martes, 31 de julio de 2012

EN EL PAÍS DE LA NUBE BLANCA

Leí este libro a pesar de que sabía por las reseñas publicadas por lectores anteriores que predominaba en la historia mucho más el folletín que la historia, pero la ambientación en un país que me tiene totalmente cautivada, fue más fuerte que todas las críticas leídas, me apetecía mucho volver, aunque sólo fuera con la imaginación, a Nueva Zelanda, y esto era lo que buscaba entre las páginas de En el país de la nube blanca, una novela que está teniendo un enorme éxito. El ejemplar que leí me lo pasó una compañera de trabajo y era la 11ª edición, nada menos!


SARAH LARK


Sarah Lark es el pseudónimo con el que escribe la alemana Christiane Gohl. Cursó estudios universitarios y dirigió sus primeros pasos en la vida profesional hacia el periodismo y la publicidad.
Nueva Zelanda la encandiló y es el escenario de la saga que más éxito ha tenido y que comienza con esta novela de la que hoy os quiero hablar.
En El País de la Nube Blanca y La Canción de los Maoríes son hasta el momento los dos volúmenes editados en España. El tercer libro se titula en versión original
Der Ruf des Kiwis. Pueden leerse de forma independiente, no son unos la continuación de otros.

En la actualidad la escritora vive en España y dirige una granja de caballos.


EL PAÍS DE LA NUBE BLANCA


La historia está situada en el año 1852 y protagonizada por dos mujeres, Helen Davenport y Gwyneira Silkham. Ambas viajan a Nueva Zelanda, que en aquel momento estaba siendo el destino de los primeros colonos europeos y país de promesas y búsqueda de un futuro mejor.
Helen va llevada por una carta de un granjero asentado en estas tierras con el que aspira a casarse y llevar una vida feliz y tranquila rodeada de niños. La institutriz inglesa no veía otra manera de contraer matrimonio, aunque descubrirá al poco tiempo que ni el granjero era como parecía en las cartas que llegaban a sus manos, ni esa historia con final feliz que había construido en su mente realmente se hacía realidad.

Gwyneira Silkham es una joven que no tiene más remedio que viajar, pues su padre, aficionado al juego, pierde una partida de cartas y la promete con un joven de ultramar al que no ha visto en su vida. Esta pelirroja no se someterá al destino que se espera para ella, ama con locura a los caballos, no quiere llevar una vida de ama de casa y amante esposa, no es una vida para ella. En el fondo Gwyn tiene ganas de llegar a Nueva Zelanda, quizá allí no tenga que llevar esa vida social aburrida obligada en Londres.
La vida de las dos mujeres es bien diferente, pero crean fuertes lazos durante el trayecto y seguirán con su amistad una vez instaladas en su nuevo país.

Helen y Gwyneira no tienen mucho que ver, pero sus vidas se cruzan en el barco que las lleva a su nuevo destino y se convierten en amigas íntimas. Ambas tendrán que luchar por lo que quieren hacer con su vida, Gwyn es una mujer muy fuerte y decidida, Helen descubrirá que aunque se sienta mucho más frágil en su interior también sabrá dar la cara cuando corresponde, a pesar de que la ideología es bastante rígida con respecto a la mujer en estas latitudes también.


MI LECTURA DE LA NOVELA


Lo que más me ha gustado de este libro es el personaje de Gwyn, su rebeldía y su afán por crear a su alrededor un mundo en el que la mujer tenga su lugar donde cree que debe tenerlo: quiere ocuparse de las ovejas, de los caballos, quiere llevar las riendas de la granja y sabe que puede hacerlo tan bien o más que un hombre.
El personaje de Helen me da muchísima pena, es una mujer realmente vapuleada por la vida, con muy mala fortuna en el ámbito sentimental, pero con la suerte de contar a su lado con alguien como Gwyn. Se entrega por completo a su vocación de enseñar y se acercará todo lo que puede al pueblo maorí, al que el resto de la población suele despreciar, e incluso estafar para quedarse con sus tierras.

