jueves, 10 de agosto de 2017

O BALADO

Uno de los rincones del comedor

La página del Restaurante O Balado es toda una declaración de intenciones que adelanta al que lo lea que este rincón de Boqueixón es mucho más que un lugar al que ir a comer bien:

"Un lugar para…  perderse, encontrarse, reencontrarse, disfrutar, deleitarse, relajarse, recargarse, un lugar para…soñar

O Balado – Casa Labrega es un proyecto muy personal donde buscamos no sólo servir comidas, sino ser fieles a una idea, una ilusión. Nuestro concepto de cocina aúna tradición y modernidad desde el más absoluto respeto a la naturaleza. Pero, ante todo, lo que persigue es una cocina con alma, que anhela reencontrarse con los orígenes, donde la materia prima es la protagonista principal. 

Venir a O Balado no es sólo comer en un restaurante, queremos que tu visita sea una experiencia muy especial; por eso cuidamos al máximo cada detalle. Si podemos ayudarte o necesitas algo a medida no dudes en contactar con nosotros; estaremos encantados de escuchar tus ideas.

Esperando verte pronto por nuestra casa… tu casa,
  Marta y Roberto"


A O Balado no se llega, hay que querer ir, es como los pequeños rincones que uno descubre en los viajes, está lo suficientemente escondido como para no estar a la vista de todos, pero lo suficientemente accesible para verlo si lo buscamos, con un discreto cartel que nos confirma que hemos llegado a casa de Marta y Roberto. Y esa es la sensación desde el principio, la de llegar a una casa donde nos esperan con ilusión, muchas ganas de agasajarnos y hacernos sentir cómodos.
El mimo y el detalle se aprecian en cada estancia, en cada mesa, en los baños, en el jardín... un conjunto acogedor que invita a quedarse.





Una vez acomodados en la mesa, Marta nos sugiere alguno de los recorridos gastronómicos que Roberto ha preparado para el día: Un paseo polo Balado, que consiste en 5 entrantes, un plato principal para compartir y un postre, un viaje, compuesto de 7 entrantes, un plato principal para compartir y 2 postres y una travesía, donde se ofrecen 5 entrantes, dos carnes y dos postres. Todos los recorridos gastronómicos incluyen agua km 0.
Elegimos el viaje y pedimos unas croquetas para nuestro niño, un apasionado de este plato.

Pan de pueblo y mantequilla casera


Croquetas de choco


Tomate con helado de pimiento de Herbón (ligeramente picante)
Ameixón. No lo conocíamos, es como una almeja grande con gusto a berberecho. Delicioso

Salmón y bonito ahumados caseros

Foie

Tempura de verduritas de O Balado

Gallo de Mos

Maracuyá con fresa

Arroz con leche
Nuestro viaje por O Balado fue una verdadera delicia en todos los sentidos. En el paladar, sabores muy equilibrados, mezclas sorprendentes y acertadísimas, todo en su punto justo, tanto de cocción como de cantidad servida a la mesa. Atención impecable y calma, mucha calma para todos, degustamos cada plato charlando, sintiendo que el tiempo no contaba, el tempo era el adecuado para tener esa sensación de estar de visita y de que después de nosotros no va a venir nadie que nos imponga un horario o unas prisas.
Roberto salió varias veces a saludar, a preguntarnos nuestras impresiones sobre los platos, a contarnos su proyecto personal, la valentía de ofrecer algo diferente contra viento y marea, incluso contra la opinión del entorno, y con la seguridad de estar donde uno quiere, cocinando lo que siente y con el convencimiento de que ese camino marcado llegará a buen puerto.
Y llegará, porque cada vez somos más los que apreciamos este tipo de lugares, los que buscamos comer sin prisa, sin ruido, los que disfrutamos con el mimo en cada de talle, los que nos fijamos en el cariño con que se lleva la propuesta, que es un negocio, sí, pero también es algo más y desde el otro lado se percibe.
Volveremos, os recomendaremos y os auguramos y deseamos un viaje largo y lleno de alegrías.


