Reconozco que suelo ser reticente a leer trilogías, y más aún si los tres volúmenes no están publicados, me gusta leerlas del tirón, o al menos saber que si la historia me engancha podré hacerlo y no tendré que esperar ni se sabe cuánto para saber cómo continuará, pero estaba gustando tanto la primera entrega de esta trilogía que no pude resistirme a leerla y me gustó mucho, sobre todo por ese toque mágico y esas leyendas e historias que abundan en la zona y tienen mucha presencia en el libro.
En esta segunda entrega repetimos el escenario del primer libro, el valle del Baztán, y en esta ocasión asistimos al inicio juicio en el que el padrastro de Joana Márquez está acusado de haberla asesinado.
La inspectora Amaia Salazar se ha trasladado a Elizondo con este motivo, pero no puede celebrarse este juicio: el asesino acaba de suicidarse y además ha dejado una nota para Amaia con una sola palabra: Tarttalo, el nombre de un ser mitológico presente en el imaginario de la zona.
Además de intentar averiguar qué hay detrás de este asesinato y de este mensaje, Amaia recibe el encargo de investigar la profanación de una iglesia en un pequeño pueblo del valle, algo que en un principio parece un tema menor, pero que no lo será y que además tendrá una conexión con los suicidios que acontecerán tras el del padrastro de Joana.
Además de la investigación, seguiremos conociendo un poco más de la vida personal de Amaia y su marido James, su tía Engrasi, su tormentosa relación con su madre, su hijo Ibai, de 4 meses...
Si hay algo que tengo claro, es que esta trilogía hay que leerla por orden, ya que aunque se recuerdan al lector momentos concretos sucedidos en el libro anterior, la verdad es que se pierde mucho de la historia si antes no se ha leído El guardián Invisible.
Dicho esto, me sigue gustando mucho Amaia Salazar, una protagonista con muchísima fuerza y credibilidad, una mujer de carne y hueso, con sus luces y sus sombras, con sus miedos e inseguridades, tanto en el plano profesional como en el personal, en el que le cambia la vida por completo tener un hijo, como bien sabemos las que somos madres.
En el plano personal comprenderemos ese miedo irracional de Amaia a su madre y descubriremos secretos familiares muy sorprendentes. El personaje de Rosario, la madre de Amaia se nos desvela como terrorífico y prácticamente sin alma, amedrenta al lector absolutamente, no os sorprenderá que Amaia reaccione incluso físicamente con mucha intensidad con solamente oler a su madre.
En el plano profesional, los casos que surgen en este segundo libro tienen relación con los resueltos en el primero.
Seguiremos encontrándonos, al igual que en la primera entrega, con una prosa que se lee con facilidad, con diálogos que aligeran mucho y descripciones y leyendas que enriquecen la narración y no resultan para nada pesados.
El universo que nos presenta Dolores Redondo es netamente femenino, las víctimas son mujeres, la protagonista es una mujer y en esta segunda entrega, madre y tía de Amaia cobran un enorme protagonismo también. Sin embargo esto no significa que sea una historia para mujeres, no confundamos, es una historia para los amantes del género, para cualquiera que quiera tener una lectura muy entretenida y emocionante, con un giro final en este segundo libro que personalmente me ha sorprendido mucho.
Como escritora inició su andadura con relatos cortos y cuentos infantiles. Su primera novela ve la luz en el año 2009 y se titula Los privilegios del ángel.
Su reconocimiento nacional e internacional llegará dos años después con la publicación de El guardián invisible, primera parte de la trilogía del Baztán, que incluso podrá verse en la gran pantalla.
En 2013 se publica Legado en los huesos, que también está teniendo una grandísima acogida, y la trilogía finalizará con Ofrenda a la tormenta, aún sin publicar.
Me gustaron los dos, pero éste creo que más que el primero :)
ResponderEliminarBesos!
Quizá, sí, no lo había pensado, pero ahora que lo dices... ;)
EliminarUfff se me acumulan los libros de esta autora. Seguiré el consejo y leeré primero El guardían invisible. Gracias!!!
ResponderEliminarAnímate y ya contarás!
EliminarDeseando que llegue la tercera entrega. Dolores se ha hecho un hueco entre mis escritores preferidos. Besos.
ResponderEliminarA mí también me encanta. Besotes
EliminarAún no he leido el primero. Espero hacerle hueco pronto.
ResponderEliminarBesotes!!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarVeo que Dolores Redondo está encandilando al personal con esta trilogía. Tendré que ponerle remedio a esto porque me gustan esas novelas en las que también las leyendas forman parte de ellas y parece que el equilibrio de la trilogía se mantiene, cosa que suele ser difícil. Bss.
ResponderEliminarSeguro que te gusta, Paco, anímate!
EliminarPrecisamente ayer una amiga me hablaba de esta trilogía que le había gustado un montón. A ver si me pongo con ella un día de estos...
ResponderEliminarYa estás tardando Espe!! :)
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