Resulta una lectura muy ágil, entretenida, las protagonistas principales son realmente sólidas y bajo mi punto de vista creíbles e interesantes. Es apasionante leer una historia ambientada en un país con unos paisajes tan maravillosos como Nueva Zelanda, un lugar que tuve la inmensa suerte de conocer brevemente, al pasar allí dos semanas en el año 2006. No puedo imaginar mejor escenario para una historia, pero lo que no me ha gustado del libro es que los maorís brillan por su ausencia, están, pero no se les da a conocer, y realmente es una lástima porque tienen una cultura apasionante, poco conocida y la novela podría se una ocasión estupenda de acercarse a ellos.

Sin duda una lectura muy recomendable para esta época estival, os enganchará la historia vital de las protagonistas, os entretendrá, os recrearéis en los paisajes... No es una novela que deje poso, de esas que recordamos aunque pasen los años, pero sí os hará pasar buenos ratos. Son casi 800 páginas, pero se leen con facilidad.

miércoles, 25 de julio de 2012

A NAVE DE VIDÁN

Hace más o menos un par de meses tenemos en Compostela una nueva propuesta gastronómica. A las afueras de la ciudad en dirección hacia Noia, en el barrio de Vidán, se ha rehabilitado un edificio que en su momento fue un almacén de ferretería y que ahora es un restaurante con oferta cultural llamado A Nave de Vidán. En el momento de su inauguración hubo sesiones de monólogos y seguro que algo más tendrán pensado para después del verano... Estaremos atentos a esto.

A la hora de plantear la rehabilitación se ha respetado la edificación, con sus altísimos techos y dos grandes claraboyas que hacen que entre luz y que sea muy agradable ver el cielo azul desde la mesa. En la web podéis ver un vídeo con el proceso, el antes y el después son realmente impactantes.
Llegar aquí es bien fácil y en la parte posterior hay una zona de aparcamiento, así que en este aspecto, perfecto.

Una vez entramos (tiene acceso por la fachada principal y por la parte trasera), nos encontraremos dos partes bien diferenciadas y separadas, aunque no del todo, la primera es la zona de cafés de mañana y vinos de aperitivo o tarde, con una barra y mesas altas, y al otro lado de una barra de madera con trasera, pero que no llega hasta arriba, tenemos la zona de restaurante, en forma de L.
Está todo decorado en blanco y con madera clarita, excepto las mesas, que tienen una madera algo más oscura. Hay quien opina que esto da sensación de frialdad, a mí me gustó mucho y me pareció que daba un aspecto diáfano y a pesar de estar a tope el local no se sentía para nada sensación de agobio.

COMIENDO EN A NAVE DE VIDÁN

A la hora de decidir la comida, miramos en primer lugar el menú de ese día, pero no nos llenó el ojo, así que optamos por pedir a la carta. Elegimos tosta de champiñones, pimientos de padrón de entrante y como plato principal un sargo al horno y espeto de rape con salmón y langostinos. Estaba todo fantástico y las raciones eran abundantísimas, comentábamos que nos hubiese llegado de sobra con un plato menos.
De postre compartimos brownie de chocolate con helado de mandarina, exquisito!

El servicio fue perfecto, gran amabilidad, rapidez entre plato y plato y respetando el ritmo del comensal en la comida. Como debe de ser.
Bebimos agua, una caña y una copita de vino blanco y pagamos 53 euros. Encuentro la relación calidad-cantidad-precio estupenda y os recomiendo este lugar.

jueves, 19 de julio de 2012

TAPÉATE COMPOSTELA


Ahora que está tan de moda la gastronomía, desde hace unos años muchas ciudades proponen a sus habitantes y visitantes la opción de recorrer diferentes locales y probar tapas. Una manera fantástica de conocer varios establecimientos sin que resulte demasiado caro.
Para los ciudadanos es una forma excelente de conocer sitios nuevos y moverse por zonas que normalmente no se frecuentan y quién sabe, descubrir un restaurante del que se puede ser cliente en un futuro próximo.


