormemente de su marido y atraviesa una crisis vital muy honda.
Tras un intercambio telefónico las dos mujeres deciden intercambiar sus casas durante todo un verano, julio y agosto, de modo que Marilyn irá a Dublín y Ria a Estados Unidos. Dos mujeres muy distintas, dos maneras de ver la vida e incluso dos ambientes muy diferentes en los que se mueven en su día a día.

El cambio de lugar, de relaciones y la posibilidad de desconectar de su día a día hacen que ambas evolucionen mucho y realicen un cambio que de otra manera sería impensable, un cambio que a ambas les hará reanudar una nueva vida.

Tara Road es una historia de felicidad, sufrimiento, amistades buenas y no tan buenas, amor y desamor, alegrías, ilusiones... un libro que sin duda os recomiendo si os gustan este tipo de historias, Maeve Binchy nos traslada esta con una gran sensibilidad y un estilo ameno sin dejar de profundizar en los dos personajes principales, que resultan apasionantes.

sábado, 14 de mayo de 2011

APARTHOTEL REAL RESIDENCIA, LISBOA


Cuando llegamos a Lisboa tuvimos la desagradable sorpresa de un overbooking en el hotel que habíamos reservado, que nos desvió la primera noche a estos apartamentos de cuatro estrellas, donde estuvimos en régimen de alojamiento y desayuno.

La primera impresión al llegar es que el edificio es bastante pobre, dejamos el coche en el aparcamiento de la parte de atrás, que no era cubierto, y la verdad es que no nos causó buenas sensaciones. Al llegar a la recepción, minúscula, nos sorprendimos bastante porque en un cuatro estrellas esperábamos al menos más amplitud... El recepcionista, que sabía que íbamos cansados y disgustados por el incidente, fue muy amable, nos facilitó un plano de la ciudad y nos dio una información básica sobre las paradas de metro más cercanas.

Tuvimos que subir al apartamento en dos tandas, porque los ascensores eran minúsculos. Los pasillos nos parecieron muy estrechos y las puertas de acceso a los apartamentos están pidiendo a gritos que las cambien... Al entrar la sensación mejoró bastante porque el apartamento es muy acogedor y está limpísimo.
En la salita nos habían preparado el sofá cama para el niño, y una cuna en la habitación, imagino que para que eligiéramos, y menos mal que lo hicieron, porque la cuna estaba desvencijada y no hubiéramos podido usarla.



NUESTRA HABITACIÓN




La cocina estaba impecable, aunque la cubertería estaba mal pensada, las cucharas eran soperas o de café, no había nada intermedio, y si hubiéramos querido cocinar el menaje era bastante escaso, además de que no había productos de limpieza, bastante sorprendente.

El cuarto de baño estaba bien equipado, las amenities generosas, pero una horrorosa cortina en la ducha, limpia, pero obsoleta... al igual que la grifería...

La habitación estaba bastante bien en cuanto a dimensiones, pero creo que le sobraba un mueble. A los pies de la cama había una mesa de escritorio que hacía que el paso fuera muy justito y no tenía mucho sentido en un apartamento con sala.

Las almohadas eran bastante cómodas, pero el colchón nos resultó muy blando, no dormimos demasiado bien, aunque en estas cosas ya se sabe que cada uno tiene sus gustos.

Al día siguiente nos pusieron a la puerta de la habitación los desayunos a las 7 y media. Nos pusieron sólo dos, así que tuvimos que compartir con el niño, algo que no entendí porque habíamos reservado habitación triple, otro fallo que en esta categoría no resulta comprensible.
El hotel que nos desvió aquí nos ofreció quedarnos el resto de noches o trasladarnos a un cinco estrellas de la misma cadena, por lo que sin dudarlo, nos marchamos de los apartamentos.

miércoles, 11 de mayo de 2011

NI RABIETAS NI CONFLICTOS. ROSA JOVÉ


Hoy me gustaría hablaros del nuevo libro de la psicóloga Rosa Jové, que lleva por título ni más ni menos que "Ni rabietas ni conflictos", temas que siempre que hablamos de familias surgen prácticamente a diario. Cuando mi amiga Ana me dijo que había salido este libro, inmediatamente lo solicité en la biblioteca.

Antes de hablaros de este libro en concreto, me gustaría presentaros a Rosa Jové:
Nació en Lleida en 1961 y estudió psicología en la Universidad Autónoma de Barcelona, está especializada en psicología clínica infantil y juvenil y en psicopediatría (bebés de 0 a 3 años).
Además se ha especializado en antropología de la crianza, dentro de la licenciatura de Geografía e Historia.
Es fundadora, junto con otras personas más, del grupo de psicólogos en emergencias y catástrofes de Cataluña, que ha estado presentes en tragedias como Biescas o el 11M.

