lunes, 22 de febrero de 2016

EL PEQUEÑO SALVAJE

Hacía tiempo que este libro estaba en mi biblioteca personal, como muchos otros. El hecho de que últimamente el insomnio me tenga muy cansada y me cueste leer, hizo que buscase en casa alguna lectura corta y diese con esta preciosa edición de Impedimenta del clásico de Boyle.
En la contraportada podemos leer un resumen de la historia, que imagino que os sonará a muchos porque tuvo versión cinematográfica:
El pequeño salvaje es una prodigiosa nouvelle que narra, de modo desgarrador, la historia del célebre niño salvaje de Aveyron, quien a principios del siglo XIX atemorizó y luego fascinó a toda Francia por tratarse de uno de los raros ejemplares de niño asilvestrado y criado entre bestias. A finales de septiembre de 1797, en los bosques del Languedoc francés, tres cazadores hallaron a un niño errante, completamente desnudo, hirsuto, que adoptaba los modales de un animal. Aparentaba unos ocho o nueve años. Una vez capturado, empezaría su peregrinación por la Francia recién salida de la revolución, recalando tanto en instituciones mentales como en refinados salones, donde constituiría poco menos que una atracción de feria.

El libro, narrado con una gran maestría, a la vez que nos va desgranando el periplo del pequeño al que llamaron Víctor, nos va planteando una cuestión de fondo muy importante, como es la influencia de nuestra civilización en nosotros, de qué manera hemos terminado con acciones o pensamientos que son naturales y propios de nuestra especie y los hemos coartado, llenándolos de normas y moral interesada, de tanta injusticia... Lo que ocurre en el siglo  XIX podría pasar hoy, y sería muy similar en muchas cosas.

Me gustó especialmente que el narrador de la historia, que habla siempre en tercera persona, además de explicarnos lo que a lo largo de los años vive Víctor, nos explica lo que él siente, su incomprensión de gestos, palabras y actitudes y realmente es fácil empatizar con él, porque lo que pasa a su alrededor es tremendamente injusto con su persona.
Una novela que tiene ese sabor de los grandes clásicos, que se disfruta palabra a palabra y que en la edición de Impedimenta es absolutamente deliciosa.

"Para él solo existía el instante, y el instante podía darle la oportunidad de atrapar cosas con las que calmar el hambre, cosas sin nombres y sin apenas atributos excepto el deseo de escapar de sus manos: ranas, salamandras, un ratón, una ardilla, polluelos y los agridulces huevecillos de los pájaros." (pág. 11)

"Vio confusión, escuchó el caos, y lo que olía era más fétido que cualquier otra cosa que hubiera olido en todos sus años de vagabundeo por el campo y los bosques de Ayveron. Un hedor concentrado, penetrante: el olor de la civilización." (pág. 52)




martes, 16 de febrero de 2016

EL AROMA DEL CRIMEN

Xabier Gutiérrez hasta ahora era para mí alguien desconocido, para ser más precisa, hasta que me topé con la portada de su primera novela y un comentario explicando que la gastronomía tenía un papel muy destacado. Novela negra y gastronomía siempre han hecho buenas migas, así que estuve curioseando un poco y me encontré con que el autor, además es cocinero en el Restaurante Arzak. Desde su blog nos ofrece una descripción de sí mismo que os invito a leer y en la que nos habla de sus dos pasiones y de cómo no puede estar sin ninguna de las dos, sin cocinar y sin escribir. Sobre cocina ha escrito nada menos que 17 libros, y esta primera novela pertenece a una saga que contará con tres más (la segunda ya está publicada, con el título de El bouquet del miedo).

Sinopsis (contraportada)

A Vicente Parra, oficial instructor de la Ertzaintza, con sede en el barrio del Antiguo de San Sebastián, le son asignados dos casos aparentemente muy diferentes. La diseñadora de moda Elena Castaño ha sido salvajemente apuñalada en su mansión y aunque los indicios apuntan a un robo, pronto queda claro que se trata de un crimen personal disfrazado de asalto. El otro caso es la muerte por insuficiencia renal y hepática de un joven llamado Cristian José, bedel en la universidad. La madre del joven sospecha que la muerte no fue natural pues ha encontrado importantes cantidades de dinero en efectivo en su casa y además llevaba últimamente un tren de vida que no se correspondía con su sueldo. Vicente pronto descubre que los sospechosos están todos relacionados con el mundo de la gastronomía, y más cuando la autopsia del cadáver de Cristian no ofrece dudas sobre las causas de su muerte.