miércoles, 2 de agosto de 2017

LA CANDIDATA

Feminismo: Del fr. féminisme, y este del lat. femĭna 'mujer' e -isme '-ismo'.
1. m. Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres. (Diccionario de la Real Academia Española)
Esta es la palabra que ha venido a mi mente de forma recurrente durante la lectura de la novela de Elena Moya. Un alegato feminista en toda regla, muy bien hecho y con una visión de la problemática cotidiana de una mujer en un universo masculino que huye de dramatismos, pero llamando al pan, pan y al vino, vino. Se cuenta la historia de una mujer, además de homenajear y recordar a otras mujeres que fueron diputadas en momentos difíciles, se nos invita a reflexionar sobre el hecho de que una mujer, por serlo, nunca está en un plano de igualdad con el hombre, si siquiera cuando llega a cargos públicos de responsabilidad, como el caso de la protagonista, nada menos que Ministra de Economía.
La Candidata es Isabel San Martín, está sola el fin de semana de las elecciones generales. Es Ministra de Economía, es una política como pocas, se mira en el espejo de mujeres que dejaron huella en la sociedad, como Victoria Kent, que logró en los años 30 que en las prisiones españolas se dignificase al preso y se apostase por su reinserción en la sociedad. Campoamor, Nelken o Concepción Arenal son otras mujeres a las que conoceremos cuando Isabel echa la vista atrás para recordar su legado, para constatar que la Historia no se nos cuenta completa cuando se olvida la aportación femenina. Victoria Kent pasa a la memoria colectiva más por su condición de lesbiana que por su grandísima labor en las cárceles. Isabel quiere hacer grandes cosas pensando en el pueblo, sin mirar a ninguna puerta giratoria ni vender su alma a corporaciones internacionales que podrían solucionar su futuro económico. Pero también quiere que el hecho de ser mujer no impida que se hable de sus logros, que los políticos españoles y de otros países la respeten y consideren. Complicado, podemos constatarlo a lo largo del relato de estas horas decisivas previas a las elecciones, en las que la candidata ha de enfrentarse a una tremenda caída de la deuda pública que puede desembocar en un rescate, como ocurrió en su momento con Grecia.
La ministra vive horas muy complicadas en el terreno personal y laboral, se ve desbordada y superada, en algunos momentos, como cualquier persona, llora, patalea, grita, tira cosas, impotente... pasa un día entero sin acordarse de comer, pide pizza de madrugada desde su despacho... Es de carne y hueso y la responsabilidad y la soledad del poder pueden ser tremendamente difíciles.
Isabel es ingeniera, sabe idiomas y ha llegado a su cargo por méritos propios, pero parece que todavía tiene que escuchar comentarios que un hombre no escucharía:

"-¡Qué buen inglés tiene, Mr. San Martín!-  me dijo con una sonrisa helada.
Razón no le faltaba, pues España tiene una tristísima historia de representantes hidalgos que no saben idiomas, aunque en los últimos tiempos vamos mejorando, lo mismo que los griegos e italianos. Aún así, mis homólogos de esos países, hombres los dos, no merecieron un elogio semejante porque se suponía que hablaban bien el inglés. Pero yo, simplemente por ser mujer, no". (pág. 197)

Vemos a una mujer real, absolutamente verosímil, aunque con muchos más valores, responsabilidad y preparación de lo que cabría esperar en la clase política, al menos en los tiempos que corren.