Tiene consulta en Madrid y Barcelona, escribe habitualmente libros y artículos de psicología infantil y algo importantísimo cuando se trata de estos temas: es madre, algo que me parece fundamental, pues además de su preparación académica cuenta con la experiencia del día a día con sus dos hijos, que tienen ahora 10 y 12 años.


NI RABIETAS NI CONFLICTOS



Como hago siempre que hablo de un libro sobre psicología infantil, os aclaro que este tipo de manuales no nacen con la idea de dar fórmulas mágicas a los padres, ni un guión para seguir y que funcione con todos los niños... eso sería imposible, cada familia es un mundo diferente. Lo que sí se puede sacar de este tipo de libros es un enfoque concreto, una reflexión sobre lo que hacemos en el día a día y cómo lo reciben nuestros hijos según la edad que tengan, pequeños trucos para evitar "males mayores" o peleas innecesarias, muchas veces incluso sugerencias sobre cambios de actitud de los padres y madres, imprescindibles.

Hemos de tener la mente abierta, ser capaces de reflexionar y vernos a nosotros mismos interactuar con nuestros hijos, ver qué hacemos mal, no somos perfectos, ni mucho menos, y seguro que hay aspectos de mejora que harán que la convivencia resulte más fácil. A mí me ha pasado numerosas veces con este tipo de lecturas, con Rosa Jové, Carlos González o Adele Faber y Elaine Mazlish (autoras de Padres Liberados, Hijos Liberados), he aprendido a relativizar y a empatizar con mi hijo, aunque no siempre es fácil o sé hacerlo.


El libro habla de niños de 0 a 12 años, pero la autora nos aconseja no leer solamente el tramo de edad correspondiente a nuestro hijo, sino todo en su conjunto, yo así lo he hecho y aunque el tramo final lo veo aún lejano tampoco sobra ir viendo pautas y sabiendo qué cosas hará nuestro hijo, pues muchas de ellas forman parte de su proceso natural de maduración y ocurrirán con certeza.


SER NIÑO TAMBIÉN ES DURO



Este es el título de la primera parte, y en él la autora ya lo dice todo... ser niño no es tarea fácil, ellos también han de aprender a moverse en la sociedad, poco a poco ser capaces de controlar sus emociones, algo que no logran hasta los cinco o seis años, e intentar comunicarse con aquellos que tienen más cerca.

Los niños son niños. Esto parece evidente, pero hemos de tenerlo muy claro, porque si lo hacemos, veremos que muchas de las cosas que ocurren "son normales", el niño prefiere jugar a estar quieto, tiene una curiosidad innata, no aprenderá a ordenar su habitación antes de los cuatro o cinco años, para ellos eso de guardar cada cosa en su sitio es un juego, del que pasado un rato se cansan... conocer ciertos datos nos ayudará a evitar conflictos.
Puedo intentar que mi niño de tres años y medio me ayude a guardar un par de cosas en su habitación, pero no entenderá el concepto de ordenar hasta más tarde, y este es el origen de muchos problemas, exigir al niño las cosas antes de que sean capaces de hacerlas. Paciencia, todo llegará a su debido tiempo.

Algo que me ha parecido fundamental es saber que '''el niño no es capaz de verse a sí mismo más que a través de los que le rodean" (hablo de niños de menos de 4 años), por lo que la imagen que él tendrá de sí mismo será la que nosotros le demos: si está escuchando todo el día que es malo, irresponsable... él realmente se creerá que es así, y como tal ha de comportarse, por lo que tenemos que tener muchísimo cuidado, pues sabemos que nuestro hijo aunque a veces se porte mal, no es un niño malo.


CÓMO EDUCAR SIN CASTIGAR



En la segunda parte del libro, Rosa Jové nos explica que ciertos comportamientos que no se dan con los adultos, tampoco deberían darse con los niños: no castigamos a nuestro marido sin tele porque ha quemado la camisa al planchar... ¿por qué castigamos a nuestros hijos? En ocasiones además ese castigo resulta una marca y un daño para el niño de los que no somos conscientes y lo que logramos es que delante de nosotros no haga tal o cual cosa por temor al castigo, no que entienda que eso no debe hacerse...
Los niños entienden mucho más de lo que en ocasiones los padres creemos y, sobre todo ven y oyen, están con nosotros en casa y de forma inconsciente el niño se da cuenta de los valores que le inculcamos, de lo que es o no importante. A veces nuestro niño necesita "tantear" lo que realmente importa, no es que nos esté chinchando, pero quiere saber qué es lo que se valora y lo que no se puede o se puede hacer nunca, a veces o siempre.

