Salvatore odia Milán, odia la ciudad, no quiere estar allí, pero hay algo que toca fuertemente su corazón...
"El viejo se sorprende a sí mismo estrujando contra su pecho el cuerpecillo cálido y, asustado, afloja el brazo por temor a ahogarle, para volver a estrecharlo en el acto, no se le vaya a caer..." (pág. 29)
"A la mañana siguiente Andrea acaba transigiendo, después de consultar su maldito libro de criar niños, donde dice a qué hora exacta deben despertarse y cuándo han de tener hambre ¡como si eso no lo supieran de siempre las madres que no saben leer!" (pág. 92)
La mujer, que hasta entonces solamente era un ser que proporcionaba placer al hombre y le daba hijos, sin conocerla a fondo, sin pensar en sus sentimientos, se transforma en Milán en un ser que le conmueve, que le hace pensar en aquellas mujeres a las que no prestó atención, a las que no se molestó en conocer, escuchar, saber qué pasaba por sus mentes o su corazón
"A veces, al pasar con los platos a espaldas de la tía, Simonetta dedica al viejo risueñas muecas de complicidad. Así su presencia juvenil hace florecer unas lilas en el corazón cansado" (pág. 109)
El deseo de vivir de Salvatore, aumentado gracias a Brunettino, hace que la enfermedad, para sorpresa de los médicos, vaya lenta, sabedora de que necesita un poquito más de tiempo...
"Nunca estarás solo, Brunettino mío; todas mis noches son tuyas. Tengo mucho que contarte, todo lo que te conviene saber; lo que yo tardé en aprender, pues tengo la cabeza dura, y hasta lo que no he sabido hasta ahora contigo" (pág. 163)
A Salvatore, que se da cuenta de que es ahora al final cuando realmente aprecia cosas que a lo largo de su vida han pasado desapercibidas, le da pena saber que ya le queda poco para saborearlas. Incluso el amor de mujer llega ahora tardío a su corazón.
"Dios no hizo bien las cosas: deberíamos vivir tantas veces como los árboles, que pasado un año malo echan nuevas hojas y vuelven a empezar. Nosotros sólo una primavera, sólo un verano y al hoyo... Por eso has de echar bien tus ramas desde ahora. Yo nací en pedregal y no me quejo, llegué a enderezarme solo. Pero pude haber florecido mejor..." (pág. 190)
El pequeño, se adueña de su corazón, lo colma
"Dime algo que sea verdad, sin sombra de duda, algo no discutible.
La respuesta brota, explosiva:
- Un niño" (pág. 233)
Y pasa las noches acurrucado en su habitación, hablándole de su vida allá en el pueblo, de lo que desea para él, de lo que le quiere, de lo bien que se siente a su lado...
"Duerme tranquilo (...) El aire huele a mies recién cortada y es dulce, dulce respirar, estar vivo..." (pág. 237)
(Nota: La numeración de las páginas se corresponde a la edición publicada por El Mundo)
Lo leí hace mucho, es muy tierno.
ResponderEliminarYo lo había leído hará casi 20 años, esta era una relectura, me maravilló por segunda vez! Bss
EliminarNo he leído aún nada de este autor, pero este libro tiene que caer prontito, que por tu reseña, sé que me va a gustar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Estoy segura de que sí, es delicioso! Besos!!
EliminarTodavía no he leído nada de este autor aunque este libro siempre he tenido ganas de leerlo y por unas cosas y otras lo voy dejando
ResponderEliminarbesos
Pues a ver si te animas, no te defraudará, seguro! Bss
EliminarEl título me suena desde hace tiempo aunque no lo atribuía a este autor. Una reseña que lo hace apetecible. Bss.
ResponderEliminarSé que tienes una larguísima lista Paco, pero hazme caso y anímate, te gustará!! Bss
EliminarAyyyyyyyyyy, qué libro tan bonito y qué jartón de llorar me pegué... Además me lo regaló un compañero de la universidad al que quiero un montón. :-)
ResponderEliminarPues seguro que lo guardas como un tesoro!! Bss
EliminarQuiero leerlo, está entre mis buenos propósitos, la reseña me ha animado más aún! Besos
ResponderEliminarSeguro que te gustará!! Besos
EliminarEs un libro que leí hace años, qué buen recuerdo guardo de él.
ResponderEliminarMiraré a ver si lo encuentro en mis estanterías y le echaré alguna mirada.
Besos.
La relectura de este libro lo redescubre, al menos esa fue mi experiencia. Bss!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo he leído ni este libro ni a este autor, algún día tendré que subsanar este extremo. Un beso.
ResponderEliminarPues eso!! :)
EliminarEs un libro maravilloso, lo guardo en mi estantería de intocables (son los libros que guardo casi bajo llave, de los que no me desprendo por nada del mundo) y de vez en cuando abro uno de ellos, da lo mismo la página que sea, y disfruto un rato de su lectura.
ResponderEliminarBesos
No me sorprende que lo guardes con tanto celo, realmente lo merece. Bss!
EliminarLo leí hace unos años y me encantó. Es una historia tan triste, dulce y entrañable que enamora.
ResponderEliminarBesos
Totalmente de acuerdo! Bss
ResponderEliminarLa sonrisa etrusca es una de esas novelas que dejan huella en el alma.
ResponderEliminarTal cual!
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