TAPÉATE COMPOSTELA


En el año 2009 nacía en la ciudad de Compostela Santiago(é)Tapas, un concurso con enorme éxito de establecimientos colaboradores y público asistente. Había varias rutas de tapas por la ciudad y la participación se premiaba con sorteos y obsequios directos.
Este año, tendría que haber llegado la cuarta edición de este concurso, pero la falta de apoyo institucional hizo que no pudiera ser. Una lástima, pues la iniciativa era fantástica tanto para la ciudad como para los visitantes... Cuando los compostelanos empezábamos a resignarnos, un grupo de hosteleros, que bajo ningún concepto querían que esta idea muriese, idearon este Tapéate Compostela: Un total de once establecimientos nos proponen dos rutas, por la zona vieja y por la zona nueva de la ciudad.

Los ingredientes de la idea son de lo más apetecibles: Once tapas originales, elaboradas especialmente para la ocasión, un precio único de 2€ por tapa, un "carnet" que los usuarios irán sellando en los establecimientos y que darán derecho a la participación en sorteos, siempre que se complete una de las rutas.
Con la colaboración de Estrella Galicia Galicia, Paradores y el Mercado de Abastos, los usuarios pueden ganar un bono de 300€ para consumir en el Mercado de Abastos, una noche de hotel para dos personas en el Parador y 10 cenas para 2 personas en los establecimientos participantes.


El pistoletazo de salida fue el pasado 9 de julio, y la edición terminará el domingo 22 de julio
La edición es modesta, pero con gran ilusión por parte de aquellos que valientemente apostaron por poner en marcha esta iniciativa, que afortunadamente, y según se desprende por lo publicado en los medios locales, está teniendo una gran aceptación entre el público.


Los establecimientos y tapas son los siguientes:


RUTA ZONA VIEJA


O Curro da Parra, que propone la Volandeira Curro da Parra
Garum Bistró, con su Huevo Atlántico
A Tafona do Peregrino y la Kokotxa con arroz meloso de Codium
Acio y la tapa llamada Bocadillo de mejillones con zumo de ensalada
La Bodeguilla de San Roque, que propone una filloa rellena de grelos y mejillones


RUTA ZONA NUEVA


Tapería Castelao trae a concurso una Ensalada de Robaliza
La Cavita nos propone una Tosta marinera con tomate, parmesano y xarda (o caballa) ahumada de las Rías Bajas
Manso opta por prepararnos una fritura de chipirones, cebolla y almendra
Descorche ha elaborado pulpo frito en harina de maíz con pimiento de Arnoia
Bistró Leal presenta su Huevo Sorpresa
A Viña de Xabi propone Piruleta de pollo de corral con gambas pasado por panko de maíz y mahonesa de curry rojo.


TAPEANDO

No creo que tenga ocasión de recorrer todos los establecimientos, pero no será por falta de ganas, os lo aseguro... habrá muchas tapas que se me queden en el tintero, pero otras sí he podido catarlas.
Nos reunimos un grupete de amigos aficionados a la gastronomía y la primera cita fue en el restaurante Acio, que ya conocía y me gusta muchísimo. El establecimiento está junto al Parque de Galeras y tiene una cocina con toques modernos pero sin pretensiones y un precio estupendo.
Sabía que no me defraudaría su tapa, una combinación de sabores de lo más original y una cuidada presentación, un pan de Cea finísimo envolviendo a unos mejillones en escabeche y ese zumo de ensalada que nos pusieron en el momento, un bocado fresco, veraniego y muy rico.
La siguiente parada fue la Cavita, la única decepción de la noche, me esperaba una tapa un poquito más trabajada y me encontré con algo de lo más sencillito y poco original, la verdad, una tosta con una rodajita de tomate natural al lado y una caballa pequeñita con toque ahumado... No sé, se lo podían haber currado un poquito más...
En la Viña de Xabi nos sorprendieron con una crujiente propuesta, con un toquecillo picante que me ha encantado, para mi gusto en su justa medida, fantástico y muy bonito también para los ojos: El pollo en panko de maíz muy bueno, y el toque marinero de las mini gambitas, me gustó mucho también, una combinación que encontré acertada y una de las tapas que más me apetecía probar, junto con la del Acio y la de la Tafona y el Manso, que creo que esta vez se quedarán en el tintero.


