miércoles, 21 de octubre de 2015

FRASES PARA DISFRUTAR. INICIATIVA TARRO-LIBROS 2015

Este año estoy participando en una iniciativa que ya os comenté en su momento, allá por el mes de marzo, que se llama Tarro-libros 2015 y que consiste básicamente en sumar un euro a nuestro tarro por cada lectura del año y, al finalizar éste, invertir lo conseguido en comprar libros.
Este grupo de más de cien personas, además de sumarnos a la iniciativa e ir viendo cómo nuestros tarros van llenándose cada mes un poquito más, tenemos un grupo en Facebook en el que comentamos qué libro hemos leído, nuestras impresiones, recomendaciones... Conocemos blogs literarios a los que antes no seguíamos, en definitiva, compartimos nuestra afición común y nos encanta.
En esta ocasión Carmen, del blog Carmen y Amigos, impulsora del grupo, nos ha propuesto compartir en nuestros blogs alguna cita, párrafo, frase, que nos haya llegado especialmente, o divertido, o gustado por algún motivo.
Precisamente el libro que estoy terminando está cuajado de pasajes maravillosos, y me ha parecido perfecto para compartir con los que os pasáis por aquí a leerme.


"Valentina, tócate el ombligo cada vez que tengas miedo, cada vez que te sientas sola, le decía su madre balanceándose en la hamaca de la siesta; la niña jugando a hundir la nariz en la melena de amapola. Estamos unidas para siempre por una cuerda mágica, va de tu ombligo al mío, del mío al tuyo, en una autopista de amor invisible. A través de ella, mamá siempre estará contigo y te protegerá del mundo cuando el mundo sea malo, que a veces loes, y hay que perdonarlo porque lo hicieron salvaje e injusto, pero también lindo, tierno como este abrazo que te doy hoy con olor a jazmines, la hamaca balanceándose en el patio de cáscaras de colores"

Tierra de Brumas. Cristina López Barrio. 

El grupo de Tarro-Libros en Facebook es público, así que puedes pinchar aquí y saber qué estamos leyendo o comentando, ¡quizá podamos darte alguna idea para tu próxima lectura!

miércoles, 14 de octubre de 2015

LOS DADOS DEL SEÑOR

Durante el año leo bastante, todo lo que puedo, unos 40 o 50 libros al año, y normalmente son pocos, en ocasiones llegan los dedos de una mano para contarlos, aquellos que dejan huella con el paso del tiempo, los que cuentan historias que de alguna manera tocan el corazón.
Los Dados del Señor es una de esas historias que resulta absolutamente deliciosa y conmovedora. Disfruté leyéndola, y cuando terminé no quise comenzar otra de inmediato, esta tenía que reposar, como cuando damos un sorbo a un buen vino y dejamos que permanezca en nuestra boca un tiempo antes de dar un bocado.
Carlos de la Fuente y Pérez-Villamil, hasta ahora un perfecto desconocido para mí, nos lleva a los años 50 en una historia que transcurre en Madrid.
Pablo, con seis años, vive un terrible momento cuando su madre fallece en casa tras alumbrar a su hermano Santiago, quien además sufre en el parto una lesión cerebral muy importante, que le afecta física y psicológicamente.
Julián, el padre, que debería hacerse cargo de sus hijos, es un férreo militar que, lejos de obrar como debería, se avergüenza de su hijo pequeño, al que no deja salir de casa, e ignora al mayor, encerrándose en sí mismo y dedicando horas y horas al trabajo, donde por su carácter ni siquiera sus compañeros le tienen afecto.
Lola, una chiquilla de un barrio muy pobre, entra en la casa para ocuparse del servicio y ayudar a cuidar a Santi. El amor que tanto Pablo como Lola profesan por Santi, una mente de bebé en un cuerpo que va creciendo y apenas puede expresarse, resulta impresionante: charlas, besos, caricias, ratos juntos en el jardín... Todo para Santi, no sólo para acompañarle, también para demostrarle que se le quiere, que les importa de verdad.
Pablo ha de asumir un papel que no le corresponde a su temprana edad y lo hace con enorme madurez, a pesar de los obstáculos de su padre, está dispuesto a todo por su hermano.
Vamos viendo cómo transcurre la vida durante algo más de 30 años en esta familia, los avatares cotidianos, cómo Pablo, ayudado por su tía Victoria, consigue estudiar y labrarse un futuro, cómo Santi va avanzando dentro de sus limitadas posibilidades y sorprendentemente, también con la edad y quizá viendo lo que el resto de su familia hace, el gran cambio de Julián, el padre de familia, quien hará que el final de esta historia resulte totalmente inesperado y nos plantee además una duda moral considerable...

