jueves, 27 de abril de 2017

RELAXING MUM OF CAFÉ CON LECHE

Foto: www.mamisybebes.com
La editorial resume el libro con las siguientes palabras:
"Ni independizarte ni vivir en pareja: lo que de verdad hace que tu vida dé un vuelco y cambie de perspectiva es la maternidad. Dejas de ser hija para ser, sobre todo, madre, con las alegrías y las miserias que conlleva. Todas las maternidades son reales, solo que unas más comunes que otras. Aquí se habla de una con muchas luces, muchas sombras, momentos en los que nos sentimos sobrepasados y también más felices que nunca. Porque así es la vida, algo lleno de claroscuros y verdades a medias. Con mucho sentido del humor, Sara Palacios se toma pequeños cafés con leche con sus lectores hablando de temas que preocupan a los que tienen niños de todas las edades, demostrando que la vida quizá no es mejor pero sí más divertida si no nos tomamos demasiado en serio a nosotros mismos".
Pero se queda corta, lo digo con todos mis respetos, vaya por delante. Relaxing mum (of café con leche) es mucho sentido del humor, es mucho sentido común, es asomarse al pensamiento de una mujer como es Sara Palacios, su autora, que cuenta con el blog de puericultura más importante de España, que no es moco de pavo, no. Desde su experiencia como madre de dos niñas, desde la visión que le dan diez años dedicada al mundo de los niños y bebés, nos narra con un estilo perfectamente reconocible por las que solemos asomarnos por sus artículos en el blog o en Mujeres & Madres, de mujer leída, viajada y con un sentido del humor y de la practicidad a prueba de bomba.
Da gusto encontrarse con libros pensados para pasar el rato y que están bien escritos, nos hablan de películas, de libros, del universo de Sara, totalmente reflejado en estas páginas.
Leeremos sobre el reloj biológico, eso de la conciliación, las tareas de la casa, la proliferación de opinólogos, el máster en negociación internacional que cursamos todas al convertirnos en madres, el complejo de taxista, los cumpleaños infantiles, el instinto maternal...




"Cuando eres madre primeriza todavía estás en un punto en el que crees que cualquier movimiento brusco descoyunta a tu heredera. Pobrecita de ti. Dentro de nada descubrirás que la que te va a descoyuntar es ella a ti, ahí, tan diminuta como la ves y las cosas tan claras como las tiene". (pág. 35)
"Hasta que tuve hijas, septiembre era básicamente mi mes de vacaciones. Me sentía super transgresora y un poco punky yéndome de vacaciones cuando las familias volvían y pensaba: "No sé qué le ven todos a agosto, con lo genial que es irse cuando no hay nadie". Años más tarde lo descubrí: lo que le veían las familias se llama colegio. Una vez que estás en el momento colegio, tus vacaciones serán como las relaciones sexuales cuando tienes hijos: planificadas, cuando se puede y con poca espontaneidad". (pág. 108)

Lo he degustado sorbo a sorbo, cada capítulo era un café con una amiga a la que quiero muchísimo y a la que me unen lazos que quizá muchos no sabrían entender, porque lo nuestro tiene más horas de virtual que de analógico, pero aún así nos queremos y nos tenemos. Hay un grupo de mujeres que formarán siempre parte de mis afectos, mis mamis, entre las que se encuentra Sara.
Si sois mamás, si cerca tenéis una mamá o alguien que tiene pensado serlo, este es vuestro libro. Quizá a algún papá le vendría fenomenal ver la maternidad desde el prisma femenino también... Y si no seguís el blog Mamis y Bebés, deberíais solucionarlo pronto. Yo, por mi parte, estoy deseando tomarme más cafés con Sara y espero y deseo que esta propuesta literaria no sea la última que nos regale.
Y a todo esto, la editorial nos cuenta lo siguiente sobre la autora de este libro:
Sara Palacios Ramos «Walewska» (Zaragoza, 1976). Cuando tenía que decidir qué estudiar en la universidad lo pasó fatal porque le gustaba todo, así que estudió Filosofía y Letras y posteriormente un MBA. Amante compulsiva del cine entre sus superpoderes se encuentran los de leer a velocidad de vértigo y almacenar ese tipo de datos absurdos que sólo sirven para ganar en el Trivial. Con quince años le fascinó la historia de Napoleón y su amante polaca la condesa María Walewska, que después adoptaría como nombre de guerra en Internet. La ventaja es que es fácil de reconocer, las desventajas que nadie lo sabe pronunciar y que las w se van cayendo por el camino. Nadie es perfecto. Un poco gafapastas, optimista y feliz, siempre la encontraréis riendo. Su fascinación por el mundo 2.0 viene de los años 90. En estos años le ha dado tiempo a abrir cinco blogs, a escribir para la revista Grazia y a participar como ponente en varios congresos web. Mamis y Bebés, su blog de puericultura, nació en 2007 y es uno de los decanos de la blogosfera maternal.