Los establecimientos que se han animado a participar me parecen fantásticos casi todos y en general se han tomado en serio su participación y las propuestas son buenas, siempre hay algún pinchazo, como el que os comentaba en mi caso con la Cavita, pero la percepción es muy buena, y por lo que me cuentan otras personas que han probado más tapas, el nivel está bien.
Personalmente gracias a Santiago(é)Tapas conocí lugares en los que no había estado y esta vez son cuatro los locales que conocía pero en los que no he comido ni tapeado nunca y quedan fichados, bien sea para poder acercarme con este Tapéate o bien para otro momento que nos apetezca comer fuera.

miércoles, 18 de julio de 2012

LA TITA


Este local es el típico lugar que uno conoce porque lleva muchos años abierto, pero nunca ha entrado en él. A pesar de tenerlo bastante a mano, lo cierto es que hasta hace pocas semanas no había traspasado sus puertas. Fuimos un pequeño grupo de personas, tras haber asistido a la presentación de las audioguías de Cool-Touring, y la verdad es que la experiencia resultó fantástica. Nos comentaron que desde hace más o menos un año el establecimiento cambió de dueños y que la comida había mejorado muchísimo.

La Tita se encuentra en la Rúa Nova, en pleno casco histórico, pero lejos del bullicio de la rúa do Franco o de las plazas de la catedral. En un entorno sencillo se nos ofrece comida casera, con varias posibilidades: el plato del día, que suele ser de cuchara (lentejas, callos) o guiso (oreja, conejo) y que va de los 5 a los 10 euros, el menú de lunes a viernes por 10 euros o bien las raciones que nos apetezcan.

Tuve ocasión de probar las croquetas caseras, espectaculares, la zorza con patatas fritas de verdad,algo poco usual hoy día y la tortilla de patatas, que me pareció memorable. Es muy complicado que una tortilla del grosor de la de La Tita no resulte seca, pero lo consiguen, recomendadísima.

En esta época del año ponen varias mesas fuera, de modo que podemos disfrutar del ambiente de esta calle peatonal, que suele ser bastante tranquila y un plus para los que tengan niños, los pequeños pueden corretear sin ningún tipo de peligro mientras los mayores se toman tranquilamente un café, algo que se agradece mucho.

miércoles, 11 de julio de 2012

GRANXA DO XESTO. COMPOSTELA


En la ladera del Monte Pedroso se encuentra un parque compostelano que ofrece muchísimas posibilidades de disfrute para todos los públicos. Tiene la nada desdeñable extensión de 82.000 metros cuadrados, y como podréis imaginar caben en él múltiples elementos que le hacen resultar de lo más atractivo.

Saliendo desde Galeras, bien en nuestro propio vehículo, en autobús urbano o a pie si no os dan miedo las empinadas cuestas del camino, llegaremos a una zona habilitada para aparcar, con un pequeño vallado que impide que los vehículos continúen y preservando así la zona de ruidos y molestias.
A través de un pequeño sendero llegaremos primero a la zona infantil, un área de juegos con columpios y tirolina (con una pega, que no tiene la inclinación suficiente para que los niños hagan el recorrido y hará falta el empujoncito de un adulto a mitad de camino). Una de las ventajas que le encuentro para el verano es que hay bastante zona sombreada.

Junto a esta zona nos encontraremos unas hermosas vistas de la ciudad entre los árboles.

Un poquito más arriba, en una caseta de madera, la cafetería con el mismo nombre que el parque, con una terraza bastante amplia y unas tartas caseras que serán vuestra perdición... Recomendable la de chocolate, sólo para muy chocolateros! Abren desde la primavera hasta octubre, sólo cuando el tiempo acompaña y exceptuando domingos y festivos.



Si os gusta hacer picnic, aquí contáis con varias mesas y bancos de piedra en zonas sombreadas de lo más agradable, incluso se puede llevar una mantita y echarse una siesta veraniega, de esas que saben tan, tan bien.
Desde aquí salen además varios senderos con escasa dificultad, aptos para todos y el via crucis que nos lleva hasta la cima del monte.
En definitiva, un rincón que os recomiendo para ir en familia, merendar, leer un libro a la sombra o dar un agradable paseo con o sin compañía. El ambiente suele ser bastante tranquilo.

viernes, 6 de julio de 2012

EL RETO DE "ELLAS TAMBIÉN VIVEN"

Ha llegado hasta mi este reto de la blogosfera gracias a mi más fiel lectora, Espe, del blog Taberna Literaria, y ella a su vez ha recibido el testigo de Pilar Muñoz, de Ellas también viven.

