Este año, como venimos haciendo desde hace ya siete, hicimos una escapada navideña a tierras lusas destino Braga. Esta desconexión navideña sienta de lujo, aunque sea cortita. Siempre nos instalamos en alguno de los hoteles que hay en el Bom Jesús y en esta ocasión tuvimos la oportunidad de conocer el Hotel do Parque, que abrió este año tras unas obras de remodelación en profundidad.
El Hotel do Parque está en un edificio de finales del siglo XIX pero cuenta con todas las comodidades que pediríamos a un hotel de cuatro estrellas, además de la tranquilidad que encontraremos en cualquiera de los establecimientos situados en esta zona de Braga.
La habitación en la que nos alojamos era inmensa, con un baño abierto que sí tenía aislados la ducha y el sanitario. La pega que le pondría es que la iluminación en el tocador era un poquito justa, pero por lo demás, perfecto, hasta el secador secaba de verdad, algo no tan fácil de encontrar. Los colchones comodísimos y los armarios enormes, podríamos habernos quedado quince días.
Las zonas comunes del hotel son muy amplias y acogedoras, además de tener conexión wifi gratuita, al igual que la habitación. Estuvimos en una de las salas y en la cafetería, que cuenta con un piano, terraza en una galería y seguro que en verano es un sitio imprescindible para los clientes del establecimiento.
A la hora del desayuno no nos defraudó, al igual que el resto de los hoteles en los que estuvimos aquí, hay mucha variedad, tanto dulce como salada, para todos los gustos, y bajo demanda se preparaban huevos revueltos. Sería perfecto si el zumo de naranja fuese natural.
En resumen, tranquilo, confortable, acogedor, con un servicio impecable y un precio excelente, muy recomendable, tanto este hotel como el Bom Jesús y la ciudad de Braga.
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