Crímenes Exquisitos llegó a mi lector electrónico porque varias integrantes de un grupo de lectura en el que estoy en Facebook lo estaban leyendo y contando maravillas todas y cada una de ellas. El hecho de que estuviese en gran parte ambientado en Galicia me resultaba también muy atractivo y el género me gusta mucho, así que no me asustaron las 800 páginas de la novela y no me arrepiento en absoluto de haberme lanzado, aunque la portada nunca me hubiese llamado la atención, lo reconozco.
Esta novela está escrita a cuatro manos, por Vicente Garrido y Nieves Abarca. El primero es doctor en Psicología y Graduado en Criminología. En esta última disciplina es un profesional muy reconocido y ha asesorado en numerosas ocasiones a la policía, además de haber escrito distintos libros especializados.
Es profesor en la Universidad de Valencia, donde imparte Criminología Forense y Pedagogía aplicada a la delincuencia
Nieves Abarca es periodista, escritora e historiadora del arte. Durante trece años trabajó en un cuartel de la policía local, ha realizado estudios de Criminología y actualmente trabaja y vive en A Coruña.
Crímenes Exquisitos, que va por su quinta edición, es la primera novela de tres, en una serie que continúa con Martyrium y El Hombre de la Máscara de Espejos, aunque la historia que en esta primera novela se relata tiene un final cerrado y podéis dejar la serie ahí si os apetece.
Una mañana aparece en un parque de la ciudad de A Coruña el cuerpo de la joven Lidia Naveira, hija de una acaudalada familia. Fue asesinada y dejada en el estanque del parque recreando un famoso cuadro. Sin duda se trata de algo más que un asesinato, cuando el autor se ha tomado tantísimas molestias.
La encargada de llevar el caso es la Inspectora Valentina Negro, que había decidido su traslado a esta ciudad gallega buscando tranquilidad, pronto la verá rota por este extraño caso que además tiene relación con otro asesinato ocurrido en Inglaterra.
Valentina no estará sola en esto, ya que, aprovechando que el famoso criminólogo Javier Sanjuán está promocionando su último libro, consigue que se implique totalmente.
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Ophelia, de John Everett Millais, uno de los cuadros que recrea el asesino de la novela |
Valentina y Javier forman un gran equipo profesional, ambos más que preparados para resolver el caso. Tendremos ocasión además de conocer mucho a los dos protagonistas de la novela, pues se nos detallarán sus relaciones afectivas o familiares, cómo se sienten conforme va avanzando el caso, sus dudas, sus miedos... Dos personas totalmente creíbles, no son dos héroes que no se equivocan nunca, en absoluto, y esto hace que el lector se meta aún más en una historia que resulta tan verosímil.
El caso se complica con otras muertes y con la intromisión de Lúa Castro, reportera de un periódico local que ha visto que este caso puede ser el definitivo para su carrera.
El asesino es un ser frío, calculador, muy culto e inteligente, y con cada muerte deja un mensaje, un escenario que alude a expresiones artísticas como la música, la pintura o la escultura. La narración es muy fluida, con un ritmo totalmente cinematográfico y, eso sí, escenas realmente duras, de esas que en el cine nos hacen apartar la vista, aunque aún así, logramos querer seguir sabiendo, avanzar con los investigadores, conocer el siguiente paso del asesino y de paso saber algo más de los poderes ocultos de una ciudad como A Coruña, donde ciertos empresarios no son lo que podrían parecer.
He disfrutado mucho leyendo esta novela que volaba entre mis manos, literalmente la he devorado y os la aconsejo si os gusta el género y no os importa que haya ciertas escenas bastante duras, no os dejéis asustar por esas ochocientas páginas, porque se leen con muchísima agilidad.