Los dos casos que ocupan al oficial de la Ertzaintza coinciden en el tiempo, no en la muerte, pero sí en el momento de la investigación. Cristian había fallecido unos meses antes que Elena, pero las investigaciones coinciden y conoceremos así dos historias que transcurren en paralelo en un principio, cuando se nos presenta a ambos. Unos capítulos más tarde sabremos que han muerto y entrará en escena el personaje principal, Vicente Parra.
Vicente irá conociendo a las personas que personal o profesionalmente tenían relación con los fallecidos, y a la vez el lector irá conociendo mejor la figura de Vicente, padre de un joven que estudia cocina y que poco a poco irá convenciendo a su padre de que ésta es algo más que comer para sobrevivir. 
También irán adquiriendo protagonismo los dueños o empleados de dos restaurantes de San Sebastián, la ciudad en la que todo ocurre, de muy diferente estilo, alta cocina uno y tradicional el otro. La cocina, pues, se cuela como un personaje más, y de la mano de alguien que sabe perfectamente de lo que habla y se nota mucho al leerlo:

Xabier Gutiérrez. Imagen de su blog xabiergutierrezcocinero.com
"Aquello tenía mucho de fiesta y de funeral, todo al mismo tiempo. La vida y la muerte mezcladas. En sus más profundas expresiones. En la mente de ambos, un asesinato bestial y una cena digna de los dioses. Las pulsaciones más básicas unidas en un cóctel de realidad que se palpaba en el ambiente. Y porque se notaba de esta manera tan evidente, era aún más realista. La gastronomía como enlace entre la vida y la muerte, comer para retrasar la fecha de la partida definitiva. Ganar una nueva prórroga que nos haga disfrutar un rato más de esta situación privilegiada de vivir." (pág. 177)

"El siguiente es el de red de rabas. Pasta de pimiento morrón bien asado. Trituras y congelas en forma de aros. Después no tienes más que rebozar y freír. Va caliente. Ponemos tres piezas por persona en una placa de acero inoxidable y ensartado por el agujero. Están increíbles. Tienen mucha potencia de sabor. No llevan salsa, sólo una rodaja de limón aparte. Como si fueran rabas normales." (pág. 230)

En una narración ágil, muy entretenida, con diálogos fluidos y con el añadido de los deliciosos platos tan fáciles de imaginar por su descripción pormenorizada pero sencilla, iremos encajando las piezas de dos puzzles que componen las desapariciones de Elena y Cristian. Y quizá aquí es donde he encontrado algún pero a la novela, porque algunas piezas encajan de una forma un tanto forzada, sobre todo en el caso de Elena. 
En definitiva, una entretenidísima novela, que mantiene la atención del lector, se desarrolla en un ambiente muy atractivo y tiene ese toque culinario que me ha resultado de lo más atractivo. Aunque os comentaba que tiene algún pero en el encaje final, me ha gustado y seguro que me leeré el el siguiente volumen de la saga del detective Parra.

jueves, 4 de febrero de 2016

EL MAL CAMINO

El mal camino es la segunda novela de Mikel Santiago, quien con su primera novela, La última noche en Tremore Beach, tuvo un debut literario muy notable.
Había leído esta primera novela, así que cuando vi que había salido la segunda, enseguida ocupó un lugar en mi lista de lecturas para este año, el thriller es un género que me gusta mucho intercalar con lecturas más pausadas. 
En esta ocasión, en una historia contada por su protagonista, Bert Abendale, en pasado, conoceremos sus vivencias en un pequeño pueblo de la Provenza francesa al que este exitoso escritor se traslada con su mujer y su hija desde Londres buscando un cambio de aires y un poco de oxígeno para su matrimonio.
Bert solamente consigue relacionarse con su amigo de la juventud Chucks Basil, no simpatiza en absoluto con las personas con las que su mujer se relaciona. Y precisamente Chucks, un rockero que intenta componer la canción que lo devuelva a las listas de éxito, cuenta a su amigo un extraño acontecimiento: hace unas semanas atropelló a alguien, pero como por arte de magia el cadáver no ha aparecido
Bert duda de la historia de su amigo, quien en el pasado ha tenido coqueteos con el alcohol y las drogas, dada la ausencia de pruebas y lo extraño del relato de éste... Aunque poco a poco iremos viendo que no todo es lo que parecía, introduciéndonos en una historia cuyo ritmo irá in crescendo y atrapando al lector, que verá cómo poco a poco las piezas van encajando y conformando un ambiente asfixiante en el que no puede confiar en casi nadie.
El autor logra que desconfiemos casi de cualquiera y que dudemos de unos y otros, no teniendo siempre claro quién está en lo cierto y quién miente u oculta algo. La narración gana en ritmo con el paso de las páginas, resultando una novela muy entretenida y de lectura ágil e interesante.

Hay muchos diálogos entre los personajes, pero también conoceremos a la perfección el pensamiento de Bert, un personaje que está muy bien dibujado, con sus luces y sombras, y resulta de lo más creíble, un hombre que está viviendo una crisis personal y profesional, que se encuentra en un punto en el que no tiene claro si su amigo se está volviendo loco o qué le pasa, y vemos cómo reacciona ante todo esto, no siempre acertadamente y no siempre sin dudas o miedos.
La única pega que le pondría es que el final me ha resultado un poco forzado, se plantea una situación límite que se salva por los pelos, pero quitando este detalle, El mal camino resulta una opción muy recomendable si os gusta el género, y Mikel Santiago sin duda un autor para tomar nota y seguir su carrera.
En su web podemos conocer un poco más de este escritor, nacido en Portugalete, que compagina su faceta literaria con la musical en una banda de rock.