"Los hombres huyen de las mujeres inteligentes porque las temen (...). Desconocen que las mujeres poderosas acostumbran a ser muy inteligentes (lo que no siempre se da en el caso de los hombres) y se han montado una vida familiar y de amistades envidiable, mucho más rica, alegre, plena y variada que la de ellos; porque las creen masculinas solo porque visten traje y entonces pasan de ser alguien presumiblemente inferior a un igual, lo que las convierten en una amenaza; también las rechazan porque creen que se han labrado el ascenso en alguna cama y no se detienen a pensar en su talento real". (pág. 425)
Elena Moya. Foto: www.larazon.es

A lo largo de las 500 páginas de la novela conoceremos a Isabel, con la que es tremendamente fácil empatizar y desearle muchísimo éxito profesional, porque sin dudas el país estaría en muy buenas manos. Su marido, su mentor, sus compañeros de trabajo, aquellos que vivieron con ella sus años de universidad, los círculos de poder económico y político, su complicidad con la ministra danesa... Un apasionante viaje de la mano de una escritora a la que seguiré la pista, me ha resultado una novela entretenida, apasionante, me ha servido para reflexionar, para emocionarme y disfrutar mucho.

"Buscando consuelo, saqué la mano de debajo de la manta para coger el libro de la Kent, que apreté contra mi pecho, abrazándolo. Como ella, había luchado ese día sin perder la dignidad, defendiendo mis principios. Lo que pudiera pasar a partir de entonces solo el destino lo sabía. Lo que sí sabía era que podría ir por la vida con la cabeza bien alta por no haber sucumbido a presiones ni chantajes. A esas alturas, era ya lo único que me importaba". (pág. 451)


jueves, 20 de julio de 2017

A MENOS DE CINCO CENTÍMETROS

A menos de cinco centímetros es mi estreno literario con la escritora y periodista Marta Robles.
Tras la sugerente portada nos encontramos con una novela negra con los ingredientes clásicos: muertes que resolver, detective atormentado, mujer atractiva con pasado inconfesable y sobre todo, mucha denuncia social, sobre todo en cuanto a lo que se refiere a la trata de blancas, un tema en el que se nota que la autora se ha documentado mucho y bien.
La historia gira en torno a la resolución de las misteriosas desapariciones de mujeres ricas y hermosas cuyo nexo común es un atractivo escritor de best sellers, Armando Artigas. A través de su personaje iremos conociendo también ese mundillo que se mueve en torno a editores, escritores editoriales... y también libros y autores clásicos y contemporáneos.
Marta Robles nos regala en esta novela dos personajes apasionantes: Misia es la bellísima esposa del director de uno de los grupos editoriales más importantes del país y cae rendida a los pies del escritor, algo que la pone en peligro. Misia, mujer de buena posición pero de mirada triste, se ve envuelta en una relación completamente tóxica con el escritor, quizá buscando lo que siempre le faltó en su vida, que es precisamente eso, sentirse viva, pensar en ella por una vez, dejar de sacrificarse por unos y otros, dejar de aparentar y fingir.
Armando Artigas es un escritor sin alma que colecciona mujeres, un hombre que tras ese escudo de éxito y personalidad arrolladora, esconde una herida del pasado que no ha conseguido cicatrizar y que condiciona su actitud ante la vida y las relaciones personales.

"Armando en su adolescencia tuvo que enfrentarse a la infidelidad de su madre y optó por ocultarla. En su juventud, cuando la padeció en las propias carnes, la aprovechó y escribió una novela (...). Una historia sobre las infidelidades femeninas, la capacidad de traición de las mujeres y los secretos que esconden todos los seres humanos, repleta de miedos, decisiones al límite y muertes salvajes, que le condujo al Olimpo de los escritores superventas. A partir de ahí, se juró que jamás compartiría la vida con ninguna hembra del planeta. Y, por supuesto, el amor quedó prohibido para siempre." (pág. 71)

Sus enemigos opinan de él que "Armando Artigas es un hombre que lucha contra todo, porque no sabe cómo combatirse a sí mismo" (pág. 38), y con acierto.