viernes, 21 de abril de 2017

LAMPEDUSA

Lampedusa es un momento, una reflexión, un lugar... La noche del 3 de octubre de 2013 fallecieron más de 350 inmigrantes cerca de las costas de Lampedusa. La protagonista está en casa, es de noche, y tiene la radio de fondo. Salta la noticia:

"Una voz radiofónica densifica gradualmente la información fundamental de la hoche: sobre todo somalíes y eritreos; una patera; hacinamiento; promiscuidad; condiciones de transporte de negros durante la trata de esclavos; hombres mujeres niños bebés; una avería a punto de concluir la travesía; clandestinos; al parecer un pasajero prendió fuego a una manta para alertar a los otros barcos". (pág. 16)

Hasta ese momento, se para a pensar, Lampedusa traía a mi mente las escenas de Burt Lancaster en El Gatopardo, Lampedusa era el nombre de la película de Luchino Visconti basada en la novela de Giuseppe Tomasi de Lampedusa. Isla y escritor se mezclan en su mente, recuerda los momentos más memorables de la película, esa escena del baile en un gran salón, la burguesía divirtiéndose.
Pero hoy Lampedusa es dolor, es muerte, es poner en el mapa un lugar que hasta entonces no estaba.

«Para escribir, pensé que había que captar ese canto que subsistía de un tiempo en que el libro no existía más que bajo su forma cantada y me dije que había llegado la hora de buscar a la mujer nómada.» En un tren rumbo a Siberia la autora lee Los trazos de la canción de Bruce Chatwin. Y nace la novela que tenemos entre las manos. (Texto extraído de la contraportada del libro).

La narración en primera persona, a modo de reflexión, poética, muy visual, impecable y perfectamente traducida por Javier Albiñana, se convierte en un breve e intensísimo viaje de 63 páginas deliciosas y dramáticas a un tiempo, recuerdo y presente se mezclan, realidad y ficción y la dureza de lo que significa Lampedusa hoy, tan vigente.






"La noche se ha socavado como una alberca y el espacio de la cocina comienza a respirar tras un velo fibroso. He pensado en la materia silenciosa que se desprende de los nombres, en lo que escriben con tinta invisible. En voz alta, la espalda bien erguida, incorporada en mi silla y con las manos bien abiertas sobre la mesa -y seguramente ridícula en este instante para quien me sorprendiera, solemne, afectada-, pronuncio despacio: Lampedusa". (pág. 31)

"A veces pienso que escribir es como instaurar un paisaje. Las islas, y en mayor medida las islas desiertas, son para ello materiales nobles, su componente geológico esboza ya una escritura, alberga un relato. Diseminadas en el mar, las islas surgen como crisoles de ficciones, o imanes dispersos en el imaginario". (pág. 46)

El pueblo ayudando al pueblo, la angustia de quien siente impotencia, de quien también en cierto modo se avergüenza de no haber sabido hasta entonces el drama de tantos que a diario pierden la vida entre las olas del Mediterráneo, gentes que simplemente buscaban una vida mejor, un futuro menos incierto, un presente para sus hijos.

"Y los habitantes de la isla, aislados y pobres por su parte, los habían acogido, una manta en los hombros, un refugio, una comida: habían albergado a aquellos extranjeros, más pobres que pobres, esos seres que no poseían ya nada ni podían pronunciar su nombre; los habían recogido y a la humanidad entera con ellos. Hospitalidad". (pág. 61)

Lampedusa nos hace sentir, se nos agarra al corazón y nos deja ese gusto medio amargo en el que se mezclan el placer de una lectura deliciosa y la memoria del drama que sigue. Un libro de los que pasado el tiempo se recuerdan, que deja huella en el corazón. Imposible no sentir, imposible no pensar, imposible no emocionarse con Maylis de Kerangal.