Por ejemplo, el niño probará a hacer determinadas cosas repetidas veces y en determinados contextos o delante de personas diferentes, pero no es por ver si "cuela" ni nada por el estilo, es para saber si cambiando ciertos parámetros puede o no hacerlo: subirse al sofá, coger la comida con las manos... Cuando se de cuenta de que esto nunca puede hacerse, no lo repetirá.

Algo que me ha gustado muchísimo de este libro es haber reflexionado sobre las cosas que desde mi posición de madre puedo cambiar para evitar problemas. Cuánta razón tiene Rosa Jové en esto!!!! Lo he estado pensando y las dos veces que he castigado a mi niño era por agotamiento mío, en otra situación no lo hubiera hecho (somos humanas!), pero lo importante es que nuestra actitud ante las cosas es fundamental para evitar situaciones desagradables para todos y lo curioso es que, como bien dice la autora,hay cosas que sólo hacemos con los niños y no se nos ocurren con los adultos:

Si a mi marido se le cae la taza al suelo, rápidamente le ayudo a limpiar y le digo que ha sido un accidente y no se preocupe ¿por qué voy a reñir a mi niño? Claro que no, es obvio que hemos de tener la misma actitud y explicarle que no tiene importancia y trate de tener más cuidado. En mi caso, siempre le pido que me ayude a limpiar.
Tengo un niño de lo más presumido y en ocasiones, no quiere ponerse la ropa que yo he preparado el día anterior.. a veces tenemos un rifi rafe matinal, pero me he dado cuenta de que mientras no quiera ir en bañador en el mes de enero o de pantalón de pana en agosto, puedo evitar esta situación y dejarle que forme parte de la decisión, parece una tontería, pero la verdad es que no lo estaba haciendo bien...


En fin, como resumen de este libro, pongo una frase que la autora menciona y me ha gustado mucho "Quiéreme cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite".
Seamos más comprensivos con estos pequeñines que tienen "explosiones emocionales" o rabietas, eduquémoslos con amor, cariño, tiempo, paciencia, valores y ejemplo, será la manera de lograr que sean adultos responsables, cariñosos e íntegros, está en nuestras manos.

En ocasiones no es fácil, no es nada fácil, pero ellos sabrán entender cuando tenemos un mal día, igual que nosotros hemos de hacerlo cuando son ellos quienes lo tienen.

lunes, 9 de mayo de 2011

OCEANARIO. LISBOA


Una de las visitas imprescindibles cuando se visita Lisboa con niños sin duda es el Oceanario, el gran acuario lisboeta ubicado en el Parque de las Naciones y creado con motivo de la Expo de Lisboa en el 98.

El acceso es muy fácil en metro, la estación de Oriente nos deja a un paseo de unos diez minutos que además se hace muy agradable. El acuario está junto al Pabellón del Conocimiento y tiene un enorme lago enfrente. Si vais en coche propio, hay un aparcamiento subterráneo semicubierto (algo caro también).

Cuando se adquieren los tickets de entrada se puede optar por visitar todo el recinto, sólo la exposición permanente o sólo la temporal, que cuando nosotros fuimos estaba dedicada a las tortugas.

Es un lugar muy accesible, pensado para todos los públicos. El recorrido está marcado por unas flechas amarillas y no resulta difícil seguirlo y no perderse nada. Sin duda la máxima atracción es el inmenso acuario central, que puede verse desde las tres alturas del acuario, y donde nadan especies atlánticas, rayas de gran tamaño, varios tipos de tiburones, peces de roca, morenas... es realmente espectacular y puede verse con bastante tranquilidad.

Durante todo el recorrido vamos viendo acuarios de distintos tamaños con crustáceos, bancos de peces, anfibios de todas las latitudes, huevos de tiburón... algunos paneles explicativos (escasos a mi modo de ver), pero ningún cartel donde pusiera qué especies había en todos los acuarios, algunas no llegamos a saber qué eran, una pena, la información escrita era realmente escasa.

Para reponer fuerzas una cafetería con autoservicio y terraza cubierta pero muy aireada. Hicimos una parada allí y no nos pareció nada caro. Una pena que lloviera tanto, porque hay buenas vistas.