A los personajes principales les acompañan personajes secundarios igualmente interesantes y muy bien perfilados, sobre todo el inspector Roures y Katia, hija de una de las asesinadas que pedirá ayuda a este ex corresponsal de guerra para averiguar qué hay detrás de la muerte de su madre, ex amante de Armando. El lector conoce bien su historia, sus inquietudes, miedos, pensamientos, es muy fácil meterse en la historia y sus protagonistas.
Marta Robles. Foto de www.lacomarcadepuertollano.com
La resolución de los asesinatos nos conduce a una trama muy dura de trata de blancas, antisemitismo, violencia contra la mujer... Y también conoceremos al detalle la relación entre Armando y Misia, todo ello en un ambiente de lujo descrito a la perfección

"Armando agarró la mano de Misia y la condujo hasta el borde de la cama. Miró un momento sus ojos violetas, como su perfume, y le parecieron demasiado tristes para ser los ojos de una mujer con la vida perfecta de la que presumía. Intuía que ella también escondía secretos tras su sonrisa permanente. Le gustaba cómo flotaba su melena corta rubia y ondulada sobre su cuello." (pág. 208)

"Misia decidió elegir para su cita un ajustado vestido rojo con pronunciado escote halter y espalda al aire, unas sandalias de tacón en color tabaco y un bolso Birkin de Hermès del mismo tono. No solía ir tan deliberadamente seductora." (pág. 235)

Me ha convencido la novela, tanto lo que nos cuenta como la forma de contarlo, aunque discrepo con la frase de la contraportada que la describe como "Una novela de alta graduación, erótica y violenta, para lectores audaces", porque es cierto que hay una relación, que la autora nos presenta escenas y situaciones eróticas (muy bien descritas y escritas, por cierto), pero me da la sensación de que poner el acento en esto puede hacer que los lectores reacios a la literatura erótica no se acerquen a la novela, que realmente es una novela negra en la que se cuenta con detalle una relación entre dos personajes y sí, es cierto que tiene relevancia y que se describen muchas escenas de amor entre ellos, pero si la novela erótica no os gusta, no descartéis esta propuesta por ese motivo, porque Marta Robles nos ofrece mucho más que eso.
No será la última vez que lea a esta escritora, me ha gustado mucho su manera de escribir, su construcción de los personajes y la cuidada ambientación, de lugares, de vestimenta, comidas, bebidas, libros... Un gran trabajo.

miércoles, 7 de junio de 2017

LLAMADME ALEJANDRA

Mi última lectura ha sido la novela ganadora del Premio Azorín 2017, de Espido Freire, una autora a la que sigo habitualmente y de la que había leído relatos y columnas, pero no novelas, y me parecía muy atractiva la propuesta, conocer a la mujer más allá de su papel de esposa del último zar de Rusia y nieta de la Reina Victoria.
Espido Freire nos presenta una historia narrada en primera persona en la que vamos conociendo el día a día de Alejandra Romanova, una mujer de origen alemán profundamente enamorada de su marido y que rechaza como pretendiente al mismísimo Príncipe de Gales para casarse por amor. 
Veremos a una mujer en palabras de la escritora "inquieta, nerviosa, apasionada, fiel y profundamente equivocada". Además, es una mujer que tiene una imagen muy diferente ante su país, que nunca terminó de acogerla por extranjera, de lo que luego realmente era en su vida cotidiana. Fue esto precisamente lo que llevó a la escritora a dedicarle una novela, el deseo de mostrar cómo era realmente esta mujer con imagen de altiva y fría.
El relato se lee con agrado y tiene un buen ritmo narrativo. Espido Freire se ha documentado muy bien, tanto en la historia personal del personaje como en todo cuanto la rodeaba, destacando todos los detalles de sus joyas y vestidos (aquí se nota que a la escritora le apasiona el mundo de la moda), las comidas, las fiestas, la decoración del hogar familiar... El lector puede imaginar todo este ambiente con mucha facilidad, y poco a poco se irá metiendo en el día a día de la zarina, descubriendo a una mujer muy tímida, que no conseguía disfrutar con las fiestas de la corte, los superficiales personajes que la rodeaban no le interesaban ni lo más mínimo, pero vivía bastante obsesionada por la imagen que de ella se tenía de puertas para fuera, muy consciente de que cualquier tropiezo suyo sería ferozmente criticado. Ni siquiera su suegra se lo puso fácil, aún sabiendo que su hijo la amaba profundamente.

