Descubrí a Cristina López Barrio cuando vi la portada de su novela La Casa de los Amores Imposibles. Me llamó muchísimo la atención esa portada maravillosa y cuando me topé con la edición especial de bolsillo de tapa dura aquel verano de 2012 no lo dudé y me tiré a la piscina. Lo confieso, me encanta descubrir nuevos escritores y los títulos y portadas me llaman muchísimo, en ocasiones basta que uno de ellos me llame la atención para hacerme con el libro.
"En los tres años siguientes, Diego no fue la única criatura que salvaron las manos de Bárbara. La hermana Ludovica, empeñada en vencer a la muerte, comenzó a utilizarlas discretamente como la más eficaz de sus medicinas. No sólo hacían germinar semillas, sino que curaron incluso los peores males de la carne, de tal manera que llegué a preguntarme si sería la niña el medicamento celeste al que se hacía referencia en la correspondencia cifrada que mantenía la hermana" (pág. 291)
En el relato se mezcla una ambientación histórica muy rigurosa con ese toque mágico, donde la presencia de sectas diversas, brujería y ese don especial de Bárbara, conviven con la historia del día a día de los personajes principales con secundarios de gran personalidad, como la Hermana Ludovica y sus experimentos secretos a espaldas del resto de las monjas.
"Toda vida parecía apagarse, todo objeto que ella tocaba perdía la utilidad para la que había sido concebido, como si la única utilidad posible, la única que tenía oportunidades de sobrevivir a tanta descomposición fuera la de la tristeza" (pág. 246)
"El aprendizaje del dolor es un arte que nunca se olvida: marca el corazón como herrero con el fuego de su fragua, y el hierro que un día quemó toda bondad deja serpiente en cicatriz negruzca." (pág. 250)
Este libro me cautivó por completo, ese universo mágico que crea Cristina con enorme solvencia, recordándonos a autores como García Márquez o Isabel Allende, nombres mayúsculos de la literatura en lengua española con los que esta autora bien puede codearse sin complejos, hizo que no solamente disfrutase de la lectura, sino que en cuanto vi entre las novedades editoriales El Cielo en un Infierno Cabe, corrí a mi librería de cabecera, que no a la biblioteca como hago en otras ocasiones, los libros de Cristina López Barrio son de esos que hay que tener en la estantería.
La historia esta vez nos lleva a la ciudad de Toledo, en el año 1625, cuando la Santa Inquisición está en pleno apogeo y deseando escuchar la defensa de una mujer acusada de brujería: Isabel de Mendoza puede curar o matar con tocar a alguien con sus manos.
Una testigo en este juicio sumarísimo afirma que el nombre de esta mujer es en realidad Bárbara, que pese a haber nacido en noble cuna fue abandonada en un hospicio, precisamente por esas manos tan especiales con las que nació. Y de voz de Berenguela sabremos de la vida de Bárbara, que aún no caminaba y ya salvaba la vida de otro huérfano, Diego, nada más llegar a la habitación de la institución comandada por las religiosas.
La autora en una foto de El Diario de Aragón |
En el relato se mezcla una ambientación histórica muy rigurosa con ese toque mágico, donde la presencia de sectas diversas, brujería y ese don especial de Bárbara, conviven con la historia del día a día de los personajes principales con secundarios de gran personalidad, como la Hermana Ludovica y sus experimentos secretos a espaldas del resto de las monjas.
En la narración, encontramos textos muy descriptivos, que crean un ambiente que envuelve al lector y lo transporta a una época difícil desde la perspectiva de aquellos que tienen más que perder, con una clara crítica a la sociedad de la época, cuando por cualquier motivo se llevaba a un vecino o familiar ante el Tribunal de la Muerte con el fin de vengarse por cualquier agravio. A pesar de que los diálogos son escasos y Cristina López Barrio utiliza un lenguaje muy rico, no se hace nada pesada la lectura de la novela, es más, se saborea cada página, se disfruta con cada descripción, es una lectura para disfrutarla despacito.
No dejéis pasar la oportunidad de leer cualquiera de los dos libros que os comento de esta autora, si sois amantes del realismo mágico, se convertirá en una de vuestras escritoras de cabecera seguro."Toda vida parecía apagarse, todo objeto que ella tocaba perdía la utilidad para la que había sido concebido, como si la única utilidad posible, la única que tenía oportunidades de sobrevivir a tanta descomposición fuera la de la tristeza" (pág. 246)
"El aprendizaje del dolor es un arte que nunca se olvida: marca el corazón como herrero con el fuego de su fragua, y el hierro que un día quemó toda bondad deja serpiente en cicatriz negruzca." (pág. 250)
Yo no suelo tirarme a la piscina pero es cierto que a veces se descubren verdaderas joyas. Este y el anterior me los apunto.
ResponderEliminarbesos
Ya me contarás cuando leas alguno de ellos, a mí me encantaron ambos!
EliminarVeo que es una novela que gusta a tod@s. Habrá que tener muy en cuenta a esta autora cuando se le compara, nada menos, que con García Márquez e Isabel Allende. En su día fue reseñada en mi blog -creo recordar que fue Almudena- y le gustó mucho. Bss.
ResponderEliminarSi te animas avísame que te la presto, sé que estará en buenas manos :) Bss
EliminarEs una autora que tengo pendiente porque a mí el realismo mágico me gusta mucho y tanto su anterior novela como esta me llaman la atención
ResponderEliminarBesos
Tatty, si te gusta el género, anímate, no te decepcionará!!!
EliminarSolo he leído este libro, que me gustó muchísmo. Así que tendré que leer también el anterior.
ResponderEliminarBesotes!!!
Te lo recomiendo, no te defraudará!! Bss
ResponderEliminarA ver si retomo a Cristina, que ya te contaba que no había vuelto a leer nada suyo después de "La casa de los amores imposibles".
ResponderEliminarMuy aconsejable que la retomes! Bss
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