Este es el primer libro que leo de Empar Fernández, a la que confieso que no conocía hasta que su novela cayó en mis manos. Esta profesora y columnnista nos presenta a Olga Bernabé, una madre separada que trabaja largas jornadas y tiene que ocuparse de su hijo adolescente, Daniel, al que nota cada vez más distante y arisco.
Olga no le da importancia, aunque sufre, piensa que son cosas de la edad que ya se le pasarán. Hasta que una mañana, al ir a despertar a Daniel se encuentra con que ya no vive, su hijo se ha suicidado.
Olga, desesperada y con poco dinero, quiere buscar los motivos que han llevado a Daniel a terminar con su vida, así que contrata a Raúl Forcano, un estudiante del último año de carrera como investigador. Necesita que le diga la verdad, que llegue hasta el fina, pero ¿realmente es la verdad lo que dará consuelo a esta madre? ¿Será peor quizá saber los motivos de Daniel para no querer vivir?
El lector conocerá la desesperación de una madre que se siente culpable, que necesita aferrarse a un motivo con desesperación y a un investigador novato, inseguro pero con olfato que descubre lo que es realmente ese oficio que solamente conocía en un plano teórico y que resulta mucho más duro de lo que pensaba. En ocasiones tiene que decidir entre dar o no información a Olga, entre hacer o no según qué averiguaciones. La autora nos muestra con acierto a dos personajes bien trazados, con los que podremos empatizar perfectamente, la comprensible desesperación de una madre que pierde a un hijo de esta manera, la inseguridad de un estudiante que da sus primeros pasos profesionales, y ambos se nos presentan con sus fortalezas y debilidades, como personas perfectamente creíbles, personajes veraces.
Empar Fernández |
El investigador Raúl Forcano realmente podría ser el protagonista de una saga, se me antoja un personaje muy interesante y con continuidad más allá de esta novela.
Resulta una lectura entretenida y que invita a la reflexión sobre las relaciones entre adultos y adolescentes y sobre esa necesidad que sentimos de querer saber la verdad de las cosas, sin pararnos a pensar que tal vez nos hará mucho más daño conocerla que ignorarla.
Empar Fernández termina con Maldita Verdad su trilogía sobre la culpa. Los otros títulos son La mujer que no bajó del avión y La última llamada. Aunque los tres libros giran en torno al tema de la culpa, son autoconclusivas, por lo que pueden leerse sin orden, o como he hecho yo, simplemente una de las novelas.
Otras obras de esta misma autora son Para que nunca amanezca, Hijos de la derrota, Mentiras capitales y Sin causa aparente. Con El loco de las muñecas fue galardonada con el Premio de Novela Fernando Quiñones y con La cicatriz recibió el Premio de Novela Corta Rejadorada.
Me gusta mucho el estilo muy personal que tiene Empar Ferández y la cercanía de las historias que cuenta. Bss.
ResponderEliminarNo he leído nada de esta autora y la verdad es que después de leer tu reseña,me ha llamado la atención,besotes
ResponderEliminarAún tengo el anterior libro de la autora pendiente de leer. A ver si me animo pronto.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues yo también confieso que no la conocía...
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