Foto: www.mujeresenlahistoria.com. La zarina con una tiara regalo del zar.
La vida de la zarina no resultó nada fácil, tenía una salud muy frágil, se sabía menospreciada por su pueblo y tardó mucho en poder por fin alumbrar un heredero tras cuatro niñas, alegría que se tornó tragedia cuando se le diagnosticó hemofilia. Una mujer absolutamente volcada y entregada a su familia, completamente distinta en cuanto a su relación con los hijos a las mujeres de su clase social. Les dio el pecho contra viento y marea, los cuidó y protegió, veló por ellos hasta el límite de sus fuerzas. Una madre admirable y que sin embargo me sorprendió mucho en su relación con su marido y los consejos que le daban, puesto que excusaba en todo sus actos a Nicolás II "El Sanguinario", por traiciones de los que le reodeaban o una inexplicable inocencia, nunca vio en él ninguna crueldad a la hora de tratar a su pueblo, al que consideraba necesitado de una autoridad férrea, pues de otra manera no podrían los campesinos tener una vida más o menos organizada. 
Del zar se dice que confesó a alguien de confianza en el momento de ser nombrado: "No estoy preparado para ser zar, nunca quise serlo. No sé nada del arte de gobernar, ni siquiera sé la forma en que debo hablar a los ministros...", y sin lugar a dudas esto se refleja en el libro.
Otro de los personajes importantes del relato es Rasputín, en quien la zarina tenía total confianza a la hora de tratarla a él y a su hijo Alexei de todas sus dolencias. Un personaje muy peculiar, cuyas predicciones extrañamente se fueron cumpliendo, y que aprovechó esta confianza de la zarina para ejercer su influencia sobre la corte.
La propuesta de Espido Freire me ha parecido muy interesante, y descubrir a esa mujer que vivía junto al último zar de Rusia, sin duda apasionante, pero en mi opinión a la historia le falta algo más de pasión, resulta bastante fría, es muy difícil empatizar con el personaje, he tenido la sensación de estar leyendo la historia sin lograr realmente meterme en ella, la he visto más como una biografía novelada que resulta fácil de leer, que como una novela histórica, porque aunque el personaje habla en primera persona, no consigue pasar de una voz de narradora omnisciente. Quizá la frialdad de la persona que fue la zarina sea el motivo de esta sensación, pero me hubiera gustado meterme más en la historia y en el personaje. Igualmente es una lectura que recomendaría.

martes, 23 de mayo de 2017

NO SOY UN MONSTRUO

El pasado mes de febrero se dio a conocer la obra ganadora del Premio Primavera de Novela y la sorpresa para mí fue mayúscula, No soy un monstruo, de Carme Chaparro, por unanimidad del jurado, se llevaba el galardón. Soy seguidora de la periodista y no conocía su faceta literaria, es más, pensé de dónde sacaría el tiempo para escribir entre la tele, las colaboraciones en revistas, presentaciones... Tuve claro que leería la novela porque Carme es una periodista rigurosa y muy profesional, una excelente columnista y estaba segura de que no sería una periodista más subiéndose al carro de publicar novelas. Y así es, No soy un monstruo es una historia escalofriantemente verosímil, ahí se nota el oficio de la escritora, su gran labor de comunicación, su capacidad de meternos en dos historias que transcurren paralelas, por un lado la de Ana Arén, inspectora jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Madrid, que llena de angustia se enfrenta al secuestro de un niño en un centro comercial que se parece demasiado a la desaparición, en este mismo lugar, de un niño de la misma edad y físico ocurrida dos años antes y sin resolver, un fracaso cuya herida todavía no está cerrada. ¿Estarán relacionados los casos? ¿Se trata de un secuestrador en serie? ¿Ha vuelto aquel al que en su momento se bautizó con el nombre de Slenderman?
Un jefe déspota, unos compañeros que confían en ella, un trabajo agotador física y mentalmente, la presión mediática y un país pendiente de la noticia en todo momento. Ahí entra en escena Inés Grau, periodista televisiva, que necesita llenar minutos contando todo lo que pueda de esta historia, ser la primera en llegar, en conectar con su cadena, llevarse la medalla... La relación entre la prensa y la policía, en un toma y daca y un equilibrio complicados.
Gracias a Inés conoceremos los entresijos de la televisión, un mundo bien conocido para Carme Chaparro, y se nota que sabe de lo que habla. De la mano de Ana nos meteremos en la investigación policial, la oficial y la tan necesaria información paralela, a través de amigos, y un hacker llamado Joan que colabora con la policía y también trabaja en un proyecto llamado NeuroQwerty (un programa que detecta a través de la forma de teclear los síntomas tempranos de enfermedades degenerativas, un proyecto real que se puede ver en Internet).
El conocimiento como periodista del medio y su excelente labor de documentación (además de los amigos policías que cuenta en los agradecimientos que le ayudaron), ayudan a conformar una historia que se lee con facilidad, que va creciendo en interés y que tiene varios giros inesperados y un final sorprendente.