Lo que nos decepcionó bastante fue la exposición de las tortugas, que costaba casi 4 euros y desde luego no los valía, muy pobre y tan sólo una tortuga... el resto paneles explicativos, pantallas con documentales y una salita bastante curiosa donde nos sentamos en unos sofás y teníamos el acuario pegadito a nosotros (lástima que el acuario fuera tan pobre, la idea era buena...)

Haciendo balance, pasamos muy buena tarde en familia, nos gustó mucho y el niño lo pasó genial, lo único que nos pesó fue haber pagado la exposición temporal, no sé si será así siempre, pero realmente no valió la pena.




ALGUNAS IDEAS MÁS...



El Parque de las Naciones ofrece mucho más que el Oceanario, y para pasar el tiempo en familia, prácticamente podemos darle un día entero. Justo enfrente de la estación de Oriente hay un parque comercial, Vasco da Gama, donde poder ir si nos apetece hacer alguna compra o comer algo, aunque la oferta gastronómica en la zona es de lo más atractiva y a unos precios estupendos.

Junto al Oceanario se encuentra el Pabellón del Conocimiento, que también puede visitarse y cuenta con una parte de exposición permanente y otra temporal. Desde esta zona es posible acercarse a la Torre Vasco da Gama, con mirador en su parte alta, con el funicular, una experiencia muy recomendable, las vistas son preciosas y el viaje muy divertido con niños.

Hay además zonas verdes y de esparcimiento con atractivo para los más pequeños, el Parque de la Música, con instrumentos enormes, otro parque en el que pueden experimentar y ver cómo se forman por ejemplo los remolinos, ver cascadas... actividades que sin duda gustarán a los pequeños de la casa y a los no tan pequeños también.

Una zona de Lisboa que os recomiendo conocer y con grandes posibilidades de ocio.

miércoles, 4 de mayo de 2011

PORTUGAL DOS PEQUENITOS, PARA TODOS LOS TAMAÑOS


La semana pasada fuimos unos días a Lisboa. Para nosotros es un viaje bastante largo, dista unos 600 km de donde vivimos, y como vamos con un niño de tres años y medio, siempre que hacemos viajes largos hacemos alguna parada de un par de horas o tres.
En el viaje de vuelta elegimos Coimbra, una ciudad en la que habíamos estado mi marido y yo hacía algún tiempo visitando el Portugal dos Pequenitos. Teníamos un buen recuerdo de este lugar, así que nos pareció ideal para pasar unas horas en familia.

PORTUGAL DOS PEQUENITOS




UN POCO DE HISTORIA



Estas instalaciones se inauguran en el año 1940, como parque con fines lúdicos y pedagógicos, mostrando las culturas y la arquitectura en lengua portuguesa a lo largo y ancho del mundo.
Fue una idea concebida por Bissaya Barreto y diseñada por el arquitecto Cassiano Branco. Hoy día la gestión la lleva la fundación dedicada a su creador, nacida en 1958 para dar continuidad a la obra social y cultural de su fundador. Hoy día cuenta con bibliotecas, colegios, museos, infraestructura para asistencia domiciliaria y centros geriátricos, apoya proyectos culturales y de formación en todo el país, aunque la sede central y punto de acción principal están en Coimbra.


NUESTRA EXPERIENCIA AQUÍ




Esta atracción está situada en las proximidades de la zona histórica de Coimbra, y además bastante bien señalizada. No resulta demasiado fácil aparcar en las proximidades si nos acercamos en un día festivo o fin de semana, pero por semana no hay mayores problemas.
Solemos llevar a nuestro niño a diferentes atracciones, y esta no nos pareció especialmente cara. Si tenemos además en cuenta que nuestra entrada sirve para sostener una fundación y mantener las instalaciones, menos aún.

En el Portugal dos Pequenitos encontraremos, en tamaño pequeño, una pequeña representación de edificios característicos de los países que forman los Palops (países de lengua oficial portuguesa), como Guinea o Cabo Verde, o lugares lejanos como Macao, situados además en un enorme mapa de azulejo en una de las plazas próximas a la entrada.
En el interior de los edificios dedicados a los territorios que un día fueron colonia de Portugal, encontramos diferentes artículos de artesanía, armas, animales disecados... que de alguna manera representan a estos lugares.