¿En qué consiste este reto? Pues fácil y difícil a un tiempo... Se nos propone que hagamos una entrada en nuestro blog en la que pongamos una frase que para nosotros sea importante, puede ser porque nos ha marcado por algo especial, porque resume nuestra filosofía de vida, o porque nos gusta sin más.

Estoy encantada de responder a cualquier iniciativa y más si me llega de la mano de Espe, a la que no puedo por menos que corresponder y lo hago además encantadísima.


En mi caso la frase elegida es de Rosa Jové, que en uno de sus libros la toma prestada de su autor original, Robert L. Stevenson. Rosa Jové es una psicóloga infantil que ha escrito varios libros de los que os he hablado en alguna ocasión, que coincide mucho conmigo en sus planteamientos respecto a la educación de los hijos y a la que admiro mucho.
Si bien la frase hace alusión a los más pequeños de la casa, creo que podemos aplicarla a todas las edades y es una frase universal y atemporal que tener siempre con nosotros, de gran ayuda en momentos de tensión.


QUIÉREME CUANDO MENOS ME LO MEREZCA, PORQUE SERÁ CUANDO MÁS LO NECESITE


Se nos pide que animemos a personas de otros blogs a seguir este reto. En mi caso les paso el desafío a:

Offuscatio, de Livros y más libros
Shaka, de Las Lecturas de Shaka
Lapera, de As miñas cousas

lunes, 2 de julio de 2012

UNA FORMA DE VIDA. AMÉLIE NOTHOMB


La escritora belga Amélie Nothomb suele generar entre los lectores sentimientos bastante extremos, o gusta muchísimo o nada de nada. Yo me encuentro entre los entusiastas y lo cierto es que muy pocas veces me he encontrado con alguna novela suya que no me gustase. También he de decir que la prefiero en versión original, aunque sus libros suelen estar magníficamente traducidos.


UNA FORMA DE VIDA


El Soldado de Segunda Melvin Mapple, destinado en Irak y perteneciente al ejército estadounidense, decide comenzar una relación epistolar con la escritora Amélie Nothomb, la ha leído, sabe por varias entrevistas que ella contesta personalmente todas las cartas que recibe y cree que sabrá comprender mejor que cualquier otra persona su angustia por los efectos colaterales de la guerra en su cuerpo: La ansiedad se transforma en un irrefrenable deseo de comer y la obesidad se instala cruelmente en el campamento...


"Siento ganas de gritarle a la gente normal que aprovechen ese increíble privilegio, del que no parecen ser conscientes: dar brincos, moverse despreocupadamente, disfrutar del baile de los desplazamientos más irrelevantes. ¡Y pensar que hay quien se queja de tener que ir andando a comprar (...)!" Pág. 36

"La verdad es que somos los los peores yonquis del mundo. En dosis altas, la comida es una droga más dura que la heroína. Atiborrándonos tenemos el chute asegurado, sensaciones increíbles y pensamientos indescriptibles" Pág. 49


La escritora contesta, al principio simplemente por cortesía, pero poco a poco irá implicándose más en la historia de Melvin, llegando a cuestionarse su relación con los lectores, los verdaderos porqués de sus respuestas y la conveniencia o no de cierta distancia lector-escritor para evitar que se creen expectativas (algunos piensan que tiene contactos en las altas esferas, o que es millonaria...)
Reflexiona sobre su lector y sobre ella como escritora. No sé hasta qué punto su papel protagonista es autobiográfico, pero desde luego resulta de lo más verosímil.

"La lectura permite descubrir al otro conservando esa profundidad que se tiene cuando estás solo" Pág. 94

Os recomiendo esta breve lectura, reflexiva, intensa y muy fácil de leer. Sólo un último aviso... os sorprenderá el giro final, no es en absoluto una historia previsible.