El libro solamente está publicado en versión digital, por lo que no tengo frases marcadas (mi torpe manejo del Kindle tiene la culpa), pero en esta ocasión no nos encontramos con una novela llena de sentencias, frases para recordar, se trata más de lo que ocurre, de cómo se comportan los protagonistas. Santi es el protagonista absoluto, todo gira en torno a él, y aunque es poco más que un ser inerte, a su alrededor consigue crear una atmósfera de cariño que lo envuelve todo y se traspasa al lector. Inspira una gran ternura, es un ser increíble que logra sacar todo lo mejor de aquellos que se relacionan con él. 
La labor de empatía, de conseguir una atmósfera en la que cuando leemos nos metemos completamente, es perfecta, el escritor consigue que nos interese lo que ocurre, que lo sintamos, que empaticemos con Pablo, que sintamos un enorme cariño por Santi, que odiemos al padre de ambos y que hacia el final de la historia nos compadezcamos de él. Un libro que estoy segura de que no puede dejar indiferente a nadie, que trata realmente bien un tema muy delicado sin regodearse en escenas o detalles que no vengan a cuento, y que invita a la reflexión.

Carlos de la Fuente y Pérez-Villamil nace en Madrid en 1972. Funcionario de carrera desde hace ya algunos años, consigue compaginar su trabajo y su familia, con su pasión por la literatura. Desde muy joven muestra una especial sensibilidad por captar los detalles del entorno que le rodea, dejando muestra de de ello en la escritura de pequeñas reflexiones y artículos sobre la vida, el comportamiento humano o las injusticias.
               Su estilo de fácil y cómoda lectura, centrándose en detallar aquellos aspectos  o sensaciones más recónditos del ser humano y de su entorno, hace de su escritura, una obra  interesante y amena, capaz de generar en el lector, la necesidad de seguir leyendo.
               Tras habernos presentado en el año 2013 su primera novela, “El Corazón de los Lobos”, en su novela "Los dados del Señor" cambia radicalmente de registro y nos muestra hábilmente una narrativa entrañable, nítida y cargada de sentimiento.
( Texto extraído de la web de Planeta, editorial que ha publicado esta novela)

miércoles, 7 de octubre de 2015

ESCARLATINA, A COCIÑEIRA DEFUNTA

El jurado del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil dice de ella que es “una obra extraordinaria, humorística y rompedora en el contexto de la literatura infantil y juvenil actual que destaca también por su fácil lectura, por su humor escalofriante, y por la habilidad para desmitificar el mundo de la muerte”, y realmente es una propuesta literaria muy diferente a las que estamos acostumbrados en el ámbito de los más pequeños.
Escarlatina, a cociñeira defunta, nos cuenta la historia de Román, que sueña con ser cocinero y pide por su décimo cumpleaños un curso de cocina. Corren malos tiempos económicos en su casa, así que sus padres buscan una oferta en Internet para poder regalarle el curso. Este curso resulta ser muy, muy peculiar... Un buen día llega un paquete a casa, con un papel de regalo nada usual, dibujos de un montón de bichos y dentro algo sorprendente: Escarlatina, una niña cocinera muerta, a la que Román tendrá que montar y dar vida, acompañada de una gran araña con acento francés.
Román quiere aprender a cocinar a toda costa, así que trae a la vida a Escarlatina, y con ella hará un recorrido gastronómico por el Inframundo, el mundo de los muertos, en el que tendrán que convencer a los muertos de lo delicioso de las comidas de los vivos, algo complicado, porque los gustos culinarios de ambos mundos no pueden ser más dispares.
La lectura resulta de lo más entretenida, la autora sabe plasmar en los diálogos una enorme naturalidad, tanto en los adultos como en los niños. Tiene sus puntos de humor, sus momentos tiernos y además los lectores verán el Inframundo a través de los ojos de Román, como un lugar curioso, diferente, con unos gustos que al principio no comprende pero que luego incluso casi llega a compartir... En ningún momento siente miedo, en absoluto, es tan natural estar vivo como estar muerto.