El resto de las edificaciones son casas nobles y edificios representativos, sobre todo de Lisboa y Coimbra, castillos, una mina de carbón y viviendas tradicionales de todo el territorio portugués.
Es un lugar en el que está prohibido no tocar, no disfrutar como un niño aunque uno ya haya cumplido unos años y que desde luego se disfruta muchísimo. Algunos edificios forman plazas con fuentes en el interior, hay castillos con pasadizos que los comunican con otras zonas, iglesias con sus banquitos y sus altares chiquitines... Los niños pueden entrar por las puertas, ventanas, todo está pensado y medido para ellos. Los lugares que podrían entrañar algo de peligro no son accesibles, aunque está claro que siempre hay que estar atentos.

Las casas están construidas con mucho detalle y mimo, con su huertecita, flores en el balcón... son una preciosidad, sacamos unas fotos fantásticas.
Los edificios reproducen a la perfección las fachadas, muchas de ellas de estilo manuelino, con todos los detalles escultóricos.
Recientemente se ha ampliado un poco el recinto y ahora cuenta además con una zona de columpios de madera. Hay también una pequeña cafetería en la que podemos beber algo o comer bocadillos, pizzas y perritos calientes, así como un puesto de helados y bebidas.

Había también una tienda, pero ni siquiera nos asomamos... por lo que pudiera pasar...
Los aseos son amplios y estaban limpios, algo muy de agradecer. Como no podía ser menos, cuentan con cambiador.

Una visita que sin duda os aconsejo si viajáis en familia y si quereis sentiros un poco niños por unas horas, seguro que disfrutareis de ella. Un pequeño consejo, llevad efectivo, tuvimos problemas con el pago con tarjeta (por terminales averiados).


PORTUGAL DOS PEQUENITOS

Rossio de Santa Clara
3040-256 COIMBRA

http://www.portugaldospequenitos.pt


HORARIO
*******

Del 1 de Enero al 28/29 de Febrero y del 1 de Octubre al 31 de Diciembre:
De 10.00h a 17.00h

Del 1 de Marzo al 31 de Mayo e del 16 de Septiembre al 15 de Octubre

Das 10.00h a 19.00h
Del 1 de Junio al 15 de Septiembre

De 09.00h a 20.00h
Cierra el día 25 de diciembre


PRECIOS
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Los niños hasta los 2 años no pagan

Niños (hasta los 13 años): 5,50 €
Adultos: 8,95 €
Mayores de 65 años: 5,50 €
Familias (2 adultos y 2 niños): 23,95
Por un poco más, hay visitas guiadas, aunque en nuestro caso esto carecía de interés por lo pequeñito que era nuestro niño.

martes, 3 de mayo de 2011

HOTEL REAL PARQUE, LISBOA. MALA EXPERIENCIA

Para nuestro reciente viaje a Lisboa reservamos habitación en el Hotel Real Parque en el mes de enero, a través de una empresa intermediaria, ya que se nos ofrecía una tarifa muy competitiva para las fechas que nos interesaban.

El hotel está muy bien situado para poder moverse en metro a los lugares de interés y en las proximidades hay un gran parque, Eduardo VII, que nos parecía muy interesante para pasear en familia.

En fin, este cuatro estrellas prometía mucho.

Me gusta ser previsora, así que el día 25 de abril, tres días antes de llegar, envié un correo al hotel solicitando confirmación de la reserva en las condiciones pactadas (alojamiento, desayuno, parking gratuito y fechas), diciéndoles además la hora aproximada de llegada, que sería entre las 21 y las 22 hora local, porque saldríamos hacia las dos y media de la tarde... 24 horas después repetí el mail porque no obtuve contestación, y esta vez sí me contestaron diciendo que todo estaba correcto.

Con la tranquilidad de haber confirmado y avisado de nuestra demora, llegamos a las 21,30 hora local, con el niño dormido, agotados y habiendo descargado el coche, y oh sorpresa al llegar a Recepción, nos dicen que no hay habitación para nosotros, que han tenido una serie de imprevistos y nos ofrecen ir a un apartamento de la misma cadena hotelera...

Supongo que no será muy difícil imaginar la indignación, por supuesto seguida de la correspondiente hoja de reclamaciones... Nos fuimos al apartamento en cuestión a pasar la noche, nos pusieron sólo 2 desayunos, pero no teníamos humor para protestar más, el resto de las noches nos enviaron a un 5 estrellas de la cadena, pero ni una disculpa, ni un detalle... nos hemos quedado de lo más descontentos con este feísimo detalle y con el trato recibido, en el momento y posteriormente.

Aunque este blog es para recomendar sitios, no quería dejar pasar esto porque quizá pueda ocurrir algo similar a otras personas, desde luego no es una forma correcta de trabajar.