Carme Chaparro. Foto: www.abc.es

Al final del libro, cuenta Carme: "Cuando terminé No soy un monstruo me sentí perdida ¿Es buena? ¿Funciona el final? ¿Fluye la trama? ¿Se encalla en alguna parte?" y se la envió a Carmen Posadas, que según cuenta la animó mucho y alabó su novela. Tomando estas preguntas que se hace la escritora al terminar la novela, termino diciéndoos que es buena, que el final realmente sorprende y funciona, hace que todo encaje, que el puzzle se complete y se redondee la historia, la trama fluye perfectamente, de una manera muy natural se va pasando de una escena a otra, de Ana a Inés y viceversa y no se encalla, no frena ni patina en ningún momento. Muy recomendable.
El pasado mes de abril en Twitter tuvimos la posibilidad de preguntar a Carme Chaparro directamente sobre cualquier cuestión relacionada con el libro, y tuve la suerte de que contestase a mi pregunta. La verdad es que me sorprendió ver su novela porque sé que es muy polifacética, así que le pregunté a qué había renunciado para escribir, está claro que hay que arañar las horas de algún sitio, y esta es su video respuesta: https://twitter.com/CarmeChaparro/status/849664756873035776
En él dice:
"Digamos que escribir me ha dado más cosas que las cosas a las que he renunciado, pero sí, evidentemente, horas de sueño, muchas horas de sueño, algunas horas con mis hijas y muchas horas de sentarme a la mesa a comer. El fin de semana, cuando estaba en los informativos de Telecinco, necesitaba escribir aunque fuera un ratito y lo que hacía era no bajar al comedor y mi amigo Xavi Riera me subía una pizza o un bocata y me lo comía frente al ordenador mientras seguía escribiendo el libro".
Espero que siga contando con la ayuda de Xavi y que escribir le siga compensando para que podamos tener otra buena historia que leer.