"Despois de quedar alucinado co que había dentro do féretro, volvín coller as instruccións. Tras darlle moitas voltas, entendín que Escarlatina era nada máis e nada menos que unha cociñeira que estaba morta desde había unha chea de anos. E se por iso non chegase, viña separada en pezas que se enroscaban unhas ás outras" (pág. 29)

"Escarlatina confeccionara ao longo dos anos un libro de receitas que recollían unha chea de menús deseñados por ela mesma. Por exemplo:
Pastel de follas de col con lesmas maceradas
Albóndegas de cerebro de morcego con xarope de bile..." (pág. 83)

"- E o pica-pica? Como o fas?
- É unha mestura a base de ortigas e de fígado de lagarto.
De tanto falar de bechocos e cousas podres, cada vez dábanme menos noxo. Xa me estaba acostumando á dieta dos defuntos" (pág. 123)

El libro incluye el Recetario de Román, recetas que los niños pueden preparar en casa perfectamente, con más o menos ayuda de los adultos: piruletas de chocolate, bollos de pan, empanada de mejillones, magdalenas... La hermana de la autora, que se dedica a la repostería creativa, puso su granito de arena en este recetario.

Este libro, que ya en 2014 fue galardonado con el Premio Merlín de Literatura Infantil, estará disponible en castellano antes de fin de año, y su versión en catalán se espera para la próxima primavera.
Ledicia Costas, la autora viguesa, cuenta en su haber literario con otras obras infantiles, así como algunos poemarios. Publicó su primer libro en 1999, y desde entonces ha sido ampliamente reconocida dentro y fuera de nuestras fronteras. Licenciada en Derecho, decidió apostarlo todo por su carrera literaria y desde luego, está obteniendo grandísimos éxitos que espero que continúen.
La propia Ledicia comenta que quiere con este título homenajear a las mujeres cocineras, así como tratar dos temas muy presentes en la cultura gallega, como son la muerte y la gastronomía.

sábado, 3 de octubre de 2015

COMPOSTELA MÁGICA

Plaza de Platerías. Foto de www.berenguela.com
Todos los lugares que se visitan tienen dos caras, la diurna y la nocturna, que los viajeros deberían conocer. La noche regala un encanto especial al muchos rincones y paisajes, y algunas ciudades nos muestran parte de sus secretos precisamente cuando el sol ya no las ilumina. 
Compostela es una de esas ciudades que merece un largo paseo nocturno. La sensación de entrar en la Plaza del Obradoiro con el único ruido de nuestros pasos es indescriptible.
Hace unos meses empecé a buscar alguno de esos lugares nocturnos imprescindibles, y con la inestimable ayuda de Santi Llecha (@santillecha), gran conocedor de la ciudad, os traigo dos propuestas en la ciudad. Incluso puede ser un buen plan para proponer a los niños, ahora que los días son más cortos y no tenemos que esperar tanto a que caiga la noche.

Sombra del Peregrino. Fotografía de Álvaro Ballesteros
En la Plaza de la Quintana podemos ver La Sombra del Peregrino, una imagen nocturna de Compostela archiconocida y que además tiene su leyenda... 
A los gallegos esto de las leyendas nos gusta muy especialmente, pues aunque el origen de esta sombra es tan sencillo como la iluminación sobre un pilar de granito que se encuentra muy cerca del muro de la catedral, como puede verse en la foto, es mucho más interesante atribuir esta proyección nocturna al recuerdo de un peregrino francés del siglo XV, Léonard du Revenant o bien, como dice otra leyenda, pensar en cierto sacerdote catedralicio enamorado de una monja de clausura del vecino convento de San Paio. 
Ambos se reunían en un pasadizo secreto que se encuentra bajo las escaleras de la Plaza de la Quintana. El hombre, cansado de esta relación a escondidas, propone a la monja que huyan de Compostela y, para que nadie le reconociese, se vistió como los peregrinos de la época. Ella no acudió esa noche, ni la siguiente, ni la otra... Y cada noche el sacerdote-peregrino regresa en forma de sombra para no faltar a la cita con su amada, sigue esperándola día tras día.



Tras la rehabilitación, hace unos meses, de la estatua que se encuentra frente a la Iglesia de San Francisco, una nueva luz ilumina dicho monumento y proyecta en la fachada otra enigmática sobra... ¿Quién nos manda callar? ¿Qué personaje podría ser, con ese sombrero? Seguro que se nos ocurren mil y una historias, y quizá con el tiempo alguna de ellas se convierta en esa leyenda que, como la de la sombra del peregrino, contemos a aquellos con los que demos los paseos nocturnos por la ciudad.
Seguro que hay más sombras en nuestra ciudad ¿Conocéis alguna más? Y vuestras ciudades ¿revelan algún secreto con la caída de la noche?