Reconstrucción parcial de los muros, con piedras encontradas durante las excavaciones |
"La fortaleza de Rocha Forte, al lado de la ciudad de Santiago, en el tiempo y sazón en la que el dicho patriarca fue arzobispo, y aún mucho tiempo antes, estaba erguida y muy bien edificada toda de cantería de piedra de grano, con su mezcla de cal y argamasa, que era la más grande y más fuerte fortaleza de todo el Reino de Galicia" (texto de los testimonios de testigos del pleito Tavera-Fonseca)
Siglo XIII, Galicia vive una época de enfrentamientos continuos, con una gran inestabilidad política que se prolongará casi dos siglos. Son momentos en los que el poderoso clero tiene un enorme peso en la vida cotidiana de todos los gallegos, y en este contexto nace un castillo concebido como residencia y refugio arzobispal: Berenguel de Landoira convierte Rocha Forte en una fortaleza desde donde se controlaba el comercio que entraba en Compostela desde una situación estratégica, en un lugar en el que se cruzan los caminos que llegan del mar por Padrón y Rianxo, y por el que entra el camino portugués y a través de él las mercancías del interior.
Un castillo que estaba pensado para defender al señor de las tierras de Compostela y como un lugar en el que se recaudarían y custodiarían impuestos de los siervos y de todo aquel que quería entrar en la ciudad.
Entre los muros de esta imponente edificación, protegida por tres muros, con diez metros de altura en algunos tramos, una torre del homenaje de cuatro pisos y unas paredes exteriores totalmente encaladas que imponían a cualquiera que aquí se acercara, había toda una ciudad: agricultores, soldados, más de doscientos caballos, artesanos, herreros, carpinteros... Mientras en el exterior del castillo el pueblo malvivía y abundaban robos, agresiones o violaciones, en el interior se consumían congrios, merluzas u ostras llegados principalmente de Rianxo, se disponía de vajillas llegadas de Manises o Paterna y se disfrutaba de otro lujo impensable para las sencillas gentes del pueblo, como era el disponer de estancias privadas para los habitantes de este lugar.
Dibujo de www.rochaforte.info que recrea el castillo |
Este símbolo del poder feudal cayó ante la sublevación del pueblo. La crisis económica que se vivía en el siglo XIV, causada en gran parte por las millones de vidas que se llevó la Peste Negra en Europa, hizo que hubiese varias sublevaciones contra este castillo, siendo la definitiva la llevada a cabo por los Irmandiños en 1467. Rocha Forte fue totalmente destruido tras un durísimo asedio del que dan testimonio el gran número de bolaños y puntas de flecha encontrados en las excavaciones.
Este deseo de destrucción, unida al uso de la piedra para otras construcciones, algo usual en la época, y el paso del tiempo, hicieron que la existencia de este castillo se perdiese en la memoria de las gentes, naciendo historias y leyendas que no dejaban claro si tamaña construcción había existido realmente.
Pero existió, y gracias a los trabajos de un gran equipo multidisciplinar durante años, hoy podemos acercarnos a sus muros, conocer esa parte de la historia de Compostela que permanecía oculta, subirnos a los cimientos de la torre del homenaje y comprobar cómo todavía hoy vemos esos caminos que ya en la Edad Media llegaban a la ciudad. Un camino que de la mano de una buena guía cualquiera puede recorrer. Una visita que os recomiendo para entender la ciudad en su totalidad, porque si bien todos sabemos que la catedral era el centro neurálgico de este gran centro de peregrinación, no podemos olvidar el papel de este otro lugar, igual de majestuoso por aquel entonces.
Os invito a un viaje en el tiempo, pinchad AQUÍ y conoced un poco mejor Rocha Forte, ese castillo que imponente alzaba sus muros a la entrada de la ciudad en la época bajomedieval.
Aljibe del castillo de Rocha Forte |