jueves, 27 de abril de 2017

RELAXING MUM OF CAFÉ CON LECHE

Foto: www.mamisybebes.com
La editorial resume el libro con las siguientes palabras:
"Ni independizarte ni vivir en pareja: lo que de verdad hace que tu vida dé un vuelco y cambie de perspectiva es la maternidad. Dejas de ser hija para ser, sobre todo, madre, con las alegrías y las miserias que conlleva. Todas las maternidades son reales, solo que unas más comunes que otras. Aquí se habla de una con muchas luces, muchas sombras, momentos en los que nos sentimos sobrepasados y también más felices que nunca. Porque así es la vida, algo lleno de claroscuros y verdades a medias. Con mucho sentido del humor, Sara Palacios se toma pequeños cafés con leche con sus lectores hablando de temas que preocupan a los que tienen niños de todas las edades, demostrando que la vida quizá no es mejor pero sí más divertida si no nos tomamos demasiado en serio a nosotros mismos".
Pero se queda corta, lo digo con todos mis respetos, vaya por delante. Relaxing mum (of café con leche) es mucho sentido del humor, es mucho sentido común, es asomarse al pensamiento de una mujer como es Sara Palacios, su autora, que cuenta con el blog de puericultura más importante de España, que no es moco de pavo, no. Desde su experiencia como madre de dos niñas, desde la visión que le dan diez años dedicada al mundo de los niños y bebés, nos narra con un estilo perfectamente reconocible por las que solemos asomarnos por sus artículos en el blog o en Mujeres & Madres, de mujer leída, viajada y con un sentido del humor y de la practicidad a prueba de bomba.
Da gusto encontrarse con libros pensados para pasar el rato y que están bien escritos, nos hablan de películas, de libros, del universo de Sara, totalmente reflejado en estas páginas.
Leeremos sobre el reloj biológico, eso de la conciliación, las tareas de la casa, la proliferación de opinólogos, el máster en negociación internacional que cursamos todas al convertirnos en madres, el complejo de taxista, los cumpleaños infantiles, el instinto maternal...




"Cuando eres madre primeriza todavía estás en un punto en el que crees que cualquier movimiento brusco descoyunta a tu heredera. Pobrecita de ti. Dentro de nada descubrirás que la que te va a descoyuntar es ella a ti, ahí, tan diminuta como la ves y las cosas tan claras como las tiene". (pág. 35)
"Hasta que tuve hijas, septiembre era básicamente mi mes de vacaciones. Me sentía super transgresora y un poco punky yéndome de vacaciones cuando las familias volvían y pensaba: "No sé qué le ven todos a agosto, con lo genial que es irse cuando no hay nadie". Años más tarde lo descubrí: lo que le veían las familias se llama colegio. Una vez que estás en el momento colegio, tus vacaciones serán como las relaciones sexuales cuando tienes hijos: planificadas, cuando se puede y con poca espontaneidad". (pág. 108)

Lo he degustado sorbo a sorbo, cada capítulo era un café con una amiga a la que quiero muchísimo y a la que me unen lazos que quizá muchos no sabrían entender, porque lo nuestro tiene más horas de virtual que de analógico, pero aún así nos queremos y nos tenemos. Hay un grupo de mujeres que formarán siempre parte de mis afectos, mis mamis, entre las que se encuentra Sara.
Si sois mamás, si cerca tenéis una mamá o alguien que tiene pensado serlo, este es vuestro libro. Quizá a algún papá le vendría fenomenal ver la maternidad desde el prisma femenino también... Y si no seguís el blog Mamis y Bebés, deberíais solucionarlo pronto. Yo, por mi parte, estoy deseando tomarme más cafés con Sara y espero y deseo que esta propuesta literaria no sea la última que nos regale.
Y a todo esto, la editorial nos cuenta lo siguiente sobre la autora de este libro:
Sara Palacios Ramos «Walewska» (Zaragoza, 1976). Cuando tenía que decidir qué estudiar en la universidad lo pasó fatal porque le gustaba todo, así que estudió Filosofía y Letras y posteriormente un MBA. Amante compulsiva del cine entre sus superpoderes se encuentran los de leer a velocidad de vértigo y almacenar ese tipo de datos absurdos que sólo sirven para ganar en el Trivial. Con quince años le fascinó la historia de Napoleón y su amante polaca la condesa María Walewska, que después adoptaría como nombre de guerra en Internet. La ventaja es que es fácil de reconocer, las desventajas que nadie lo sabe pronunciar y que las w se van cayendo por el camino. Nadie es perfecto. Un poco gafapastas, optimista y feliz, siempre la encontraréis riendo. Su fascinación por el mundo 2.0 viene de los años 90. En estos años le ha dado tiempo a abrir cinco blogs, a escribir para la revista Grazia y a participar como ponente en varios congresos web. Mamis y Bebés, su blog de puericultura, nació en 2007 y es uno de los decanos de la blogosfera maternal.

viernes, 21 de abril de 2017

LAMPEDUSA

Lampedusa es un momento, una reflexión, un lugar... La noche del 3 de octubre de 2013 fallecieron más de 350 inmigrantes cerca de las costas de Lampedusa. La protagonista está en casa, es de noche, y tiene la radio de fondo. Salta la noticia:

"Una voz radiofónica densifica gradualmente la información fundamental de la hoche: sobre todo somalíes y eritreos; una patera; hacinamiento; promiscuidad; condiciones de transporte de negros durante la trata de esclavos; hombres mujeres niños bebés; una avería a punto de concluir la travesía; clandestinos; al parecer un pasajero prendió fuego a una manta para alertar a los otros barcos". (pág. 16)

Hasta ese momento, se para a pensar, Lampedusa traía a mi mente las escenas de Burt Lancaster en El Gatopardo, Lampedusa era el nombre de la película de Luchino Visconti basada en la novela de Giuseppe Tomasi de Lampedusa. Isla y escritor se mezclan en su mente, recuerda los momentos más memorables de la película, esa escena del baile en un gran salón, la burguesía divirtiéndose.
Pero hoy Lampedusa es dolor, es muerte, es poner en el mapa un lugar que hasta entonces no estaba.

«Para escribir, pensé que había que captar ese canto que subsistía de un tiempo en que el libro no existía más que bajo su forma cantada y me dije que había llegado la hora de buscar a la mujer nómada.» En un tren rumbo a Siberia la autora lee Los trazos de la canción de Bruce Chatwin. Y nace la novela que tenemos entre las manos. (Texto extraído de la contraportada del libro).

La narración en primera persona, a modo de reflexión, poética, muy visual, impecable y perfectamente traducida por Javier Albiñana, se convierte en un breve e intensísimo viaje de 63 páginas deliciosas y dramáticas a un tiempo, recuerdo y presente se mezclan, realidad y ficción y la dureza de lo que significa Lampedusa hoy, tan vigente.






"La noche se ha socavado como una alberca y el espacio de la cocina comienza a respirar tras un velo fibroso. He pensado en la materia silenciosa que se desprende de los nombres, en lo que escriben con tinta invisible. En voz alta, la espalda bien erguida, incorporada en mi silla y con las manos bien abiertas sobre la mesa -y seguramente ridícula en este instante para quien me sorprendiera, solemne, afectada-, pronuncio despacio: Lampedusa". (pág. 31)

"A veces pienso que escribir es como instaurar un paisaje. Las islas, y en mayor medida las islas desiertas, son para ello materiales nobles, su componente geológico esboza ya una escritura, alberga un relato. Diseminadas en el mar, las islas surgen como crisoles de ficciones, o imanes dispersos en el imaginario". (pág. 46)

El pueblo ayudando al pueblo, la angustia de quien siente impotencia, de quien también en cierto modo se avergüenza de no haber sabido hasta entonces el drama de tantos que a diario pierden la vida entre las olas del Mediterráneo, gentes que simplemente buscaban una vida mejor, un futuro menos incierto, un presente para sus hijos.

"Y los habitantes de la isla, aislados y pobres por su parte, los habían acogido, una manta en los hombros, un refugio, una comida: habían albergado a aquellos extranjeros, más pobres que pobres, esos seres que no poseían ya nada ni podían pronunciar su nombre; los habían recogido y a la humanidad entera con ellos. Hospitalidad". (pág. 61)

Lampedusa nos hace sentir, se nos agarra al corazón y nos deja ese gusto medio amargo en el que se mezclan el placer de una lectura deliciosa y la memoria del drama que sigue. Un libro de los que pasado el tiempo se recuerdan, que deja huella en el corazón. Imposible no sentir, imposible no pensar, imposible no emocionarse con Maylis de Kerangal.